¿Quién ahorra en realidad al estado?
El troll que últimamente invade mi blog, insiste en que la Iglesia ahorra al estado unos 36000 millones de euros. Desconozco como se hizo el cómputo de la cifra, solo conozco de ese cómputo el ahorro que suponen los colegios concertados al estado y que aquí en mi blog lo he tratado en muchas ocasiones, y que si mal no recuerdo la cosa estaba en que el estado se ahorraba cerca 3000 millones de euros. Los otros 33000 millones no tengo forma alguna de hacer un cálculo serio como con los colegios concertados.
Dando por sentado que dicha cifra debe de ser cierta, es conveniente poner el punto sobre las ies. No son los obispos los que se dedican a ahorrar dinero en la Iglesia, ni mucho menos son los grandes contribuyentes con esa cifra tan espectacular. Los obispos realmente no hacen nada, salvo gastar el dinero de la Iglesia.
Quien si hace algo, quien si verdaderamente hace el esfuerzo para que se vea esa enorme cifra a la que luego nuestros obispos se apuntan para pedir dinero para sus bolsillos es nada más y nada menos que esa silenciosa y honrada Iglesia a la cual forman parte las ordenes y congregaciones religiosas. Son ellos quienes realmente hacen posible esa cifra de la que algunos os gusta sentiros orgullos, pues si, son las “tontas monjitas”, los “necios frailes” o los “heréticos abades, superiores y generales” de las ordenes y congregaciones religiosas como tantas veces os gusta calificarles. Si, esos mismos que tantas veces decís que por su progresía o su falta de sintonía con el episcopado dios les castiga quitándoles vocaciones. Pues si, son esos mismos los que no reciben un duro de la casilla de la declaración de la renta, porque ese dinero primero se lo ventila la conferencia episcopal y las diócesis pagando el sueldo al clero diocesano y a todos los funcionarios a sueldo de las diócesis y la conferencia episcopal.
Pues mi opinión es clara, en este país cerca de un 75% se declaran católicos, y ni la mitad de los trabajadores que se dicen católicos ponen la X en la casilla. Es decir, solo la marcan un 33 %, y de ese 33 % varios marcan la casilla ONGs llevándose con ello menos dinero la Iglesia. ¿A que se debe? Pues a un rechazo a la jerarquía eclesiástica, y algunos ponen la X pensando que algo va a los que tanto hacen por los pobres.
Pues si se pone esa casilla que digo, al que no le gusten los obispos puede contribuir con esa Iglesia tan respetable y admirada, beneficiándose mejor la Iglesia. Y además los contribuyentes podrán castigar al episcopado sin castigar a la Iglesia, tal y como ocurrió en el año 2001 cuando la Iglesia no suscribió el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, que provocó un buen descenso en el porcentaje de ciudadanos que marcaron la casilla.
Si los obispos necesitan dinero, pues que aprendan a entenderse mejor con los fieles, que es de escándalo que en este país ni la mitad de los católicos quieran contribuir con la casilla.
Dando por sentado que dicha cifra debe de ser cierta, es conveniente poner el punto sobre las ies. No son los obispos los que se dedican a ahorrar dinero en la Iglesia, ni mucho menos son los grandes contribuyentes con esa cifra tan espectacular. Los obispos realmente no hacen nada, salvo gastar el dinero de la Iglesia.
Quien si hace algo, quien si verdaderamente hace el esfuerzo para que se vea esa enorme cifra a la que luego nuestros obispos se apuntan para pedir dinero para sus bolsillos es nada más y nada menos que esa silenciosa y honrada Iglesia a la cual forman parte las ordenes y congregaciones religiosas. Son ellos quienes realmente hacen posible esa cifra de la que algunos os gusta sentiros orgullos, pues si, son las “tontas monjitas”, los “necios frailes” o los “heréticos abades, superiores y generales” de las ordenes y congregaciones religiosas como tantas veces os gusta calificarles. Si, esos mismos que tantas veces decís que por su progresía o su falta de sintonía con el episcopado dios les castiga quitándoles vocaciones. Pues si, son esos mismos los que no reciben un duro de la casilla de la declaración de la renta, porque ese dinero primero se lo ventila la conferencia episcopal y las diócesis pagando el sueldo al clero diocesano y a todos los funcionarios a sueldo de las diócesis y la conferencia episcopal.
Pues mi opinión es clara, en este país cerca de un 75% se declaran católicos, y ni la mitad de los trabajadores que se dicen católicos ponen la X en la casilla. Es decir, solo la marcan un 33 %, y de ese 33 % varios marcan la casilla ONGs llevándose con ello menos dinero la Iglesia. ¿A que se debe? Pues a un rechazo a la jerarquía eclesiástica, y algunos ponen la X pensando que algo va a los que tanto hacen por los pobres.
Pues si se pone esa casilla que digo, al que no le gusten los obispos puede contribuir con esa Iglesia tan respetable y admirada, beneficiándose mejor la Iglesia. Y además los contribuyentes podrán castigar al episcopado sin castigar a la Iglesia, tal y como ocurrió en el año 2001 cuando la Iglesia no suscribió el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, que provocó un buen descenso en el porcentaje de ciudadanos que marcaron la casilla.
Si los obispos necesitan dinero, pues que aprendan a entenderse mejor con los fieles, que es de escándalo que en este país ni la mitad de los católicos quieran contribuir con la casilla.
