Grupos



Si visitas este blog regularmente sabes que me gustan los contrastes. Si ayer disfrutábamos de música para órgano de comienzos del Barroco en Italia, hoy nos vamos a trasladar a la segunda mitad del siglo XX para escuchar una obra rompedora, impresionante, sorprendente, pero que necesita varias escuchas para ir entendiéndola. Es una de las más conocidas de su compositor. Si te apetece, te lo presento.

Se trata de Karlheinz Stockhausen (1928-2007), compositor alemán nacido en Mödrath. Es uno de los más importantes del siglo XX pero también de los más polémicos. En muchas ocasiones, sus obras son verdaderas performances. Sin embargo podemos decir también que es un maestro que se encargó de reforzar que la música del siglo XX es algo difícil y en algunos casos con aires megalomaníacos. Era un compositor incansable que en realidad quería responder mediante su música a la idea de que estaba hecha con una idea, que no era algo al azar. Sus obras son provocadoras (basta recordar el cuarteto en el que cada instrumento de cuerda está dentro de un helicóptero) pero que quedarán como verdaderos monumentos de una época en el que el experimentalismo lo era todo. Merece la pena hacer el esfuerzo de escuchar su música.

Una de sus obras más importantes es Gruppen, compuesta para tres orquestas con tres directores. Fue terminada en 1957, cuando Stockhausen contaba con 30 años. Es un hito dentro de la música del pasado siglo. Contiene bloque rítmicos que se superponen a modo de un paisaje montañoso en el que se funden montañas, en palabras del compositor. Como primera escucha, más que perderse en apreciar escalas, timbres o dinámicas que van de una orquesta a otra, lo mejor sería dejarse llevar por la fuerza arrolladora de un sonido que te arrastra durante más de veinte minutos. El compositor Bryan Ferneyhough se vio impresionado ente tanta cascada sonora. En el estreno de la obra los directores fueron (¡atención!), el propio Stockhausen en la primera orquesta, Bruno Maderna en la segunda y Pierre Boulez en la tercera.

La interpretación que te ofrezco es la de la Orquesta Filarmónica de Berlín dirigida por Friedrich Goldman (I), Claudio Abbado (II) y Marcus Creed (III).

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