¿Te asusta el silencio o lo procuras? 20 Año de Oración

20 Año de Oración
20 Año de Oración

20 Año de preparación para el jubileo 2025

Año de oración 

Cuando un silencio apacible lo envolvía todo y la noche llegaba a la mitad de su carrera, tu palabra omnipotente se lanzó desde el cielo” (Sab 18, 14-15) 

Comentario 

Franz Jalics, en su libro “Manuel de oración. Contemplar a Cristo”, desarrolla las formas posibles de orar, y en el sexto capítulo, propone el método de “recogerse por dentro”. Se penetra en las profundidades del silencio, tiempo gratuito, sin empeños voluntaristas, rumiando las palabras elegidas como catalizadoras de la atención. 

Surgen, cada vez más, propuestas de métodos para hacer silencio. No siempre son ofrecimientos en relación con la oración, sino como higiene somática, corporal o mental. “Yo creo que el hombre no puede realizarse sin el silencio ni la oración” (David María Turoldo) Los maestros cristianos de espiritualidad, en todos los casos, invitan al silencio como expectación, de cara a un posible encuentro con Dios. La Maestra espiritual enseña: “También se pueden imitar los santos en procurar soledad y silencio y otras muchas virtudes” (V, 13, 7). 

El silencio es fortaleza, se convierte en bálsamo que restaura, reconcilia, posibilita recuperar la sensibilidad, la atención, se convierte en posada samaritana, en la que se curan tantas heridas, que se producen en el camino de las relaciones humanas y como efecto de tantos mensajes agresivos. 

Propuesta 

¿Te asusta el silencio o lo procuras?

Volver arriba