Para una bella torre

¡Feliz lunes! De nuevo tenemos una semana por delante para disfrutarla y aprovecharla. Espero que hagas ambas cosas y que le saques todo el partido. Si me lo permite, en ese plan semanal que tengas, quisiera aportarte música que, en el caso de hoy, es especialmente bella, como el monumento al que está dedicada. Los buenos compositores se sienten inspirados por multitud de aspectos de la vida (ordinaria o extraordinaria) y nuestro maestro de hoy no iba a ser menos en esto.

Hoy te traigo su obra titulada Torre Bermeja. Se trata de una obra para piano que pertenece a su colección «Doce piezas características, op. 92». La obra se ha popularizado en su versión para guitarra. La colección fue compuesta entre 1888 y 1889 y en ellas apreciamos cómo Albéniz mimaba esa herencia española que tan bien plasmó en su obra. Esta en particular está escrita en forma de serenata dedicada a una bella torre, aunque hay duda sobre ello. Me explico. Así de forma evidente parece que se inspiró en la famosa Torre Bermeja de la Alhambra granadina pero también se piensa que se sintió fascinado por la llamada Torre Bermeja que está en la Playa de la Barrosa de la localidad gaditana de Chiclana de la Frontera. Si hay un mago que es capaz de encantarnos con su ambiente ese es Albéniz y aquí lo consigue de forma especial, dando sabor, olor y color a esta bella composición. La pieza está dedicada literalmente «a mi querida amiga señorita Isabel de Lisboa».
La partitura de toda la colección está disponible aquí (nuestra obra está en la página 107).
La interpretación es de Esteban Sánchez al piano.