Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2023: Óscar Elizalde, experto latinoamericano en el Sínodo: “para comunicar mejor debemos escuchar más”

Óscar Elizalde, director de Comunicaciones del CELAM
Óscar Elizalde, director de Comunicaciones del CELAM

• La Iglesia también enfrenta la desinformación y la diversidad cultural, dos temáticas clave en perspectiva del actual Sínodo de la Sinodalidad.

• Especialista de América Latina, el único de ese continente en el Sínodo, sostiene que el desafío de la comunicación en la Iglesia es recuperar la confianza en los fieles.

• Director de Comunicaciones del CELAM, dice que hay que generar herramientas comunicativas a los obispos y líderes en la Iglesia para responder con trasparencia y de manera asertiva y veraz.

Óscar Augusto Elizalde Prada, es colombiano, casado, de 45 años de edad. Es director del Centro para la Comunicación del CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano), y consultor del Dicasterio para la Comunicación del Vaticano. Además, el Papa Francisco lo designó miembro de la Comisión de Comunicación del Sínodo, y se convirtió en el único latinoamericano en esa instancia.

Es docente e investigador, doctor en Comunicación Social, magíster en Estudios y Gestión del Desarrollo, y licenciado en Educación con especialidad en Ciencias Religiosas. Es asesor de la Confederación Interamericana de Educación Católica (CIEC) y de la red de teólogos y pastoralistas “Amerindia”. Es un periodista especializado en temáticas religiosas que colabora en varios medios en América Latina y en Europa.

Con él conversamos abiertamente sobre los temas más complejos de la comunicación en la iglesia y teniendo de contexto la celebración de la 57° Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, en este mes de mayo (23), que tiene como tema “Hablar con el corazón, 'en la verdad y en el amor' (Ef 4,15)”.

─ ¿Cómo enfrentará el Sínodo sobre la Sinodalidad los temas sensibles para la iglesia como la diversidad sexual?

─ En un mundo globalizado y con notables diferencias culturales y regionales, el Sínodo enfrenta el desafío de abordar temas sensibles, como la relación con la comunidad LGBT+ en distintos contextos. La clave para afrontar estas diversidades radica en la circularidad, principio mencionado por el cardenal Greg en una rueda de prensa en agosto del año pasado. La Iglesia debe recordar que, en un proceso de discernimiento guiado por el Espíritu, nadie posee la exclusividad de la verdad y que este sínodo tiene, sobre todo, un enfoque pastoral, no doctrinal.

“En este sentido, considero que la perspectiva pastoral, plasmada en la encíclica Evangelii Gaudium, ofrece las claves para abordar la diversidad en la Iglesia. El primer paso no es debatir si algo es doctrinalmente correcto, sino promover el diálogo y la comprensión de las diferencias culturales desde una perspectiva pastoral. El Papa ha sido cuidadoso y contundente en sus entrevistas y documentos al respecto, reafirmando la importancia de este enfoque en el caminar de la Iglesia”.

APRENDIZAJES

Óscar Elizalde saluda al Papa Francisco
Óscar Elizalde saluda al Papa Francisco

─ Teniendo presente situaciones como Vatican Leaks. ¿Qué aprendizajes hay respecto de una comunicación siempre transparente en la iglesia?

─ Me parece que es muy beneficioso para el pueblo de Dios, que si ha participado en un proceso en el que se le dice que será escuchado, entonces, también deben saber cuál es el documento que se produce al final como resultado del proceso.

“Estos documentos siempre serán de alguna manera incompletos y no pretenden abarcarlo todo. Sin embargo, creo que esto beneficia mucho a la Iglesia, al igual que gestos como los que hemos visto en este pontificado, cuando se revela la verdad de lo que ocurrió en un cierto período de la historia. Lo hemos visto recientemente con la publicación en Argentina que relata lo que ocurrió durante la dictadura, un periodo difícil que también han vivido muchos países de nuestro continente. Creo que estos gestos de transparencia son una lección aprendida. Cuanto más la gente pueda conocer la realidad y saber cómo digerirla, creo que siempre es importante.

“Otro punto clave es que, en estas situaciones, emergen muchos dolores y heridas, históricas, institucionales y personales. Siento que una lección aprendida es que, para comunicar mejor, debemos escuchar más; debemos escuchar mucho más para comunicar mejor. Por ejemplo, pienso en los gestos que vi recientemente del cardenal Michael Czerny en su visita a Colombia. No fue a las periferias a dar un discurso, sino a escuchar a la gente, a los agentes de pastoral. Su visita fue para que los habitantes de esas periferias le contaran lo que están viviendo. Así él tuvo un gesto de cercanía e interés por lo que les está pasando.

“También creo que debemos ser humildes y reconocer nuestros errores y pedir perdón cuando sea necesario. Esto también es algo que necesitamos en la Iglesia. Por ejemplo, después del viaje del Papa a Canadá, los pueblos indígenas de ese país expresaron de diferentes maneras al Santo Padre el dolor que tenían por la doctrina del descubrimiento. Es bueno que después tengamos la valentía de reconocer que esto no forma parte de ninguna doctrina, o al menos no en este momento, y que no es aceptable. Incluso, pedimos perdón. Creo que eso es muy beneficioso. Como seres humanos, a veces podemos cometer errores, y cuando eso sucede, debemos reconocerlo, pedir perdón y repararlo”.

ABUSOS SEXUALES

─ A propósito de perdón y reparación. ¿Qué hace en concreto la iglesia latinoamericana para evitar los abusos sexuales de clérigos?

─ Esas son situaciones muy dolorosas y se necesita dar los pasos correspondientes. A nivel del CELAM, se ha fortalecido mucho la conciencia de diferentes formas. Por ejemplo, en este periodo se ha construido, publicado y puesto en práctica una política para la prevención y el cuidado, que compete tanto a las conferencias episcopales como al CELAM como institución. A comienzos de 2022, se conformó una comisión para elaborar esas políticas, trabajando de la mano de equipos profesionales y expertos. Se desarrollaron reuniones y talleres para dar a conocer las políticas al personal del CELAM y a los miembros de los centros pastorales. Finalmente, en noviembre de 2022, esta política fue promulgada.

“Creo que dar a conocer esta política y la ruta de atención que debemos tener en la Iglesia es muy importante. La Conferencia Episcopal de Colombia, por ejemplo, este año en su asamblea en febrero, también pidió perdón públicamente, algo que la opinión pública valoró. Ante las preguntas sobre los datos y la información, se dijo con claridad que se está trabajando en todas las diócesis y se entregará a las autoridades correspondientes”.

­─ ¿Cómo enfrenta este drama desde la comunicación eclesial?

─ De verdad, tenemos que ser comunicativamente muy claros en esta política de cero tolerancias que tanto insiste el Papa. Y se debe asumir también los pasos correspondientes dentro del derecho civil, así como las implicaciones en el derecho eclesiástico. Creo que, en estos momentos, es mucho más difícil que alguna autoridad en la Iglesia quiera tapar el sol con un dedo cuando ocurre una situación de abuso. Hoy en día, todos tenemos mucha claridad en que estas situaciones deben abordarse con el rigor que corresponde, que debe haber protocolos y que la gente debe saber cuál es la ruta de atención que tiene la Iglesia para estos casos.

“Comunicativamente, debemos abordar con entereza y madurez estas crisis que también nos generan una crisis comunicativa. No se trata de decir cualquier cosa o que cualquier persona lo diga. Se trata de tener claridad y un referente para abordar estas temáticas. En términos de formación y prevención, se están dando pasos destacables en este periodo. El CELAM, en periodos anteriores, ha desarrollado seminarios y espacios de formación con los obispos en cada una de las regiones para abordar la temática de la comunicación al servicio de la cultura del encuentro, incluyendo cómo abordar comunicativamente las situaciones de abuso.

“Tenemos que seguir trabajando en esto, dando herramientas comunicativas a nuestros pastores y líderes en la Iglesia para responder ante estas situaciones de manera asertiva, veraz y audaz. También, en aras de una recuperación de la reputación, es importante reconocer que no todos los líderes de la Iglesia tienen las mismas realidades, y muchos obispos sienten el dolor de ser medidos con la misma vara debido a los escándalos. Esto también impacta a aquellos que quieren hacer las cosas bien y son intachables en su trabajo. Todos tenemos nuestras limitaciones y errores, pero es importante tener esto en cuenta.

“Es cierto, abordar estos temas de manera adecuada y asertiva en el ámbito de la comunicación es fundamental, siempre con transparencia y compromiso con la verdad. La formación de todos los miembros de la comunidad eclesial también es crucial para enfrentar estos desafíos, prevenirlos y reparar los daños, construyendo así una Iglesia más segura y comprometida con la protección de todos, especialmente de los más vulnerables”.

─ En concreto ¿qué se ha hecho?

─ El CELAM ha estado desarrollando programas y actividades de formación en varios aspectos relacionados con la vida y la misión de la Iglesia, como cursos y talleres sobre prevención de abusos, acompañamiento a las víctimas, discernimiento y toma de decisiones en situaciones difíciles, entre otros.

“Estos esfuerzos de formación y capacitación son fundamentales para enfrentar y superar los desafíos que la Iglesia tiene hoy en día en relación con los abusos sexuales y otras formas de violencia y vulneración de los derechos humanos. Solo a través de una formación adecuada y una comunicación transparente y responsable podremos recuperar la confianza del pueblo de Dios y construir una Iglesia más justa, más misericordiosa y cercana a las necesidades y sufrimientos de nuestro tiempo.

Para el obispo que enfrenta situaciones de abusos en su diócesis o el superior mayor que enfrenta situaciones similares en su congregación, es esencial abordar estas situaciones de manera adecuada y comunicar también el trabajo bien hecho para mejorar la reputación de la Iglesia. Para ello, es necesario realizar un trabajo profesional y técnico en comunicación, teniendo en cuenta la percepción real que tienen de nosotros.

“Es importante medir esta percepción con herramientas adecuadas y actuar en consecuencia, implementando planes de recuperación si es necesario. Sin embargo, como dice el Evangelio, "por sus frutos los conocerán". Un trabajo bien hecho en una Iglesia en salida y una Iglesia de la Misericordia es la mejor forma de recuperar los terrenos que hemos perdido por cuenta de los escándalos. Fomentar una Iglesia comprometida con la verdad, la justicia y la protección de los más vulnerables es fundamental para recuperar la confianza y la reputación que se ha visto afectada".

COMUNICADORES DE IGLESIA

Oscar Elizalde fue protagonista de la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y Caribe.
Oscar Elizalde fue protagonista de la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y Caribe.

─ Muchas veces son los comunicadores de iglesia quienes en sus asesorías a obispos caen fácilmente en el uso de eufemismo para no entregar la verdad de manera clara y dura.

─ Entiendo esas preocupaciones y es cierto. En ocasiones, los profesionales de la comunicación en la Iglesia no abordamos temas de manera clara y transparente. Es fundamental que ayudemos a los líderes religiosos a transmitir información clara y precisa, evitando eufemismos y ambigüedades. Esto incluye asegurarse de que los líderes religiosos tengan siempre datos e información actualizada a su disposición y, en caso de no tenerla, tengan la valentía de admitirlo y comprometerse a buscarla.

─ Hay obispos que en su autosuficiencia creen que saben mucho de comunicación y no se dejan asesorar…

─ El trabajo en equipo es crucial en la comunicación, y un líder debe estar respaldado por un equipo asesor bien informado que pueda proporcionar información de primera mano y ayudar a analizar la realidad desde diferentes perspectivas. Monseñor Romero, por ejemplo, es un buen paradigma en este sentido. Su trabajo con un equipo asesor y su contacto directo con la realidad de la gente le permitió estar bien informado y ser respetado a nivel latinoamericano.

La Iglesia debe esforzarse por transmitir la realidad tal cual es, y su labor profética de denuncia o de anuncio debe hacerse a la luz del Evangelio, como lo hicieron Jesús y otras figuras emblemáticas en la historia de la Iglesia latinoamericana y caribeña. Los líderes religiosos deben estar en contacto directo con las realidades de su comunidad y hacer opciones personales coherentes con su palabra.

“Además, hoy en día, hay observatorios y fuentes de información disponibles para estar bien informados y mantenerse actualizados, que deben ser utilizados por los líderes religiosos y los comunicadores en la Iglesia para estar bien informados y formados en estas lecturas de la realidad, para garantizar una comunicación clara, transparente y responsable que refleje la verdad y promueva la confianza en la Iglesia”.

ATENCIÓN A LA REALIDAD

─ En algunos de esos observatorios de la realidad, se manifiesta la gran polarización social y política que existe en muchos países de América Latina y los comunicadores que trabajan en medios seculares callan por obediencia a las políticas editoriales. ¿Qué opina de esto?

─ En efecto, la situación en América Latina presenta desafíos considerables en términos de polarización política y social, migración y otros problemas que afectan a la región. Los medios de comunicación tienen un papel fundamental en la forma en que se presentan y se entienden estos temas. Como comunicadores, especialmente aquellos que trabajan en medios seculares, tenemos una gran responsabilidad en la presentación de la realidad de manera objetiva y equilibrada.

“A veces, los medios de comunicación pueden caer en la tentación de presentar ciertas situaciones de manera exagerada o distorsionada para aumentar la audiencia o seguir una agenda política. Esto puede llevar a la polarización y a la desinformación, lo cual es perjudicial para la sociedad en su conjunto.

“Por eso, como comunicadores, debemos comprometernos con la ética y la responsabilidad en nuestro trabajo. Esto implica investigar a fondo, contrastar información y proporcionar un enfoque equilibrado en la presentación de las noticias. También es esencial ser conscientes de nuestras propias creencias y prejuicios para evitar que estos influyan en nuestra cobertura.

“La Iglesia, por su parte, tiene una función profética en la denuncia de las injusticias y en la promoción de la justicia y la paz. Los comunicadores católicos pueden contribuir a este esfuerzo, compartiendo la realidad de la situación en América Latina desde una perspectiva de compasión, misericordia y búsqueda de soluciones que promuevan el bien común.

“En última instancia, nuestro objetivo como comunicadores debe ser informar y educar al público para que puedan tomar decisiones informadas y participar activamente en la construcción de una sociedad más justa, solidaria y pacífica. Para lograr esto, es fundamental que mantengamos nuestra integridad y compromiso con la verdad, la transparencia y la justicia en nuestra labor profesional”.

DESAFÍOS ÉTICOS

─ ¿Cuáles serían los desafíos éticos más relevantes para las y los periodistas?

─ Es cierto que el periodismo se enfrenta a desafíos significativos en la actualidad, especialmente en un mundo donde la inmediatez y la tecnología influyen en la forma en que se produce y se consume la información. Algunos de los principales retos incluyen la precisión en la información, la objetividad y la ética periodística, así como la influencia de la inteligencia artificial en la producción de noticias.

“La importancia de investigar a fondo, corroborar fuentes y contrastar perspectivas en la presentación de las noticias es crucial para garantizar la veracidad y objetividad de la información. Asimismo, es necesario reconocer que los lectores tienen la capacidad de formar sus propias opiniones y tomar decisiones informadas, sin que se les impongan posturas o se incline la balanza en una dirección particular.

“La inteligencia artificial, aunque presenta oportunidades y avances en muchos campos, también plantea desafíos para el periodismo. La información que alimenta a los sistemas de inteligencia artificial puede estar sesgada o ser inexacta, lo que podría afectar la calidad de las noticias producidas. Por tanto, es fundamental fortalecer la ética periodística y establecer comités éticos en los medios de comunicación para garantizar la integridad en el proceso de producción y difusión de las noticias.

“En última instancia, el buen periodismo debe centrarse en contar historias de manera objetiva y responsable, informando y educando al público sobre temas relevantes y promoviendo una comprensión más profunda de los asuntos que nos afectan a todos. Para lograr esto, es fundamental que los periodistas mantengan un compromiso inquebrantable con la verdad, la transparencia y la justicia en su labor profesional, enfrentando los desafíos y adaptándose a las cambiantes realidades del periodismo en el siglo XXI”.

─ ¿Cómo puede enfrentar la iglesia las noticias falsas?

─ La actualidad noticiosa suele presentar desinformación que afecta a los fieles, especialmente a aquellos sin formación crítica. Es aquí donde la Iglesia debe trabajar, proporcionando elementos y herramientas comunicativas que permitan discernir la veracidad de la información y entender, por ejemplo, la eclesiología del Concilio Vaticano II, base del actual Sínodo. A pesar de los esfuerzos realizados, todavía queda mucho por hacer para ayudar a los fieles a no dejarse llevar por noticias falsas o comentarios malintencionados.

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