Bach, partita para flauta BWV 1013

¡Feliz domingo! Llegamos a ese momento de la semana en el que escuchamos aquí música de «la vieja peluca». Cambiamos radicalmente de instrumentos. Después de las relativamente conocidas (algunos movimientos sí lo son) suites para chelo solo vamos a irnos a un delicado instrumento de viento.

Antes de disfrutar de la música hagamos lo propio con la biografía de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach. En Mühlhausen estuvo al cargo de la música municipal al igual que ahora en Leipzig. Sin embargo, este cargo le confería mayor autoridad, experiencias y medios para prosperar. Estar al mando del prestigioso puesto de cantor de Santo Tomás conllevaba un gran prestigio ya que la figura esta institucionalizada desde antiguo. Nada más llegar se embarcó en la tarea de componer una cantata para todos los domingos del año (excepto los de Adviento y Cuaresma) que proporcionaría a Leipsig y sus dos principales templos un repertorio verdaderamente adecuado a la categoría de la localidad. Un domingo tenía lugar en Santo Tomás y el otro en San Nicolás; en las fiestas mayores, por la mañana en una y por la tarde en la otra.
Escuchemos la Partita para flauta sola en la menor, BWV 1013, de la que no sabemos realmente las circunstancias de su composición, probablemente en la década de 1720, en sus años de Cöthen. Debió disponer de un buen intérprete ya que Bach, que se sepa, no sabía tocar el instrumento. El movimiento más largo es la Allemande inicial de compás binario. Hay frecuentes saltos interválicos de forma que Bach crea un sonido polifónico con un instrumento que no lo es. Le sigue una Corrente, más rápida y con estilo italiano, esta vez con compás ternario y con dos mitades asimétricas, llegando hasta un re sostenido al final. Tras una aristcrática Sarabande Bach termina la partita con un Bourrée Anglais, con un ritmo muy en boga en la Europa de su tiempo.
La partitura de la pieza puede descargarse aquí.
La interpretación es de Marten Root a la flauta.