¡Feliz domingo! Seguimos recorriendo esas pequeñas maravillas que son estos corales de Bach. Aunque su incorporación al catálogo de las obras del maestro fue posterior al, digamos, oficial, no significa que sean obras de menor entidad, a pesar de su brevedad.

Sigamos por la biografía de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach y fallecido en Leipzig. Cuando publicó la parte tercera de su Clavier-Übung lo hizo por sus propios medios. Sin embargo, la imprenta Krügner le dio ciertos quebraderos de cabeza, por lo que la obra tuvo que ser pospuesta hasta 1740. Bach lo dedicó por completo al órgano, formando así su particular versión de los Livre d'orgue franceses, como el de Grigny, du Mage y otros. Así, incluyó preludios, fugas, duetos, corales, himnos, etc. Eran piezas que desde el momento de su creación se vieron como de una gran dificultad y no aptas para los intérpretes que casi se sientan por primera vez a los teclados del instrumento rey.

Escuchemos el preludio coral para órgano Wir glauben all in einen Gott, BWV 1098. Usa le melodía de dicho coral luterano, que es en realidad el credo, y que Bach usó en varias de sus otras obras. Ahora hace un uso libre y fugado de la melodía, estando bastante enmascaradas al final de la composición de hoy. Precisamente, entre esta composición y una incluida en la tercera parte del Clavier-Übung que comentaba en el párrafo anterior.

La partitura de la composición puede descargarse aquí.

La interpretación es de Hans Fagius al órgano.