Alégrate, Reina del Cielo

Regina coeli, Aichinger

¡Feliz sábado! Ayer celebrábamos la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús y hoy la liturgia hace que nos acordemos de su madre puesto que es la fiesta del Inmaculado Corazón de María. Aquí todos los sábados escuchamos música relacionada con la Virgen y, obviamente, hoy no va a ser menos. Además, estamos de enhorabuena porque te traigo música de un maestro que, si mis cuentas no fallan, nunca ha aparecido por aquí.

Ratisbona

Se trata de Gregor Aichinger (1564-5-1628), compositor alemán nacido en Ratisbona. Trabajó para la capilla de la corte de Múnich y luego en Ingolstadt. Viajó a Venecia para empaparse del arte que había allí y se hizo discípulo de Giovanni Gabrieli, al que le dedicó su primer volumen de composiciones. Parece ser que pasó por Siena y Roma antes de regresar a Alemania. Probablemente en 1601 ya está en Ratisbona y allí se quedó hasta su muerte y parece ser que se ordenó sacerdote porque en sus publicaciones es citado como «Reverendus Dominus». Es posible que compusiese un oficio de difuntos por la muerte del emperador Rodolfo II. En su biblioteca personal se han hallado casi una cincuentena de libros, que contienen desde música italiana a obras sobre religión, filosofía, historia, geografía, medicina, etc., lo que nos indica que era un hombre de altos intereses e interesado por el saber. En su epitafio figura lo siguiente: «Un hombre maravillosamente gratificante más allá de su piedad, su experto conocimiento de la música y la elegancia y facilidad de sus formas».

Disfrutemos hoy de su motete Regina coeli. Está compuesto a cuatro voces y está escrito en un estilo clásico que nos recuerda las primeras obras de Lassus. Observamos también una tímida influencia de la música de Gabrieli aunque la composición de Aichinger está todavía alejada de ese sonido policoral tan característico. La obra comienza con unas voces jubilosas que cantan en paralelo en compás ternario y luego tiene otros momentos en compás cuaternario, con momentos más en forma de declamación.  con reducciones a tres voces. Una música sorprendente y alegre para esta vuelta al tiempo ordinario tras la Pascua.

La partitura de la composición puedes descargarla aquí.

La interpretación es del Coro de la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción.

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