Misa de Berlín



Si eres seguidor de este humilde blog sabrás que una de mis debilidades es un compositor estonio que ya te he traído varias veces. Y hoy me he acordado de él para traer esta misa suya, también porque ayer lunes se cumplió el aniversario de su estreno. Vamos a dejarnos maravillar una vez más de su música, profunda como la piedra lanzada a un pozo.

Ese estonio no es otro que Arvo Pärt (1935), maestro nacido en Paide. Según él mismo confiesa, comenzó componiendo solo música orquestal y se adhirió fervientemente a la vocal cuando escuchó a The Hilliard Ensemble. Dice que fue una revelación y que cambió totalmente su vida. Las lágrimas afloraron de sus ojos y escuchando cantar a ese grupo he hizo estar en disposición de no saber si se encontraba en el cielo o en la tierra. El maestro comenzó a componer para el grupo, que estaba expectante por ver qué les escribiría. Pärt volvió a quedar satisfecho escuchando al Ensemble interpretar su música, tanto que dijo que era la primera vez que escuchaba su música ser interpretada del mismo modo a como la había concebido en su cabeza.

Del maestro Pärt te traigo su Berliner Messe. Fue compuesta en 1990 y también participa del famoso estilo "tintinnabuli" que tanta fama ha dado al maestro. Sigue la estructura de la misa tradicional y fue escrita para la fiesta del Espíritu Santo, por tanto, muy cercana al día de Pentecostés. El coro y el órgano (posteriormente la revisó para coro y orquesta de cuerdas) se unen para dar lugar a una música sumamente espiritual, pero que tampoco tiene una gran filiación religiosa. La relación con Pentecostés viene confirmada por la presencia de dos aleluyas y de la secuencia "Veni Sancte Spiritu". Una composición que no te dejará indiferente.

La interpretación es del conjunto Cantores Musicæ Antiquæ y Meghann Wilhoite (órgan) dirigidos por Jeffery Kite-Powell.

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