El Obispado anunció la marcha voluntaria del cura El sacerdote de los «kikos» deja la prroquia lucense del Sagrado Corazón por el conflicto
El Camino Neocatecumenal no tendrá por el momento presencia en la parroquia del Sagrado Corazón, en Lugo. El Obispado de Lugo anunció ayer la marcha voluntaria del sacerdote Augusto César Da Silva Silva, que es miembro de este grupo, conocido popularmente como «kikos». Lo hizo mediante un comunicado que fue leído en las misas celebradas ayer.Lo cuenta La Voz de Galicia.
«Debido a las expresiones constantes de rechazo y desprecio sufridas en la parroquia, [Augusto Da Silva] manifestó su incomodidad y a la vez el deseo de servir a la Iglesia en cualquier otro lugar donde pueda ser útil. Trataremos de respetar su decisión», destacan fuentes episcopales en la nota.
Esta renuncia puede suponer el principio del fin del conflicto que se vive en este barrio lucense desde hace varios meses, y que arrancó con la llegada de este sacerdote. En la parroquia ya había dos: Guillermo Méndez, de 97 años, y Miguel Ángel Fernández. Desde entonces, la mayor parte de los feligreses se han manifestado en numerosas ocasiones para reclamar que Miguel Ángel sea nombrado párroco y rechazar la presencia de grupos ultra conservadores de la Iglesia.
Feligreses del Sagrado Corazón consideraron ayer que el comunicado del Obispado es «sumamente importante». Muchos de ellos llevan semanas sin acudir a la parroquia o asistiendo a misa en otros lugares como medida de protesta por la decisión que había tomado la diócesis.
«El rechazo a la presencia de don Augusto por ser miembro del Camino Neocatecumenal ha adquirido formas públicas y tonos -por ejemplo en la denominación de «sectario» o en la exclusión radical de la vida de la comunidad cristiana- que no respetan la comunión necesaria con la Iglesia universal y nievan la pluralidad en ella», afirma la nota del Obispado, que fue repartida a la salida del templo entre los fieles que optaron por no entrar en él.
«Actitud sacerdotal ejemplar»
«Don Augusto ha mostrado desde el principio una actitud sacerdotal ejemplar y el deseo de servir a la iglesia diocesana y a la comunidad del Sagrado Corazón de modo muy generoso», destaca el comunicado, que recalca que Guillermo y Miguel no fueron desplazados del Sagrado Corazón.