Pablo invita a ser “paráclitos” entre nosotros, como Jesús y el Espíritu Santo Vivimos en el Amor del Padre, del Hijo y del Espíritu (Santísima Trinidad 04.06.2023)

La consagración bautismal de Cristo, del Padre y del Espíritu es la fundamental

Comentario: “La gracia de Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo estén siempre con todos vosotros” (2 Cor 13,11-13)

La exhortación del versículo 11 contienecinco imperativos:

- Alegraos” (jaírete). La alegría es consustancial a la fe cristiana. Es uno de los deseos más ardientes de Jesús. Al hablarles de permanecer en su Amor, les dice: “Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud” (Jn 15, 11). En la misma onda, Pablo: “No somos señores de vuestra fe, sino que contribuimos a vuestra alegría” (2Cor 1,24). Su servicio es hacer progresar la alegría: “quedarme en esta vida veo que es más necesario para vosotros. Convencido de esto, siento que me quedaré y estaré a vuestro lado, para vuestro progreso en la alegría y en la fe”. “Alegraos en el Señor”. “Alegraos siempre en el Señor; os lo repito, alegraos” (Flp 1,24s; 3,1; 4,4).

- Trabajad por vuestra perfección: `catartídsesze´: restaurad, arreglad, perfeccionad, recobrad, enmendad... El sustantivo de este verbo aparece en 13, 9: “Todo lo que pedimos es que os enmendéis” (himôn catártisin: “vuestra enmienda”). Con el mismo verbo pide: “trabajad vuestra salvación...” (Flp 2,12b) El participio (catertisménoi) aparece en 1Cor 1,10b, lit.: “estéis bienarreglados en una misma mente y en un mismo juicio”. Pablo pide corresponder a su esfuerzo: “Hijos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo se forme en vosotros” (Gál 4,19).  

Animaos(“parakaleîsze”: llamaos junto a sí). Misma raíz de paráclito: el llamado junto a nosotros (ad-vocatus, abogado) para ayudarnos, defendernos, consolarnos... Pablo, pues, invita a hacer de “paráclitos” unos con otros, como hace Jesús ahora con nosotros ante el Padre (1Jn 2,1b) y el Espíritu Santo “que está siempre con nosotros” (Jn 14,16).

“Tened un mismo sentir” (“to autó froneite”). La raíz verbal es el sustantivo “frén”, que significa membrana que envuelve un órgano, la envoltura del corazón, hígado, vísceras... De ahí pasó a significar corazón, alma, voluntad, inteligencia... Pablo pide a los cristianos que el Amor de Jesús nos envuelva, sea “tienda, tabernáculo, jaima”... donde se viva el Amor. “Tened entre vosotros los sentimientos propios de Cristo Jesús” (Flp 2,5).

Vivid en paz (“eireneúete”). Quien siembra alegría, trabaja por perfeccionarse, anima a sus hermanos; vive bajo un mismo amor..., “vive en paz, pacifica y está en paz”. Son los tres significados de verbo “eireneúo” como intransitivo, transitivo y en voz media. Las tres formas lo traducen correctamente.

Y el Dios del amor(agápe) y de la paz estará con vosotros”. Es el Dios de Jesús, el que será llamado “Amor” (1Jn 4,8: “ho zeòs agápe estín”). Amor y paz son puro evangelio, incompatible con la religión en que lo primero es la sumisión a la ley por la ley, a los dirigentes religiosos y a sus ritos.

Saludaos mutuamente con el beso santo”. Lo mismo aparece en los finales de Rm 16, 16; 1Cor 16,20; 1Tes 5,26; 1Pe 5,14 (pequeña variante: “beso de amor”). Expresa el “amor de Dios”, que perdura en la liturgia y en la vida social.  

Os saludan todos los santos”. Los cristianos son “santos” o “consagrados” (Rm 1,7; 1Cor 1,2; 6,1; 14,33; 2Cor 1,1; 13,12; etc.). El Espíritu, que recibieron al aceptar a Jesús, les mantiene “consagrados”. Aceptan al Espíritu de Jesús en sus vidas para realizar su reino. Si no rompen su opción fundamental, no dan “muerte” a la vida en Cristo, no pecan: “todo el que ha nacido de Dios no comete pecado, porque su germen permanece en él, y no puede pecar, porque ha nacido de Dios” (1Jn 3, 9).

La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo estén siempre con todos vosotros”. Esta doxología será una base de apoyo al credo de Nicea y Constantinopla. Procede de un rito bautismal (Mt 28, 19; la Didajé 7). Es un gran deseo de despedida: que la consagración bautismal de Cristo, del Padre y del Espíritu Santo permanezca en sus vidas. Es la consagración primaria y fundamental cristiana.

Oración: “La gracia de Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo estén siempre con todos vosotros” (2 Cor 13,11-13)

Jesús, Hijo del Padre, lleno de Espíritu Santo:

Hoy celebramos el Misterio de tu Dios;

el que tú sentías íntimamente como Padre;

con quien te vinculabas en su buen Espíritu.

Tu vidase centraba en vivirsegún el Espíritu divino:

sintiendo por dentro el Amor del Padre;

dando vida a los que menos vida tenían;

alegrando la vida de los pobres,

curando a los enfermos,

abriendo los ojos a los que no ven la realidad,

haciendo personas libres para bien vivir...

Pablo invita: “trabajad por vuestra perfección”,

como tú: “sed perfectos como vuestro Padre,

sed misericordiosos como vuestro Padre” (Mt, 5,48; (Lc 6,36); 

 imitarte a ti, Jesús, como tú imitas al Padre:

quien me ha visto a mí ha visto al Padre” (Jn 14,9);

la perfección divina es la vida en Amor.

A ti, Jesús, no te preocupaba la religión:

te preocupaba la vida humana, sin sufrimiento;

vida sana, fraterna, en verdad, en alegría, en paz.  

Tu espiritualidad, Jesús, era las obras del Padre:

Mi Padre sigue actuando, y yo también actúo.

El Hijo no puede hacer nada por su cuenta

sino lo que viere hacer al Padre.

Lo que hace este, eso mismo hace también el Hijo,

pues el Padre ama al Hijo

y le muestra todo lo que él hace,

y le mostrará obras mayores que esta,

para vuestro asombro.

Lo mismo que el Padre resucita a los muertos y les da vida,

así también el Hijo da vida a los que quiere” (Jn 5,17.19ss).

Queremos tenertu mismo sentir”:

sentirnos habitados por tu mismo Espíritu;

sentir el amor incondicional del Misterio divino;

centrar nuestra vida en realizar tus mismas obras.

Abre, Jesús, nuestravida al “Dios del amor y de la paz:

que “tu gracia”, tu amor, habite en nosotros;

que “la comunión del Espíritu Santo” nos lleve a

abrazar y a besar a todos con “el beso santo”.

Que el Dios de la paciencia y del consuelo

nos conceda tener entre nosotros tus mismos sentimientos;

de este modo, unánimes, a una voz, glorificamos

al Dios y Padre tuyo y nuestro.

Por eso, nos acogemos mutuamente,

como tú, Cristo,nos acoges para gloria de Dios” (Rm 15,5-7).

Preces de los Fieles (Trinidad 04.06.2023)

Siempre que nos reunimos, el hermano que preside dice: “la gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo estén con todos vosotros”. La comunidad, responde: “y con tu espíritu”, es decir, “con tu corazón”. Pidamos sentir el Amor de la Santísima Trinidad, diciendo:  dadnos, Señor, tu mismo sentir”.

Por la Iglesia:

- que haga las obras de Jesús, “y aún mayores” (Jn 14,12);

- que trabaje por reformarse, por “perfeccionarse”.

Roguemos al Señor: dadnos, Señor, tu mismo sentir”.

Por las intenciones del Papa (junio 2023):

- que “la comunidad internacional elimine la tortura”;

- que “se garantice el apoyo a las víctimas y a sus familias”.

Roguemos al Señor: dadnos, Señor, tu mismo sentir”.

Por la “conversión pastoral” de los cristianos:

- que tengan corazón como el de Jesús ante la realidad;

- que sean “audaces y creativos” para anunciar el Evangelio.

Roguemos al Señor: dadnos, Señor, tu mismo sentir”.

Por los niños y jóvenes estudiantes:

- que recojan honradamente el fruto de su trabajo;

- que no se desanimen y sigan trabajando en superarse.

Roguemos al Señor: dadnos, Señor, tu mismo sentir”.

Por los enfermos, refugiados, sin techo...:

- que estemos a su lado, comprometidos con su necesidad;

- que sientan el ánimo de Jesús que les acompaña.

Roguemos al Señor: dadnos, Señor, tu mismo sentir”.

Por esta celebración:

- que vivamos la gracia, el amor, la comunión divinas;

- que nos sintamos animados a hacer el bien.

Roguemos al Señor: dadnos, Señor, tu mismo sentir”.

Queremos, Señor, tener tus mismos sentimientos. Queremos continuar tu obra: alegrar la vida de los pobres, curar a los enfermos, abrir los ojos a los que no ven la realidad,  hacer personas libres para bien vivir... Como tú, Jesús, que vives por los siglos de los siglos.

Amén.

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