Ya sabes que este humilde blog no es sobre política ni sobre religión. Así que aunque lo pudiera parecer por su título no voy a soltarte una perorata sobre la transferencia de competencias a Euskadi ni nada similar. Lo que quiero traerte es una obra que se titula así (creo que no muy conocida) cuyo segundo movimiento es una belleza auténtica.

El compositor de la obra es Francisco Escudero (1912-2002), maestro vasco nacido en San Sebastián. Estudió armonía y composición con Pagola en su ciudad natal, con Conrado del Campo en Madrid y con Paul Dukas en París. Él mismo fue profesor en el conservatorio de San Sebastián enseñando armonía. Fundó la Banda Municipal de Donosti. Tocó casi todos los géneros musicales, destacando sus dos óperas con libreto en vasco (Zigor y Gernika). Aunque sus obras no son pictóricas ni directamente narrativas sí se pueden encuadrar muy a menudo dentro de las composiciones programáticas. Supo superar las restricciones de la posguerra y conseguir una voz personal en la música española.

En 1946 publicó su Concierto vasco para piano y orquesta. Al año siguiente la obra era muy popular y consiguió el Premio Manuel de Falla, siendo estrenado por la Orquesta Nacional de España dirigida por Ataúlfo Argenta. Obviamente según se deduce del título, Escudero utilizó en esta obra materiales populares vascos, a los que sometió a todo tipo de tratamientos para el concierto. En cierto sentido, se asemeja a lo que también hicieron Usandizaga o Guridi. Te recomiendo que prestes atención al segundo movimiento, Adagio cantabile, que es de una belleza y una serenidad indescriptibles. Escudero aquí legó una página para la posteridad.

Los movimientos de esta obra son: Allegro moderato - Adagio cantabile, molto sostenuto e mesto - Allegro giusto.

La interpretación que hoy te traigo se debe a Marta Zabaleta (piano) y la Orquesta Sinfónica de Euskadi dirigida por Arturo Tamayo.

1 ALLEGRO MODERATO


2 ADAGIO CANTABILE


3 ALLEGRO GIUSTO