Opiniones mediocres de un médico de la Universidad de Navarra

He leído una entrevista a un médico de la Universidad de Navarra. Hablar de la Universidad de Navarra es hablar de una Universidad de prestigio que tiene el Opus Dei, o en la que la obra tiene un gran influjo.

Pero su prestigio en medicina es ficción, aunque decir esto suena a escandaloso pero así es. Un día de estos les hablaré de prestigios ficticios en universidades de España y del extranjero. Pero hoy vamos a tratar de esa ficción en medicina que posee dicha universidad.

El médico de quien les hablo es Jokin de Irala, el cual afirma que se está demostrando la incapacidad del preservativo en frenar el avance del SIDA. Como se que a algunos lectores me criticarán por atacar a un científico de un campo que no es el mío, me veo obligado a traer nuevamente las estadísticas de la evolución del SIDA en España por contagios heterosexuales y homosexuales:

Contagios por prácticas homosexuales
1981 1 ____ 1994 922
1982 1 ____ 1995 956
1983 4 ____ 1996 792
1984 12 ___ 1997 539
1985 37 ___ 1998 447
1986 89 ___ 1999 383
1987 210 __ 2000 355
1988 340 __ 2001 319
1989 527 __ 2002 305
1990 586 __ 2003 330
1991 708 __ 2004 312
1992 794 __ 2005 225
1993 819 __ 2006 111 (Hasta el 30Jun)

Total 10064 + 3NC

Contagios por prácticas heterosexuales:

1981 0 ___ 1994 1024
1982 0 ___ 1995 1084
1983 0 ___ 1996 1166
1984 0 ___ 1997 922
1985 3 ___ 1998 795
1986 16 __ 1999 664
1987 47 __ 2000 635
1988 99 __ 2001 589
1989 192 _ 2002 608
1990 320 _ 2003 605
1991 415 _ 2004 581
1992 553 _ 2005 509
1993 688 _ 2006 255 (Hasta el 30Jun)

Si fuera verdad lo que este señor está proclamando, lo que no es lógico con su teoría es el descenso de casos de SIDA por prácticas sexuales en España. Como se observa en la estadística, y como se viene documentando, el preservativo en España es tan efectivo que ha conseguido gracias a las sucesivas campañas frenar considerablemente los contagios por VIH en este país, en los homosexuales se ha reducido en más de cuatro veces y en los heterosexuales se ha reducido a menos de la mitad de su máximo histórico. Lo curioso es que los condones no se fabricaron para vía anal, y lo curioso es que además de ser más contagioso el VIH por esa vía los contagios usando preservativo se reduzcan en más de cuatro veces.

Cabe plantearse que es lo que ha ocurrido en África, y lo que ocurre en áfrica es el pobre acceso de la población a los preservativos, así como una gran falta de información. Pero en Kenia y Uganda se ha seguido la gran estrategia ABC y se han repartido muchos condones, y gracias a esto se ha logrado grandes resultados, pero un mérito importante ha sido la letra C, y así lo han dejado claro desde el ministerio de sanidad, que han procurado que condones no faltasen.

Pero es curioso que este médico haya terciado en otras polémicas por ejemplo contra la homosexualidad a la que cataloga de enfermedad, y asegura que ello es debido a estadísticas de ansiedad, suicidio y depresión. Que curioso que catalogue por esto la homosexualidad de enfermedad, cuando se sabe que estos problemas mentales vienen ocasionados por la influencia social, por la presión a la que muchas personas se ven influidas. Pero en este país se pueden encontrar muchos casos de homosexuales que tienen de enfermo lo que tengo yo de cura. ¿Es el juez Grande Marlaska un enfermo?¿Es Álvaro Pombo otro enfermo?¿Es también la alcaldesa de Valencia, Rita Barbera, otra enferma? Tal vez debamos preguntar a montones de homosexuales si se sienten enfermos o no, si llevan una vida normal.

El problema de este matasanos, que así es como se conoce a estos médicos, es que siempre buscan dar o expresar conclusiones e ideas en base a creencias religiosas, y por ello es preferible que abandonen el camino de la medicina. A ninguno de nosotros seguramente no nos gustaría que en una urgencia u operación en la que necesitemos sangre nos atienda un Testigo de Jehová que diga que no nos pone la transfusión por ser intrínsecamente malo, y que alegue como demostración antiguas estadísticas de contagios de SIDA y hepatitis. Pues por ello expreso mi opinión que si un profesional no sabe distinguir su religión de su profesión, debe dejar y abandonar la misma.
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