Bach, cantata BWV 104

Uno de los aspectos que confirman que Bach era un verdadero maestro inmenso es que componía las cantatas en unos días. Cada domingo debía estrenar una y, aunque usaba a veces movimientos de otras, todas son nuevas. Las tenía que escribir en un tiempo récord ya que también tenía que ensayarla para tenerla lista para el domingo... ¡Da vértigo con solo pensarlo!

Precisamente, en el coro inicial están unidos ese ambiente pastoral y la atmósfera consoladora del texto del salmo. La sinfonía inicial está compuesta en forma de "pastorale", con muchos tresillos y notas pedales. El coro comienza implorando a Dios que escuche (palabra presente en el título de la cantata) y sus intervenciones son principalmente pasajes homofónicos. Los oboes colorean especialmente el movimiento. Un recitativo "secco" da lugar a una aria, con dos oboes obligados, enfatiza que el mundo llora, lo cual se pone de manifiesto en la armonía. Otro "secco" da lugar a otra pastoral, esta vez en compás de 12/8 y notas pedales que la relacionan con el coro inicial. Destaca la presencia de acordes en sexta napolitana. La obra concluye con un sencillo coral bajo la melodía de "Allein Gott in der Höh sei Ehr".
Las partes de esta cantata son:
1. Coro: Du Hirte Israel, höre
2. Recitativo: Der höchste Hirte sorget vor mich
3. Aria: Verbirgt mein Hirte sich zu lange
4. Recitativo: Ja, dieses Wort ist meiner Seelen Speise
5. Ariao: Beglückte Herde, Jesu Schafe
6. Coral: Der Herr ist mein getreuer Hirt
La instrumentación es: tenor, bajo, coro, dos oboes d'amore, taille (oboe tenor), dos violines, viola y bajo continuo.
La partitura de esta cantata puedes conseguirla aquí y el texto en español puedes seguirlo aquí.
La interpretación que te propongo es la de Paul Agnew (tenor), Klaus Mertens (bajo) junto con The Amsterdam Baroque Orchestra & Choir dirigidos por Ton Koopman.