Un piano preparado



Hoy te traigo, para empezar la semana, una música que es exquisita desde el punto de vista de la sonoridad. El maestro era un especialista en esto, y en alguna otra cosa más. La obra es breve, delicada, bella, impresionante y... ¿por qué no? de alguna forma, polémica. Quizá todas estas características se pueden dar a la música este nombre de la segunda mitad del siglo XX.

La música de hoy la pone John Cage (1912-1992), maestro estadounidense nacido en Los Ángeles. Si hay un compositor polémico y transgresor en el siglo XX ese es John Cage. Fue una de las figuras más importantes de la música contemporánea. Tuvo un altísimo impacto en los compositores del siglo XX, más que ningún otro compositor de su país. Trabajó en la UCLA y luego en Seattle y fue aquí donde hizo sus más grandes descubrimientos de su vida, ya que el conocimiento de la bailarina Merce Cunningham le abrió horizontes insospechados. Esa relación fue fructífera durante la mayor parte de su vida. Se dedicó a experimentar con la percusión y también descubrió la sonoridad del piano preparado, del que luego te hablaré. Cage ha compuesto obras realmente polémicas, como "4' 33''" en la que el intérprete no hace nada durante ese tiempo, algo provocador en su tiempo y provocador hoy día. Como te dije antes, un hombre realmente polémico.

Entre 1946 y 1948 compuso sus famosas Sonatas e interludios para piano preparado. Un piano así no es más que un piano al que se le intercala entre las cuerdas distintos objetos (goma, hierro, etc.) para que, al golpearlas los macillos, produzcan un sonido distinto, irreal, especialísimo. Quizá, junto con "4' 33''" es la obra más conocida de Cage. De esta colección te ofrezco escuchar la Sonata II. Tiene una sonoridad que se asemeja al sonido de tambores, a lo que Cage dijo que eso era porque sugerían la música oriental. El término 'sonata' se refiere más a las obras de Scarlatti que a la forma posterior más elaborada. En esta, la estructura es AABB. Cage usa unas proporciones anidadas, con una estructura macroscópica que se refleja en la microscópica. En cualquier caso, la obra es sorprendente.

La interpretación es de Boris Berman al piano.

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