"Un proyecto apoyado en la diversidad, la profundidad y dinamismo es siempre innovador" El compromiso es innovar

Escuelas creativas
Escuelas creativas

"La creatividad hace fluir de las personas lo mejor de sí mismas y, sin duda, es la mejor medicina para convivir en una sociedad justa y equilibrada"

"Existen proyectos educativos que están muriendo y necesitan una alta dosis de compromiso para sacarlos del estancamiento en el que se hallan"

"El proyecto amparado en la innovación tiene que enfrentarse al sistema establecido y precisa, por tanto, de un nivel de compromiso muy alto"

Lo positivo de un proyecto es que existan personas que deciden ponerlo en marcha con espíritu innovador, lo cual conlleva compromiso. Comprometerse es innovar. Los proyectos educativos precisan de personas comprometidas que fomenten nuevas formas de enseñanza. El compromiso es tener visión, al mismo tiempo que trabajar con constancia por hacer las cosas de manera diferente.

Existen proyectos educativos que están muriendo y necesitan una alta dosis de compromiso para sacarlos del estancamiento en el que se hallan. Conozco unos cuantos; pero las organizaciones, que los tutelan, son incapaces de percatarse de la situación. Si apostaran por el liderazgo compartido tendrían un buen punto de partida para cambiar. Pero tienen pavor y miedo, dado que esto rompería su zona de confort.

El compromiso es necesario para desarrollar un proyecto innovador; porque lo que peor le puede pasar al proyecto es que las personas con compromiso desaparezcan y, entonces, aparezcan personas que no son capaces de trabajar desde la innovación. Su visión es limitada y prefieren la comodidad de vivir en una situación de confort a tener que luchar, contra viento y marea, para fomentar un modelo renovado que haga que el proceso educativo sea un proyecto basado en la diversidad, la profundidad y el dinamismo. No quieren arriesgarse y, aunque, hayan formado parte del equipo emprendedor, en un inicio, cuando de este equipo desparecen las personas comprometidas con la innovación, vuelven a su ser verdadero, es decir, a su situación de confort de la que nunca quisieron salir. Estas personas se engañan a sí mismas y, en el medio plazo, son las que más conflictos generan al proyecto, dado que éste termina finiquitado y sin vida. Han cerrado la oportunidad a potenciales alumnos y alumnas para aprender de manera diferente.

Un proyecto apoyado en la diversidad, la profundidad y dinamismo es siempre innovador. Son los tres pilares de los que habla el libro de Escuelas Creativas de Ken Robinson. Estos deberían de ser el fundamento de un plan de estudios.

Escuela creativa

Hay que ser animadores y emprendedores de proyectos socioeducativos que estén sustentados en la innovación. Los que son comprometidos se empeñan y luchan por sacar adelante un proyecto con estas características. Sin embargo, al mismo tiempo, vivimos en una realidad en donde existen personas que lo que deciden es volver a su situación de confort, y para nada tienen en cuenta el esfuerzo realizado con anterioridad por poner en marcha los proyectos innovadores. Su misión es querer terminar con la innovación. Pueden pensar, estas personas, que es el camino acertado; sin embargo no se dan cuenta que están cerrando la posibilidad a muchos niños y muchas niñas de crecer en un proyecto que les hará felices y les dará herramientas nuevas con las que dar respuesta a tantas situaciones que la vida les irá generando.

El proyecto amparado en la innovación tiene que enfrentarse al sistema establecido y precisa, por tanto, de un nivel de compromiso muy alto. Los conformistas, no podrán nunca entender que la innovación conlleva adentrarse en el riesgo de tener que romper con la dinámica de hacer lo que siempre se ha hecho. Los conformistas son los verdaderos destructores de la innovación, son los que no aman el compromiso, aunque ellos piensen que son los más fieles al sistema y los únicos valedores del mismo.

El compromiso de innovar desde la diversidad, siguiendo a Ken Robinson, es "tener una base amplia que permitiera abarcar las clases de conocimientos que queremos para todos los alumnos y ofrecer oportunidades adecuadas para que cada uno descubra sus cualidades e intereses personales". Innovar a partir de la profundidad es "ofrecer un abanico apropiado de posibilidades para que, a medida que se desarrollan, los alumnos pudieran profundizar debidamente en sus áreas de interés. Innovar a través del dinamismo es "apostar por la realización de un plan de estudios que se estructurada de tal forma que permitiera la colaboración y la interacción entre alumnos de edades distintas y profesores con diferentes especialidades. Tendría que crear vínculos con la comunidad y evolucionar y desarrollarse como consecuencia de ello"

Hay organizaciones que tienen la oportunidad de apostar por la innovación, tienen la red educativa suficiente para ello, cuentan con varios centros adscritos a su Institución. Deberían de ser, por tanto, las que marcaran un compromiso por la innovación. Claro, esto conlleva tener que empezar a separarse de lo que tradicionalmente desarrollan. Para ello, lo primero que precisan es que los equipos directivos crezcan en un espíritu de liderazgo compartido; sin esta dimensión será imposible iniciar un cambio que les revolucione, en primer lugar a ellos, y de manera paralela a los modelos educativos basados en lo de siempre. La verdadera revolución nace desde esta perspectiva.

Creatividad

Si, verdaderamente, queremos cambiar lo podemos hacer a partir de nuestras propias estructuras. El sistema educativo puede cambiar y no depende de manera exclusiva de los responsables políticos. Estos están empeñados en ser quienes marcan los ritmos y los planes curriculares; pero no se percatan que la sociedad avanza mucho más rápido que sus principios ideológicos. Es una advertencia al sistema establecido. Cada día aparecen con más fuerza proyectos socioeducativos que están marcando los ritmos de la enseñanza, y contra esto no hay marcaje político que pueda frenar estas nuevas experiencias. Son estos proyectos los que están aportando innovación, y lo hacen desde el compromiso decidido de personas que creen en que las cosas tienen que cambiar desde el liderazgo compartido. Vivimos en un mundo globalizado y esto, también, afecta a la educación.

Hoy, el debate político en el ámbito educativo, anda perdido; pero no están mucho mejor las organizaciones que tienen centros educativos. Reflexionar sobre el modelo educativo precisa de una voluntad firme de comprometerse con la innovación.

La pregunta que hay que hacerse es ¿por dónde empezar? Es la misma que se hace Ken Robinson. "El punto de partida correcto es preguntarse qué deberían saber y poder hacer los alumnos como consecuencia de su educación. Hay que facilitar ocho competencias para que los mismos tengan éxito en la vida. Curiosidad como la capacidad de hacer preguntas y de explorar cómo funciona el mundo. Creatividad como la dimensión de generar nuevas ideas y ponerlas en práctica. Crítica como el espíritu de analizar la información e ideas y elaborar argumentos y juicios razonados. Comunicación como el esfuerzo de expresar pensamientos y sentimientos con claridad y confianza en una diversidad de medios y formas. Colaboración como el camino de trabajar constructivamente con otras personas. Compasión como la voluntad ponerse en la piel de otras personas y actuar en consecuencia. Calma como la meta de conectar con la vida emocional interior y desarrollar un sentido de armonía y equilibrio personal. Civismo como el empeño de implicarse constructivamente en la sociedad y participar en los procesos que la sustentan".

Son estos ocho pilares los que deben de marcar un proyecto socioeducativo que quiera ser innovador. Es preciso comprometerse por parte de quienes tienen la responsabilidad de tomar decisiones; no vale el quedarse estáticos, que es la tentación de muchos responsables de Organizaciones sociales y educativas. Por propia experiencia se, que innovar conlleva tener que superar dificultades y barreras que muchos se encargan de poner en el camino. Entiendo que comprometerse implica romper con lo establecido, y hacer posible que nazca un liderazgo compartido. Innovar supone apostar por la construcción de un modelo educativo basado en la creatividad, y no el dirigismo que muchas organizaciones pretenden imponer.

La creatividad hace fluir de las personas lo mejor de sí mismas y, sin duda, es la mejor medicina para convivir en una sociedad justa y equilibrada. Lo peor que les puede ocurrir a las Organizaciones es ampararse en lo de siempre o en el miedo a tener que innovar. La tensión, en nuestro sistema educativo, entre la educación concertada y educación pública; recordando a los responsables políticos que la educación concertada es una educación pública, quedaría superada si fuéramos capaces de instaurar consorcios socioeducativos; pero, para esto, hay que tener voluntad de innovar y de comprometerse por todas las partes. Este debería ser el punto de partida.

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