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"No trata sobre el celibato ni ordenar a hombres casados, sino el 'Cuidado de la Casa Común'"
"El cuidado de la Casa Común y la lucha contra las violaciones de los Derechos Humanos". Nuestro bloguero, César Caro, define de esta forma el contenido de la misión que lleva a cabo en Yavarí, cerca de la triple frontera en la Amazonía peruana. Es el mismo contenido que tratará el Sínodo para la Amazonía del mes que viene en Roma: un acontecimiento que Caro recuerda "no trata sobre el celibato ni sobre ordenar a hombres casados. Trata sobre el 'Cuidado de la Casa Común'. Ese es el tema del Sínodo: la 'ecología integral'".
Con acento de Perú.
Estoy de vacaciones. Y en Madrid, básicamente, como dicen en mi tierra, pidiendo perras. Pidiendo fondos; financiando un proyecto para una sala polivalente en la misión.
Sí. La triple frontera de Perú, Colombia y Brasil. Pero yo estoy más en el lado de la frontera doble, entre Perú y Brasil. Estoy en Yavarí.
Esa es la clave del Sínodo, que la Iglesia es una institución mundial que ha puesto el foco sobre un problema global y de forma muy eficaz. Por eso, el primer objetivo del Sínodo está conseguido. Y podemos estar orgullosos. Luego, es verdad que se tratarán otras cosas y otros aspectos más internos de la Iglesia pero, en realidad, lo que pretende el Papa es fijar al atención sobre la degradación del Medio Ambiente a nivel mundial. Y en la Amazonía, en particular.
Yo creo que sí. Mira, nosotros nos hemos librado de los fuegos porque están en la parte de Perú con Brasil y Bolivia. Y en en el otro costado, de Brasil con Paraguay. Por ahí es donde hay más fuego. Pero nosotros tenemos fuegos a dos días de navegación río arriba.
Estamos cerca del 20% de deforestación de la Amazonia. Esto significa que, si no se para la cosa, dentro de quince años vamos a estar en el 40%. Que se va a convertir en un desierto que va a trastocar completamente el clima de la subregión y, en un efecto de concatenación, el clima del planeta.
Sí, nos lo estamos tomando a broma. Y el Sínodo responde, sobre todo, a eso. Es importante entenderlo, para no dejarnos enredar por gente que intenta llevar el debate a textos que, digamos, no son tan relevantes.
El Sínodo no trata sobre el celibato ni sobre ordenar a hombres casados. Trata sobre el 'Cuidado de la Casa Común'. Ese es el tema del Sínodo: la 'ecología integral'.
Yo creo que sí porque se subraya algo que es secundario. Y que, además, es un problema que se ha de tratar en el contexto de la Amazonía, porque fuera de contexto es un tema que tiene otra dimensión y que se ve de otra manera.
Bolsonaro está vendiendo la Amazonía brasileña. Y desde el principio hizo cambios, muy importantes, que nosotros los vivimos en nuestra propia piel. Por ejemplo, toda la competencia del tema indígena la ha pasado al Ministerio de Agricultura dándole un carácter. Y ahora, la Amazonía para él tiene un perfil comercial: vende tierra. También hay otras tierras que se queman para convertirlas en tierras de cultivos intensivos de mega empresas que van a comercializar, por ejemplo, palma aceitera. Y además lo dice: su argumento es que la Amazonía es muy grande y hay muy poca gente.
Y que pertenece a todos los brasileños. Y eso no es cierto al 100%. La tierra pertenece a los indígenas, que son los que la habitan desde tiempo inmemorial. Luego, hay un montón de recortes, de cambios: por ejemplo, barrer la atención sanitaria a los indígenas en Brasil. Todo enfocado siempre a empeorar la situación de los indígenas, que se quedan más desprotegidos. Lo estamos viendo. En el Brasil es peor. En el Perú estamos mal, pero no ha habido un cambio significativo.
Yo creo que puede ser una instancia moral y tener un peso moral y político. Político en el sentido preciso de la palabra.
Sí, a nivel político global puede ser un buen puntal. Yo creo que ahora miso la palabra del Papa y de la Iglesia, en este terreno, es una palabra muy autorizada. Porque el Papa este prestigio se lo ha ganado. Y en eso le lleva la delantera a otros líderes mundiales de opinión, o líderes morales. Entonces, un efecto a nivel político el Sínodo lo puede tener. Y a esos niveles, los que más.
También puede tener un efecto, o debería tenerlo, en el contenido y los métodos de la misión.
En la misión el contenido también es este: el cuidado de la Casa Común y la lucha contra las violaciones de los Derechos Humanos. La misión no puede ser algo más sacramental o más centrado en sí mismo como lo ha sido, o lo es todavía, muchas veces, en Europa, sino que tiene que ser algo más comprometido con la realidad. Y la realidad reclama, ahora mismo, posicionarse claramente frente a estos problemas. Entonces, puede que el Sínodo nos ayude a entender que el estar al lado de los que sufren o el estar vigilante de que se respeten los derechos Humanos es tan nuestro como la misa o como el bautismo.
El nombre que se puso el Papa, se lo puso por este motivo también, y no cabe duda que el tema medioambiental es una línea clave de su pontificado.
El documento preparatorio tenía un montón de preguntas y las hemos trabajado en varios foros y de diversas maneras. Lo hemos trabajado los misioneros, grupos más especializados o con más conocimientos, campesinos, los animadores de las comunidades, la gente de las comunidades, en encuentros de vicariatos... Todo eso se compiló, se consolidó y se mandó. Y creemos que toda esa información alimentó el instrumento de trabajo, que es un documento, yo creo, muy completo.
Por eso tienen que discutirlo. Concretamente, ese problema yo creo que tiene que ser tratado con el lenguaje o en el contexto de cómo hacer que las comunidades sean eucarísticas. Tal vez no es tanto, vamos a ordenar allí o vamos a ordenar a este o al otro, porque, de repente, podemos repetir un esquema clerical que, al menos donde yo vivo, en muchos casos no conviene.
A lo mejor la cosa no es: bueno, agarramos y ordenamos aquí, y luego la eucaristía la hacemos en el misal romano... No.
Yo creo que, primero, vivimos en unas comunidades cristianas y buscamos su raíz eucarística que está en la propia cultura indígena. Entonces, cómo encontramos ahí esos valores y cómo los expresamos. Es como un árbol que, en vez de podarlo, se le deja crecer desde la raíz, a ver qué es lo que sale. Pero para esto hay que ser confiado y estar abierto. Tal vez, el camino no es mediante el sacramento de la ordenación para hombres casados o no, o lo que sea. A lo mejor el camino es otro, más desde la base; desde abajo para arriba.
Hay un número del Sínodo, en el instrumento de trabajo, creo que es el 127, que al leerlo pensé «no puede ser, me he equivocado. Lo voy a leer otra vez». Dice una cosa muy importante: que hay que 'repensar'.
También hay que explicarle a los críticos que es un instrumento de trabajo; no, una encíclica.
En el punto 127 dice, por ejemplo, que habría que pensar el hecho de que siempre, en todos los momentos, la potestad de gobierno en la Iglesia está unida al sacramento del orden, porque puede que eso en el contexto amazónico no tenga sentido. Pero esta afirmación no dice que se tenga que quitar, está diciendo que se piense. Que a lo mejor hay otros procedimientos.
Entonces, en ese aspecto, puede haber personas, y las hay, que no son ordenados y que pueden tener un papel relevante, decisivo, coordinador de la comunidad. Que ya lo estamos viviendo pero, que esto se sancione con ministerios oficiales. Que no sea por sustitución del sacerdote porque hay no hay. Ese es un campo de debate. Entonces, vamos a pensarlo. A lo mejor no hay que denostarlo desde fuera; hablemos sobre ello y a ver qué decidimos o qué caminos tomamos.
Es un instrumento de trabajo y un Sínodo. Lo que no se puede es agarrar las tijeras de podar antes de que empiecen las discusiones.
Y no me parece constructivo ni fiel a la Iglesia.
Esta vez se trata de construir una sala polivalente, llamémoslo así. Una sala de usos múltiples en Islandia, que es un pueblo-ciudad que está encima del río. Durante medio año estamos encima del agua y durante medio año baja el nivel del Yabarí y pisamos la tierra firme. Cuando estamos encima del río caminamos por puentes, porque no hay calles. Tenemos una especie de salón parroquial, muy viejo, que se va a caer. Que cuando nos metemos 15 o 20 perosnas ahí, se mueve.
Entonces, lo vamos a botar y vamos a hacer uno con el piso y los cimientos de cemento, y sobre ellos construir con madera; una forma de construcción muy habitual allí. Y necesitamos ayuda, por eso la estoy pidiendo en varios lugares. En Mensajeros de la Paz, que ya nos ayudó el año pasado a construir unos baños. Misión América también nos ha ayudado. Y mañana iré a la Conferencia episcopal, al fondo de evangelización. Y esto, aquí, en Madrid. En otros sitios, más.
Bueno, yo creo que si le pones rostros concretos a lo que le pides, la gente está más abierta. Tú lo cuentas de primera mano porque o lo has visto o lo has hecho, y la gente colabora con más facilidad.
Porque el sínodo no es solo para la Amazonía; es para todos.
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