Adoremos al Santísimo

Tantum ergo, D. 962, Schubert

¡Feliz viernes! Vamos a disfrutar hoy de una obra eucarística que fue compuesto por un maestro de las sinfonías y las obras de cámara y piano pero que no nos esperamos en este tipo de composiciones. No es la primera vez que traigo una obra de este estilo de él, para nuestra delicia.

Franz Schubert

Es Franz Schubert (1797-1828), compositor austríaco nacido en Viena. Contaba con un buen grupo de amigos y muchos eran a su vez artistas. Regularmente se reunían en lo que se vino en llamar schubertiadas. Allí él solía tocar sus nuevas piezas y bebían y bebían. En 1820 parece ser que una de esas reuniones tuvo un altercado con la policía y llegaron a ser arrestados, Schubert incluido. Según estaba el ambiente, fueron acusados de revolucionarios ya que se prohibía cualquier reunión. Fuero severamente reprendidos por usar un lenguaje obsceno e insultante. Uno de esos amigos, Johann Senn, fue incluso encarcelado por un año y luego fue desterrado de Viena. Schubert y él ya no se vieron más y el maestro usó alguna de los poemas de Senn en sus obras.

Disfrutemos de su Tantum Ergo en mi bemol mayor, D. 962. Es una composición escrita en 1828 aunque no se publicó hasta 1890. Por tanto, lo que escuchamos hoy es una obra que fue compuesta en su último año de vida. En Viena era popular la procesión del Corpus Christi de ahí que Schubert buscase el patronazgo y compusiese de forma frecuente para ella; en esas obras estaba esta de hoy. Como esta pieza de hoy, algunas las compuso a lo grande: para orquesta y coro. Lo que escuchamos aquí es Schubert en estado puro a pesar de que no es de sus composiciones más conocidas.

La partitura de la pieza puede descargarse aquí.

La versión es del Coro de la Ópera del Estado de Viena y la Orquesta de Cámara de Europa dirigida por Claudio Abbado.

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