La tristeza del amor

¡Feliz lunes! Podemos decir que casi la mitad de la música compuesta a lo largo de todos los siglos es un inmenso canto de amor en sus distintas facetas: apasionado, nostálgico, fatal,... Hoy disfrutaremos de una pequeñísima muestra más de todo esto.

Quien nos visita hoy no es otra que Pauline Viardot (1821-1910), compositora francesa nacida en París. Procedía de una familia de cantantes, siendo su padre el famoso Manuel García y su hermana la también famosa María Malibrán. Colaboró con grandes maestros como Chopin, Berlioz, Meyerbeer, Gounod, Saint-Saëns, Liszt, Wagner y Schumann, puesto que estos compusieron obras pensando en Viardot. Precisamente con Liszt estudió piano, pero se dedicó al canto tras la muerte de su hermana en 1836. Debutó en Bruselas y su registro, que abarcaba hasta tres octavas, fue la gran atracción para el público. Por hostilidades políticas hacia su marido, Louis Viardot, tuvo que retirarse de la escena y se mudó a Baden-Baden, donde aprovechó el tiempo para componer. También daba conciertos a dúo con Clara Schumann y recitales privado de órgano. Su actividad como compositora continuó tras regresar a París cuando tras la muerte de Napoleón.
Escuchemos su canción titulada Haï Luli! La obra comienza con un descenso hasta el sol menor preludiando la preocupación de la amante mientras espera al amado. La música describe luego lo que anuncian las palabras: cómo la amada está sentada en su rueca mientras sigue esperando. El acompañamiento de la voz cambia a unos sonidos más rítmicos, especialmente en la mano derecha, mientras las sucesiones de acordes sugieren el movimiento de la rueca. Los distintos silencios en las palabras Allons, je filerai demain; aujourd’hui je suis trop en peine! describen a una amante desesperada por su mal de amores, que le produce mucho dolor.
La interpretación es de Cecilia Bartoli (soprano) y Myung-Whun Chung (piano).