Bach, suite inglesa BWV 810

¡Feliz domingo! El ritmo continúa imparable y llegamos un domingo más a la obra correspondiente de Bach. Las suites inglesas casi están llegando a su fin (queda la sexta ya que el seis era un número muy frecuentado por Bach). Pero tampoco tenemos que ser agoreros y pensar en el final: vamos a disfrutar de lo que el catálogo BWV nos tiene preparado para hoy. Como siempre, y porque esto es Bach, no te defraudará.

Johann Sebastian Bach (1685-1750) es ese compositor alemán que, como sabes, nació en Eisenach. Aunque la obra de hoy no está relacionada con la navidad, ya que estamos en este tiempo litúrgico, voy a darte un par de pistas sobre el concepto que en tiempos de Bach se tenía de él. Había una triple concepción en cuanto a la forma en que Cristo viene a nosotros: en carne, en nuestros corazones y en el juicio final. Todo ello aparece en los libretos de obras compuestas para ese tiempo, especialmente en su «Oratorio de Navidad». Ese triple pivote, que parte de lo humano y llega a lo escatológico, es fundamental para entender la teología de su tiempo y cómo todo lo reflejaba el maestro en sus composiciones. Así, en nuestro más profundo interior, tenemos que fomentar la unión mística del «deber de vivir» que nos desprenden estas fechas, con los conceptos de «doctrina de la fe» y «consolación por la fe», puesto que Dios se hace hombre para hacer de todos nosotros hijos de Dios.
Par hoy, el catálogo BWV nos tiene preparada la Suite inglesa n.º 5 en mi menor, BWV 810. De nuevo nos encontramos ante la habitual sucesión de movimientos en forma de suite francesa. En el prélude encontramos una bella fuga a tres voces, que es seguida por la allemande, lenta y elegante, con ambas manos independientes pero imitándose una a otra. La courante nos lleva al compás ternario y el contrapunto se sigue manteniendo elegante y controlado, algo que se incrementa aún más en la sarabande siguiente. Es la verdadera pieza lenta de la suite, llena de tranquilidad y dando pie a la meditación. Le sigue (algo novedoso) un par de passepieds, repitiéndose el primero tras el segundo, que lleva la indicación de en rondeau. El colofón final lo pone la habitual gigue, con un contrapunto supremo tal y como nos tiene acostumbrados el maestro.
La partitura de la obra puedes descargarla aquí.
La interpretación es de Christophe Rousset al clave.