Salve, Estrella del mar

Ave Maris Stella, Langlais

¡Feliz sábado! La música para órgano tiene casi todo el carácter que se le pueda dotar puesto que el instrumento obviamente da para todo: para grandes sonoridades y para momentos que casi no son percibidos por el oído. Vamos hoy con la música de un gran maestro del instrumento.

Jean Langlais

Nos visita hoy Jean Langlais (1907-1991), compositor francés nacido en La Fontenelle. Resulta sorprendente que un ciego pueda dedicarse a tocar y a componer para el órgano. Langlais es un ejemplo de ello ya que quedó ciego a la edad de dos años. Su profesor de órgano fue André Marchal quien también era ciego. En 1930 ganó el premio de órgano de la clase de Marcel Dupré en el conservatorio y cuatro años más tarde el de la clase de Paul Dukas (Messiaen lo ganaría más tarde). Luego estudió improvisación con Tournemire y fue nombrado organista de San Pedro de Montrouge. Empezó a componer sus primeras obras y, en 1945, entró a trabajar en la Institución para Jóvenes Ciegos, en la que llegó a estar cuarenta años tanto enseñando como dirigiendo su coro.

Vamos a escuchar su obra titulada Ave Maria, Ave Maris Stella. Pertenece a una colección que se titula Trois Paraphrases Grégoriennes, op. 5. Esta es la segunda de las paráfrasis y en ella el compositor usa dos himnos gregorianos, que justo son los que aparecen en el título. Messiaen, gran amigo de Langlais, dijo de esta pieza: «He aquí una pieza para órgano bastante bella, muy poética, muy bien escrita para el instrumento y fácil de tocar». La última sección requiere de cierta habilidad sentado a los teclados del instrumento, pero ello no quita para podamos disfrutar de una pieza encantadora.

La interpretación es de Ray O'Donnell al órgano de la catedral de Galway.

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