Eterno placer, infinito amor



Este es el poético título de la obra que te propongo disfrutar hoy. Seguro que la obra te va a encantar de forma que la escucharás varias veces. El maestro que la puso negro sobre blanco nos ha visitado varias veces pero, como pasa entre los grandes, su música siempre (siempre) nos sabe a poco. En un momento vamos a paliar esto disfrutando de esta maravilla, que te hará profundizar en la obra completa.

Ese genio de la música es George Frideric Handel (1685-1759), compositor británico de nacimiento alemán en Halle. Un contemporáneo de Handel era el compositor Maurice Greene. A propósito de estos dos, el historiador de la música Charles Burney dijo que Greene sentía tanta admiración por Handel que accedió a ser quien se encargase de los fuelles cuando este fue a tocar el órgano en la Catedral de San Pablo de Londres. Handel, tras las oraciones de las tres de la tarde, a las que solía asistir se encerró en el recinto con Greene y en maestro tocó el órgano hasta las ocho o nueve de la noche. En otra ocasión asistía a un servicio en una iglesia y pidió al organista tocar el instrumento. Cuando lo hizo la congregación se negó a abandonar el tempo y se quedó escuchándolo bastante tiempo. Así era el gran arte de este gran maestro.

Sin embargo, hoy no te ofrezco música para órgano de este hombre, sino un fragmento de su ópera Semele, HWV 58. Fue estrenada en 1744 y se basa en un fragmento de las "Metamorfosis" de Ovidio. Trata de Semele, que ha concebido a su hijo Baco del dios Júpiter. Cuando la esposa de este, Juno, se entera de que el dios ha cometido adulterio se enfada y decide acabar con Semele. Viendo la diosa la belleza de Semele la induce a dejar el adulterio. Finalmente esta muere pero cuando va a morir, entre las cenizas aparece su hijo Baco. Al final del primer acto Semele parece disfrutar de su papel de nueva diosa cantando el aria Endless pleasure, endless love. La música no puede ser más maravillosa para mostrar el estado de ánimo de Semele y cómo se siente totalmente feliz estando con Júpiter.

La partitura de la ópera completa puedes descargarla aquí.

La interpretación es de Carolyn Sampson (soprano) y los conjuntos corales e instrumentales The Sixteen dirigidos por Harry Christophers.

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