¡Feliz miércoles! No es la primera vez que uso este título para una publicación. Se trata de una traducción literal de un tipo de concierto muy utilizado en la época barroca y que Handel llevó a su cúspide. Sin embargo, hoy no vamos a acudir a este maestro sino a otro muy desconocido pero que compuso una bella música.

Se trata de Giovanni Benedetto Platti (1697-1763), compositor italiano nacido el Padua. En un documento de 1771 ya se alude a él como perteneciendo al arte dei sonadori; poco más se sabe de él de su primera época. Es posible que entre sus maestros venecianos estuviesen Albinoni, Vivaldi, Lotti o los Marcello. Su padre era intérprete en la basílica de San Marcos y parece ser que antes de 1722 conoció los cembalo a martelletti de Cristofori. Ese año fue a Wurzburgo y un año más tarde se casó con una soprano que cantaba para la corte. Para el príncipe lo fue casi todo: compositor, instrumentista, cantante, director, etc. El corpus musical suyo que se conserva no es demasiado amplio comparado con el de otros de sus contemporáneos. Como características propias encontramos un excepcional sentido de la estructura y unas formas extraordinariamente elegantes, algo que comprobaremos en la pequeña pieza de hoy.

Escuchemos su Concerto grosso n.º 10 en fa mayor según Corelli. La adaptación que hace Platti no puede ser más elegante. Por encima de un acierto mayor o menor en dicha adaptación, vemos cómo Platti era un verdadero heredero de Corelli, cuya sombra es muy alargada y lo abarcó casi todo en su época. La obra está dividida en cinco movimientos: Preludio, Allegro, Sarabanda, Gavotta, Giga y la Sarabanda está llena de encanto y de elegancia, que es el adjetivo que más podemos adjudicar a la obra de Platti. Una verdadera delicia.

La interpretación es la Akademie für Alte Musik Berlin.