Anuncio del cardenal Sturla El padre Cacho, primer cura villero en ser declarado "Siervo de Dios"
(J. B./Télam).- "Queridos amigos, tengo una muy buena noticia que darles. A nuestro querido padre Cacho, a partir de ahora, lo podremos llamar Siervo de Dios". El cardenal Daniel Sturla anunciaba que la Santa Sede concedía a Ruben Isidro Alonso esta distinción, paso previo a la beatificación de quien sería el "primer cura villero" uruguayo santo.
Fallecido el 4 de septiembre de 1992, el padre Cacho fue un sacerdote salesiano que dedicó la mayor parte de vida a trabajar directamente con los más pobres con el afán de mejorar su calidad de vida.
En septiembre de 2014, Sturla anunciaba el comienzo de la investigación sobre el padre Cacho con el objetivo de iniciar su causa de canonización. Ahora, la Iglesia Católica de Montevideo compartió un video de Sturla en las redes sociales para anunciar el nombramiento del padre Cacho quien falleció con "fama de santidad".
"El padre cacho murió con fama de santidad hace casi 25 años. Fue un sacerdote entregado, un sacerdote que fue a encontrar a Dios entre los más pobres", señaló Sturla, quien añadió que "hace poco iniciamos una investigación sobre su vida que terminó presentando toda ese material al vaticano que dio su aprobación para que a partir de ahora la figura del padre Cacho, Isidro Rúben Alonso Alonso sea por nosotros llamado Siervo de Dios y podamos rezarle a Dios por intersección de él, presentarles nuestras intenciones y pedirle que interceda por nosotros, y así como él se metió a vivir en los barrios más pobres y allí pudo darle dignidad a todas esas personas con su presencia humilde, cercana y promoviendo el desarrollo de las mismas personas, él también nos ayuda a nosotros a sentirnos más personas, más buenas, más cerca de Dios y con un corazón que está cercano a los que más sufren, que interceda por nosotros el Siervo de Dios padre Rúben Isidro Alonso, el padre Cacho".
La declaración como "Siervo de Dios" se da después de que la Congregación para las Causas de los Santos examinara el informe sobre la vida del padre presentado por sus postuladores y dictara el decreto "Nihil obstat", es decir, que no hay impedimento para iniciar la causa.
Una vez que se tiene el "Nihil obstat", el obispo diocesano -en este caso Sturla- dicta el Decreto de Introducción de la Causa del ahora Siervo de Dios, a quien ahora podrían aguardar las instancias de Venerable (para la que se analizan escritos y se convocan testigos), Beato (para la que se necesita un milagro) y Santo (para la que se debe comprobar un milagro ocurrido tras la beatificación).