Esto no hubiéramos podido imaginarlo hace diez años, cinco, uno…

Que el PSOE haya aceptado alcanzar la Presidencia de la Comunidad Foral gracias a la muy medida abstención de EH BILDU, que se pusiera en su manos, que aceptara lo que le han dicho de que ellos tienen la llave y que lo mismo que le han abierto la Presidencia con la simple abstención de 5 de los suyos, se la cierran en el momento en que se aparte de lo que a ellos convenga, éso, hace 10, 5 o 1 año España no hubiera pensado que fuera posible…

Pues eso acaba de hacer el PSOE de Pedro Sánchez.

Ha pesado más, mucho más el interés del Partido que la dignidad de las víctimas y de todos los españoles.

No pararán. El nacionalismo no parará. Con armas o sin ellas, su objetivo es claro: van a por España y a por los españoles y ello mediante la destrucción de España y de convertir a los españoles en seres con menores derechos frente a vascos, catalanes, gallegos, o cualquier otra regionalidad con ínfulas nacionales. Lo sorprendente es la pasividad. ¿Cómo el aparato del Partido de Pedro Sánchez no se ha opuesto a la tragedia? ¿Cómo la militancia consiente este nuevo asalto a las víctimas y a los derechos de todos los españoles?. ¿Cómo la oposición no se une ante semejante atropello?. ¿Cómo el asunto no merece un debate nacional en el Congreso?. ¿Cómo es posible que hayamos llegado hasta aquí?.

Una nueva zona de España, Navarra, ha caído en las garras del nacionalismo, sin resistencia de quien debe, con aquiescencia de quien debería impedirlo.

Una nueva zona de España va a conocer la persecución y exclusión de la lengua española y la correspondiente imposición de la lengua vasca, hoy ajena a ese lugar, y dentro de unos años la única tutelada desde la oficialidad. El euskera, “lengua propia”; la española, “impropia”. La función pública, reservada a quien acredite suficiente conocimiento del euskera. Otra vez la lengua regional como ascensor social en una parte del territorio español. Y otra vez la aceptación de todo ello por parte de la población para escapar a la marginalidad que se avizora para quien no se incorpore a la integración forzosa. Todo lo que ya hemos conocido en otros lugares de España donde el nacionalismo ocupa el Gobierno, lo vamos a ver otra vez en Navarra.

Una nueva zona de España verá y soportará, otra vez, el linchamiento moral de la Guardia Civil, la policía “española”. La Policía Foral aumentará competencias, los apestados de la Guardia Civil se tendrán que retirar. Ni un solo día la minoría nacionalista ha dejado de insistir en tal cuestión. Ni un solo día ha cesado el acoso, el desprecio, la postergación de la Guardia Civil. En este legislatura, bajo presidencia de una socialista, gobernando España un Presidente de Gobierno Socialista, se alcanzará la nueva humillación.

De allí, de la navarra española, saldrán los símbolos que reconocen los derechos de todos los españoles en suelo patrio. Porque allí ya no tendrán los mismo derechos unos u otros españoles, allí, como en el resto de las Autonomías regidas por el nacionalismo, se primarán los derechos que identifiquen la “identidad”, la que están creando, la que se traen de tierras vascas después de haberla impuesto allí.

Mientras un Pedro Sánchez desesperado ante la posibilidad de perder el poder recibe a unos y a otros tratando de esquivar lo inevitable; mientras media España, o más, se evade de esta insoportable situación que no puede controlar abandonándose al necesario asueto; mientras los periódicos llenan sus páginas como pueden con noticias banales; mientras ocurre la nada y de la nada se ocupa el Gobierno de la Nación, el Poder Legislativo y la prensa subvencionada, mientras todo eso ocurre, hoy es un día verdaderamente amargo.

España y los españoles han vuelto a ser pisoteados. No hay nadie que les defienda. Lo pagaremos caro, los ciudadanos navarros, los primeros.

Fuente:María-José Peña:BILDU EN NAVARRA

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