Música para la Transfiguración

Assumpsit Jesus Petrum, Vivanco

¡Feliz jueves! Es posible que te estés preguntando cómo pasamos de la música navideña a la relacionada con esta otra solemnidad. Ciertamente no sigue el orden litúrgico pero lo importante es la música. La de hoy salió de las manos y el cerebro de un maestro que ha aparecido por aquí alguna que otra vez pero siempre en pequeñas dosis. Reconozco que es por fallo mío porque su música es de una belleza extraordinaria.

Sebastián de Vivanco

Se trata de Sebastián de Vivanco (C. 1551-1622), compositor español nacido el Ávila. Sirvió como maestro de capilla en Segovia, cosa que hizo a comienzos de 1576 y durante varios años. En 1602 pasó la catedral de Salamanca y parece ser que en ese tiempo su intención era haber servido para la de Ávila pero no lo consiguió. Su actividad como compositor fue intensa porque llegó a escribir unos cincuenta motetes y unos dieciocho magníficats. Todos ellos muestran que el maestro lo era verdaderamente, todo un hito en su época. Se publicó una obra llamada «Antología polifónica sacra» y en ella había nada menos que diez motetes de Vivanco, con lo que eso lo dice todo. Su polifonía es de lo más compleja y en ella el compositor emplea a veces intrincados cánones en lugar de la imitación. Pero lo asombroso de esto es que le salía con una pasmosa facilidad. La armonía sería las normas de su época pero aún así es igualmente rica y llena de color.

Comprobemos esto con su motete Assumpsit Jesus Petrum. Precisamente la obra fue compuesta la Transfiguración y su texto es la narración de este pasaje. Vivanco, en un gesto camaleónico, se las apañó para que también sirviese para el segundo domingo de Cuaresma y usó, además del texto evangélico, otro ajeno a la Biblia. En esta composición apreciamos toda la complejidad técnica a la que antes me refería, siendo una pura filigrana, por lo bien que suena y por la maestría con la que está compuesta. Sin duda, Vivanco es un maestro entre maestro, digno de estar a la altura de otros grandes.

La interpretación es de Música Reservata de Barcelona dirigido por Bruno Turner.

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