Llama a tener cuidado por las acciones de Donald Trump Obispo Raúl Vera pide a México alejarse de Estados Unidos

En entrevista el obispo emérito de Saltillo, Coahuila, Mons. Raúl Vera López, se refirió a lo que está pasando en Estados Unidos con el presidente Donald Trump y su amenaza constante de aumentar los aranceles en diversos productos y materiales que México exporta de dicho país.
Mons. Vera visitó la ciudad de San Cristóbal de las Casas en Chiapas, donde impartió la conferencia titulada “Convicción y esperanza, construyendo el camino a la justicia” donde también habló sobre la matanza de Acteal donde murieron 45 indígenas tsotsiles en el año de 1997.
Jimena Hernández corresponsal en México
El obispo emérito de la Diócesis de Saltillo, Coahuila, Raúl Vera López, lamentó las amenazas que ha realizado Donald Trump a sus socios comerciales con el incremento de aranceles, por lo que señaló que México debe buscar alternativas económicas y otros socios para poder alejarse de los malos tratos recibidos por parte del gobierno estadounidense.
Mons. Vera destacó que hay que estar muy atentos de lo que haga el vecino del norte ya que esta afectando en muchas cuestiones al país y enfatizó que “los gringos tienen mucho dinero y quieren más”
“Tenemos que estar pendientes de Estados Unidos, están haciendo barbaridades. Ellos tienen mucho dinero, pero todavía quieren ganar más. Por lo tanto, debemos seguir adelante y fortalecer el sistema legal. Hay muchas cosas delicadas. Yo, la verdad, estoy muy preocupado por todo lo que está pasando en México. Debemos buscar una salida y no permitir que México sea maltratado por el país americano”, señaló.
Masacre de 45 tsotsiles en Acteal "fue un parteaguas en la historia"
El obispo, quien visitó San Cristóbal de las Casas en Chiapas, ofreció la conferencia “Convicción y esperanza, construyendo el camino a la justicia”, y se refirió a la matanza de los 45 tzotziles cometida en Acteal el 22 de diciembre de 1997, señalando que fue un parteaguas en la historia de Chiapas, situación que convulsionó a la sociedad mexicana e internacional.
“Estábamos seguros de que detrás (de los hechos) había cuerpos gubernamentales; no era cualquier cosa lo que estaba pasando ahí. Lo hicieron como una manera de desprestigio, como que se entendiera que había sido una reyerta entre las poblaciones de ahí. Una cosa muy falsa”.
Mons. Vera refirió que murió gente muy valiosa, pero que este hecho logró que se conociera la rectitud, la actitud y sobre todo el apego a la justicia de esta comunidad de los pueblos indígenas de Chiapas.
“A mí me ha tocado la fortuna, digámoslo así, de que quedara grabado en mi vida eso. De modo que cuando a mí me sacaron de Chiapas (el Vaticano lo envió como obispo de Saltillo en 1999 cuando tenía derecho de sucesión por ser coadjutor) supe por qué fue. Mucha gente de política e incluso de autoridades de iglesia esperaban que yo llegara a ponerle un hasta aquí a Don Samuel en su trabajo por los pobres, por los indígenas. Esa fue una cosa que me impresionó mucho”.
El obispo emérito defendió en todo momento el trabajo que hicieron y han hecho la orden de los dominicos en Chiapas y el trabajo de Mons. Samuel Ruiz García quién dijo, tradujo la Constitución y las leyes a las lenguas indígenas y por eso al ver que los trataban como esclavos, fueron demandando sus derechos.
Cuidando el camino de la justicia y de la paz
Durante el encuentro, también dieron a conocer que en la Asamblea Diocesana de San Cristobal de las Casas se llegaron a cuatro acuerdos diocesanos para seguir trabajando en la búsqueda de la justicia y la paz, el buen vivir, (el lekil kuxlejal como se nombra en las comunidades). Y el cuidado del camino de la justicia y de la paz.
- Cuidado y defensa de la tierra y el territorio. Nuevamente se compromete para seguir en el cuidado y la defensa de los espacios donde realizamos nuestra vida, donde también se generan espacio de vivencia comunitaria y se busca el bien de la comunidad
- Compromiso por la paz. Nos comprometemos a seguir siendo una iglesia que seguirá trabajando por la paz, que nos lleve al cuidado de la vida. Reconocemos que en los caminos de la paz hemos tenido mártires. No se busca la muerte en sí misma, lo que se defiende es la vida, lo que se busca es la paz, aunque esto traiga consecuencias en la vida personal o de la comunidad. Hay un fuerte compromiso por defender la vida aún a costa de perder la vida personal. De eso ha habido varios testimonios.
- El tercer aspecto a que nos comprometimos y que lo reflexionamos, es el tener una espiritualidad comprometida con la vida, no una espiritualidad desencarnada de la realidad, sino una espiritualidad que nos lleve por los mismos caminos de la justicia y de la paz.
- Finalmente, el cuarto compromiso es el acompañamiento a las nuevas generaciones, principalmente los jóvenes, soñamos con una nueva sociedad, y para ello necesitamos acompañar a nuestros jóvenes a nuestros niños. Algo ha pasado entre nosotros que perdimos la conexión con las nuevas generaciones.