Música para el Lunes Santo



Recurro otra vez a la música ortodoxa, siempre tan colorista e impactante. Dado que dentro de la liturgia ortodoxa no están permitidos los instrumentos, ni siquiera el órgano, las obras corales están especialmente elaboradas. Los compositores, inspirados por la liturgia, se afanan en escribir unas piezas no solo suntuosas sino que toquen el interior de quien las escuche. Nuestro compositor de hoy no solo lo pretendió cuando escribió esta pieza sino que, como puedes comprobar, lo consiguió.

Estoy hablando de Aleksandr Grechaninov (1864-1956), compositor ruso nacido en Kaluga. Sus prontas dotes musicales hicieron que estudiase en el conservatorio de Moscú. En San Petersburgo, Rimsky-Korsakov reconoció su talento musical. Sus obras, sobre todo corales, adquirieron mucha fama en su época. Tuvo que emigrar a Estados Unidos, muriendo en Nueva York.

En 1911 compuso su obra Semana de Pasión, Op. 58 para coro, destinada a la "Gran y Santa Semana" de la Iglesia Ortodoxa. Hay quien afirma que esta semana es el momento más "saturado" en cuanto a música litúrgica se refiere. No en vano, la celebración de la pasión y muerte de Cristo requiere unos medios fuera de lo común y de alguna forma extraordinarios con respecto al resto del año. La obra constituye un majestuoso fresco de trece secciones relacionadas con lo que se celebra en Semana Santa, aunque concebidos de forma extra-litúrgica, es decir, para ser interpretados fuera de la liturgia. La obra es reseñable en su género. De hecho, el compositor (junto con otros como Chesnokov, Ippolitov-Ivanov o Kastalsky) era uno de los principales representantes de la nueva escuela coral rusa.

El primer número de esta obra es lo que te traigo hoy titulado He aquí el Esposo. El nombre se debe a que toma su texto de un himno de los llamados "maitines del esposo", celebrados los tres primeros días de la Semana Santa. Concretamente, está tomado del texto de tropario, que además es el tema de la parábola de las vírgenes sabias y necias, la cual se lee en los maitines del Lunes Santo. La obra tiene una especial unción, un brillo, un matiz dorado, como un icono ruso: hiératico pero a la vez mayestático, inmóvil pero dinámico.

El texto de la obra es el siguiente:

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Aleluya, aleluya, aleluya,
He aquí el Esposo, que viene en medio de la noche;
y bendito el siervo que lo espera vigilando,
pero indigno a quien encuentre dormido.
Estate alerta, por tanto, alma mía,
y no te dejes vencer por el sueño,
no sea que te entregues a la muerte
y seas excluída del Reino;
regresa a la sobriedad y grita en voz alta:
"¡Santo, santo, santo eres, oh Dios.
Que la Madre de Dios tenga misericordia de nosotros!"
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La interpretación es del Coro de Cámara de la Catedral de San Petersburgo dirigido por Vladimir Begletsov.

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