¡Feliz domingo! Bach nos acompaña siempre en nuestras vidas y, en este blog en particular, cada domingo. Para el primero de este junio te voy a traer una serie de corales que son muy breves y, por eso, he decidido agruparlos, también para darle un empujón al catálogo BWV. Dado lo extenso que es, se agradece de vez en cuando este tipo de agrupamientos. Sin embargo, porque sean breves no dejan de ser interesantes estas obras. Y, principalmente, porque en ella se concentra todo el arte del maestro.

De nuevo pasamos un rato en compañía de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach. Aunque nos quedan muchas cosas que ver de la vida del maestro pocos aspectos, sin embargo, nos quedan por tratar. Sin embargo, el que más me sorprende es que, siendo como es un maestro universal hoy día, en su tiempo casi no pasó de ser uno local. No se movió casi de su Turingia natal y cuando murió en 1750 sus obras cayeron en el más absoluto olvido. Algunas, como los famosísimos conciertos de Brandemburgo, quedaron arrumbadas en bibliotecas, y no fue hasta el redescubrimiento de su obra parte de Felix Mendelssohn (en 1829) cuando empezaron a conocer la luz y a darnos luz. Además, en su tiempo casi no se publicó ninguna obra suya, por lo que muchas estaban aún manuscritas e incluso llegaron a perderse. En fin, algo que nos parece incomprensible hoy día pero que en su tiempo parece ser que fue algo normal. Gracias a Dios, tenemos sus composiciones para nuestra alegría hoy día.

Hoy te traigo una serie de corales que, como siempre que son varios, te paso a describir de uno en uno.

Coral «Herr Jesu Christ, dich zu uns wend», BWV 726. La melodía coral aparece de inmediato y se mantiene al final de la misma, dando la clara impresión de que fue concebida para acompañar el canto de la congregación. Aparecen momentos casi de improvisación y la armonización es muy curiosa, con algunos acordes disonantes y toques digamos que exóticos.

Coral «Herzlich tut mich verlangen», BWV 727. De nuevo es un arreglo coral muy conciso y cvon un fuerte carácter de queja, que Bach refuerza especialmente introduciendo coloristas disonancias y una armonía fuertemente marcada.

Coral «Jesus, meine Zuversicht», BWV 728. Nos muestra un lado feliz, a la vez que sereno y lleno de emoción. El coral es enunciado de forma sencilla y con una armonía poco complicada pero que con su carácter ascendente no hace sino acentuar el carácter angelical de la pieza, no muy complicada técnicamente pero que necesita de un gusto exquisito para ser bien interpretada.

Coral «In dulci jubilo», BWV 729. Se trata de una obra jubilosa que tiene todo el estilo y el ambiente solemne y a la vez tierno de la navidad. El coral es enunciado al principio acompañado por masivos acordes, sucesivos pasajes a modo de recitativo conducen a un ambiente más sosegado pero lleno de esa emoción navideña que siempre rodea a esta conocida melodía.

Coral «Liebster Jesu, wir sind hier», BWV 730. La melodía es la del himno anónimo de Tobias Clausnitzer. Aquí el maestro la presenta de forma sencilla y a la vez solemne, con algo de ornamentación al final de la misma, sin grandes alardes contrapuntísticos pero lleno de sabiduría.

Las partituras puedes descargarlas aquí: BWV 726 - BWV 727 - BWV 728 - BWV 729 - BWV 730.

Las interpretaciones son las siguientes:

Para el coral BWV 726, Kay Johannsen al órgano.

Para el BWV 727, Kay Johannsen al órgano.

Para el BWV 728, Bine Katrine Bryndorf al órgano.

Para el BWV 729, Kay Johannsen al órgano.

Y para el BWV 730, Andrea Marcon al órgano.