"Es verdad que se llama Diócesis de Málaga, pero también es de Melilla. Aquí están mis fieles y quiero estar aquí"
Satué, desde Melilla, reza por los muertos en el Mediterráneo, y pide "humanidad" para regular la inmigración
Primera, y "emocionalmente fuerte", visita de José Antonio Satué al otro lado del Estrecho
La visita supuso oportunidad para que Satué se familiarizara con la diversidad cultural de Melilla, un lugar donde se pueden encontrar comunidades judías y una notable población islámica. “Solo hace falta salir a las calles para observar esa diversidad”, afirmó el obispo, quien admitió que nunca antes había estado en África
Primera, y "emocionalmente fuerte", visita de José Antonio Satué al otro lado del Estrecho. No en vano, el obispo de Málaga también lo es de Melilla. Desde la mirada africana del Mediterráneo, Satué rezó por los migrantes que pierden la vida en su intento de alcanzar Europa, en ese mar que se ha convertido "en cementerio para muchas personas".
En su primera, pero no última, llegada a la ciudad autónoma ("Es verdad que se llama Diócesis de Málaga, pero también es de Melilla. Aquí están mis fieles y quiero estar aquí"), el obispo pudo palpar la diversidad cultural de la región, y también el empeño de muchos por tratar de encontrar vías de entrada a Europa, en busca de un futuro mejor.
Satué ha rezado junto con el vicario Episcopal, Eduardo Resa, por la gente que ha perdido la vida en el mar. Ambos han rezado por la tarea "difícil, pero necesaria" de los gobernantes para "una regulación de los flujos migratorios con humanidad".
La visita supuso oportunidad para que Satué se familiarizara con la diversidad cultural de Melilla, un lugar donde se pueden encontrar comunidades judías y una notable población islámica. “Solo hace falta salir a las calles para observar esa diversidad”, afirmó el obispo, quien admitió que nunca antes había estado en África.
En su agenda, Satué tuvo un encuentro con sacerdotes y con el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, además de oficiar una misa en la Iglesia del Sagrado Corazón. Aunque su visita fue breve, se comprometió a regresar y establecer una “presencia regular” en Melilla, subrayando que “aquí también están mis fieles y quiero estar aquí”.