¡Feliz Domingo de Ramos! Otro años que nos quedamos sin las tradicionales semanas santas. ¡Cuánto nos está arrebatando esta pandemia! Nosotros por nuestra parte, vamos a celebrar este pórtico de la semana con música profana, sí, pero pensada para la distracción y el solaz, que bien falta nos hacen.

Vamos antes a quedarnos un momento en la biografía de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach. Puede ser buen momento para recordar los distintos lugares en los que vivió el maestro porque son fundamentales para conocer su forma de componer. En Eisenach estuvo hasta 1695, momento en que se marchó a Ohrdruf, de donde se fue con quince años, es decir, en 1700. Lo hizo hacia Lüneburg, entre 1700 y 1702. Desde ahí viajó a Weimar por primera vez en 1703 donde trabajó muy poco tiempo ya que ese mismo año fue contratado en Arnstadt hasta 1706, cuando empezó a trabajar en Mühlhausen; el puesto lo dejó en 1708. De nuevo regresó a Weimar, esta vez más tiempo, hasta 1717. Ese año marchó a Köthen hasta 1723, momento en que llegó a Leipzig y allí se quedó hasta su muerte en 1750.

Escuchemos su Concierto para teclado solo n.º 10 en do menor, BWV 981. Es una transcripción de un concierto de Benedetto Marcello publicado en Venecia en 1708. La parte original del violín solo se conserva por medio de la obra de Bach, que debió impresionarle mucho ya que se conservan hasta cuatro copias de la obra del alemán. La obra esta dividida en cuatro partes a modo de sonata da chiesa. El primer movimiento es un Adagio que inicia con un ritmo con puntillos, recordando mucho a Corelli. El Allegro siguiente empieza de forma imitativa en las tres partes que corresponderían a los violines. La pieza termina con una forma sonata aún más clara, ahora sí en estilo de Marcello.

La partitura de la composición puede descargarse aquí.

La interpretación es de Alexandre Tharaud al piano.