Un chollo de instituto.

Las academias y los profesores particulares vivimos en general de lo mismo, de las crisis educativas. A más crisis educativa más alumnos y por tanto más empleo. En mi caso debo de estar agradecido no a los buenos profesores, que esos casi no me dan alumnos para trabajar, sino a los malos que esos me llenan mi tiempo con alumnos y por tanto los bolsillos.

Cierto instituto de Las Rozas, cuya numeración no voy a dar, me ha proporcionado este año numerosos alumnos, y tiene pinta que el año siguiente me va a dar otros tropecientos. Por ello debo darle las gracias a esos incompetentes de profesores que allí hay. Y no es que quiera ofenderles, es que la realidad no sugiere otro calificativo mejor.

Por ponerles un ejemplo. Profesora de matemáticas de 1º de Bachillerato, no le gusta absolutamente nada dar clases, su actitud con sus alumnos dan fe de ello. Pero como quiere cobrar el sueldo y no trabajar, se inventa una depresión como un caballo que curiosamente le viene todos los años. Dos meses de baja, regresa de la baja y curiosamente se lesiona por las escaleras, no debiera decir que se cayó por las mismas porque los testigos dicen lo contrario. Pues otra baja de semanas. Y cada baja que ella coge, los alumnos a esperar a un profesor sustituto que tarda su tiempo en llegar. Y como el sustituto es peor que la profesora pues ni puto caso. Al final no vieron ni límites, ni derivadas, ni funciones, ni trigonometría, ni nada, y para que no suspedieran muchos en Junio les pusieron un examen del curso anterior, pero estar un año sin apenas clases de matemáticas pasa factura y por supuesto suspendieron hasta los del año anterior.

Pues a esta incompetente darle sinceramente las gracias. Gracias a ella he llenado varias de mis clases, y en la academia en la que trabajo hemos tenido a muchos de sus alumnos, por no decir víctimas. Un consejo que espero usted no siga: "Si no le gusta trabajar en el Instituto, dimita. Lo digo por su salud y sus depresiones, las pastillas no son buenas creame."

Pero he aquí que tiene una compañera que escribe libros de selectividad de física para una editorial. El año anterior se tomó un año sabático, por lo menos hubo un sustituto, y ese año triste mi dicha que el sustituto solo me dio dos míseros alumnos. El regreso de la profesora significó frotarme las manos. Y que gentil ella, decide tras un año de sabático, irse a Irlanda por tres o cuatro meses a mitad de curso, por supuesto en sus asignaturas cunde el caos, y más con la sustituta que resulta ser peor que la profesora titular. Suspensos a tutiplén, lo que me sorprendió es que en Junio aprobase a algunos alumnos míos de 2º de bachillerato a los que yo nunca habría aprobado por falta de nivel. Pero aquello no me restó clientela, los peores aprobaron y porqué acudían a una academia, mejores méritos no podía llevarme, aunque desde luego no merecidos.

Pues a esta incompetente que suspende a muchos buenos alumnos y aprueba a los mediocres decirle que el mérito de la selectividad de ellos no se lo apunte, ella se pasó casi todo el curso fuera, yo me dediqué a enseñarles como superar la prueba de física de selectividad con tres temas, óptica, gravitación y electromagnetismo. Y tan solo le aconsejo, en mi perjuicio por supuesto, que se piense seriamente retirarse como profesora. Existen más metas en la vida. Y si a ella le gustan tanto las vacaciones que se váya de nuevo y no regrese nunca más. Ojalá ni me haga caso.

Y como olvidarme de la jefa de estudios del Instituto. Si, ella misma. ¡Que gran mujer es ella!. Le concede el ayuntamiento a su instituto una ayuda para los niños inmigrantes de las Rozas que necesitan refuerzo y ella va y emplea ese dinero en citar por las tardes a refuerzo a los chavales que van bien o más o menos bien. A los inmigrantes que les den dos duros, por supuesto en mi academia a hacer el agosto. He tenido montones de alumnos inmigrantes en mi clase de física y química de 4º de ESO, y en las clases de 1º, 2º y 3º de ESO también. Ya sé que no es muy legal por su parte gestionar esa ayuda para que se la lleven unos amigos suyos, pues los profesores del instituto no pueden beneficiarse ni trabajar en esos grupos de refuerzo. Seguramente no se le ocurrirá gestionar adecuadamente esa ayuda porque sino nos quedaríamos en las academias de Las Rozas a dos velas sin nuestros alumnos inmigrantes.

Para concluir mis gracias a ese pésimo profesorado en general, y a su director. Sin ellos no subsistiríamos tan bien las academias. Por eso gracias, aunque qué pena por los chavales y por sus familias. Y que pena por el dinero que se tienen que gastar para que alguien les explique un temario que unos pésimos funcionarios mejor pagados y con más tiempo libre no se dignan ni a tocar. Y por supuesto gracias a ese otro profesor de matemáticas que hace exámenes tan largos que fuerza a muchos alumnos a apuntarse a academias, claro que como nadie llega al cinco, van aprobando los que llegan al cuatro o al tres y medio.
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