Bach, preludio coral BWV 653

¡Feliz domingo! Bach suele tener la capacidad y la maestría de que de vez en cuando nos regala una melodía de esas inolvidables que se te meten tan adentro que ahí permanece siempre y vuelves a ella una y otra vez. ¿Te ha pasado esto con algo de él alguna vez? Si no la obra de hoy seguro que te causa esa sensación tan bella. Nos va a emocionar en una composición que se irá desplegando poco a poco hasta mostrar una cantidad de colores que casi nos resulta imposible de asimilar.

De maravilloso puede calificarse su preludio coral An Wasserflüssen Babylon, BWV 653. Johann Adam Reincken destacó por una fantasía sobre este coral que casi dura veinte minutos, obra que Bach conocía. Siendo organista de Weimar hizo su propia versión, esta, en forma de preludio coral algo serio pero de una melodía bellísima. Llegó a hacer una versión (la BWV 653b) en la que el pedal ejecuta dos voces. Debió ser una obra favorita de Bach porque cuando vivía en Leipzig la retocó varias veces añadiéndole más ornamentos a la melodía coral y acentuando el ritmo de sarabanda lenta. Esa voz intermedia tan adornada representa precisamente la de los israelitas que cantaron un canto (como dice el salmo) a pesar de sufrir una fuerte opresión.
La partitura de la composición puedes descargarla aquí.
La interpretación es de Maria-Magdalena Kaczo al órgano Remy Mahler de la localidad francesa de Saint-Etienne de Baïgorry.