En la misa de la Virgen de Los Ángeles Monseñor Montero aboga por una Costa Rica solidaria, fraterna y pacífica
Monseñor Fray Gabriel Enrique Montero abogó ayer por una Costa Rica solidaria, fraterna y pacífica, durante la misa de celebración del día de la Virgen de Los Ángeles, patrona de Costa Rica.
El obispo de San Isidro de El General indicó que la "presencia de la mano delicadamente femenina" de la Virgen se puede observar en el pueblo costarricense que ha crecido y mantiene hasta hoy su identidad democrática y soberana.
"El cuidado materno se observa en el logro pacífico de nuestra independencia, en el triunfo de nuestra soberanía con ocasión de la crisis filibustera, en el hecho de que las confrontaciones bélicas han sido brotes pasajeros de violencia y no una guerra devastadora", afirmó Montero.
El obispo brindó hoy la homilía de la fiesta religiosa más concurrida de Costa Rica, en la que miles de creyentes realizan la tradicional romería.
Los fieles caminaron desde sus casas, algunas ubicadas hasta 150 kilómetros de distancia o más, para llegar a la Basílica de Los Ángeles, en la ciudad de Cartago, 20 kilómetros al este de San José.
Sin embargo, según el obispo Montero, María ha cumplido con su rol de madre para con el pueblo costarricense, pero los ciudadanos no le han respondido de la misma manera y "una buena parte no cumple con su vocación histórica cristiana".
El prelado criticó la difusión de la pornografía, de forma gratuita, el desenfreno sexual, la falta de principios y valores en el matrimonio, y la brecha que sigue creciendo entre ricos y pobres.
"El pueblo reconoce que sigue creciendo la brecha entre ricos y pobres, se incrementa la inseguridad ciudadana, el poder de aquellos que se enriquecen por el cultivo y distribución de las drogas, situaciones que carcomen los órganos más sensibles del país", dijo Montero.

A la misa asistieron representantes de todos los poderes del Estado, incluido el presidente del país, Luis Guillermo Solís, quien en un discurso pidió justicia social, igualdad, amor y solidaridad.
"Los más pobres y más humildes son nuestra mayor responsabilidad, y no es solamente rezar, sino también sumar nuestras fuerzas para lograr que esta parte de nuestra sociedad, en nuestro caso una quinta parte, tengan acceso a mejores condiciones", dijo el mandatario.
Solís además expresó que la grandeza de una nación está en el amor del pueblo y pidió a "La Negrita" por los migrantes africanos que están en el país, y que ruegue por quienes gobiernan para que sepan escuchar la voz del pueblo que tanto necesita de líderes que les sirvan.
La ceremonia religiosa se llevó a cabo en la explanada que se ubica al frente de la Basílica de Los Ángeles ante cientos de fieles, quienes tuvieron que sacar sus sombrillas para poder protegerse del fuerte sol.
La tradición religiosa indica que el 2 de agosto de 1635, una imagen de 18 centímetros de una madre morena con un niño en brazos y esculpida en piedra y jade, se apareció a la niña indígena Juana Pereira en una roca.
La niña llevó la imagen a su casa en varias ocasiones, pero ésta volvía a aparecer sobre la misma piedra, lo que fue considerado como una señal divina por los sacerdotes de la época, quienes decidieron construir en el sitio una iglesia que en la actualidad es la Basílica de Los Ángeles.
Autoridades de la iglesia católica afirman que cada año cerca de dos millones de personas realizan la romería para agradecer o pedir milagros a la virgen.
(RD/Efe)
