Gloria, alabanza y honor

¡Feliz jueves! Tras palabras muy sugerentes para una música no menos sugerente. A veces nos cuesta mucho escuchar la música contemporáneo porque el lenguaje nos resulta complicado (quizá por lo poco que estamos acostumbrados a él). Lo mismo nos ocurre con la música medieval porque utiliza a veces unas técnicas algo abstrusas para nuestros oídos tan anclados aún en el barroco y el romanticismo. Merece la pena hacer el esfuerzo de entenderla.

Disfrutemos de su motete Gloria, laus et honor. Las voces ejecutan desde el principio un impresionante movimiento paralelo lo que le confiere a esta pieza de una solemnidad y una severidad muy especiales. Esta composición, basada en un texto del Antiguo Testamento, fue muy admirada en su tiempo a pesar de su carácter conservador en cuanto a técnicas de composición. Binchois parece encontrar como fuente de inspiración la música de las capillas borgoñonas y compone una música funcional, con un uso estrictamente litúrgico, incluso sin la intención de que fuese más allá de eso. A pesar de todo nunca pierde ese carácter maestro que tiene no solo el compositor sino esta impresionante obra.
La interpretación es del Ensemble Gilles Binchois dirigido por Dominique Vellard.