Se confirmaron los pronósticos, y de forma contundente, Barack Obama se impuso a John McCain en las elecciones de Estados Unidos. Se convertirá de este modo, el próximo 20 de enero, en el presidente número 44 de los EE.UU., en el primer negro en llegar a la Casa Blanca y, lo que parece más importante, en el primer líder global del siglo XXI. Y que habrá de afrontar el liderazgo frente a la gran crisis mundial, así como recuperar el crédito de la nación estadounidense, lastrada por los ocho años de George Bush y sus políticas de acoso y derribo a los diferentes. Que han costado muchos muertos en Irak, por ejemplo. Grandes retos, pero también grandes oportunidades para el futuro.

Ha sido una noche larga, y todavía precisaremos de tiempo para comprobar si, como parece, el cambio ha llegado a Estados Unidos. Pero, al menos, la esperanza en un nuevo futuro, basado en el diálogo entre las naciones y en una nueva configuración del orden mundial, parece latir con más fuerza. Veremos.

"Buenas noches Chicago -afirmaba, en su primer discurso ya como presidente electo, el candidato demócrata-. Si hay alguien que todavía duda que EEUU es un país en que todo puede pasar, que todavía pone en duda el poder de nuestra democracia hoy ha obtenido respuesta, la respuesta de cientos de personas que han hecho cola durante tres o cuatro horas para votar, muchos por vez primera, la respuesta que han dado los ricos, jóvenes, pobres, hispanos, asiaticos, discapacitados, no discapacitados. No somos una serie de personas, no somos rojos, azules, demócratas o republicanos. No. El menaje que hemos lanzado es que somos los Estados Unidos de América. Es la respuesta que han obtenido los cínicos, los que tenían miedo sonbre la posibilidad de conseguir un nuevo líder. Hoy el cambio ha llegado a EEUU".

Obama también tuvo palabras de agradecimiento a su rival en la noche de ayer. "Hace unas horas he recibido una llamada muy amable del senador McCain. El senador McCain ha luchado mucho por esta campaña y ha luchado más tiempo que yo por el país y nosotros hemos salido beneficiados de los sacrificios de McCain. Le agradezco a el y a Palin lo que han hecho" y prometió que se pondrá a trabajar con ellos en los próximos meses para conseguir el cambio. Un McCain que, por cierto, ha aceptado elegantemente la derrota y se ha puesto a disposición del nuevo presidente. No seré yo quien tenga a los Estados Unidos como ejemplo de civilización, pero algunas actitudes no vendrían mal en este país.

Del mismo modo tuvo palabras para su "roca": "Yo no estaría aquí esta noche si no fuera por el apoyo infatigable de mi compañera durante 17 años, la próxima primera dama, Michelle Obama. Y aunque no está ya con nosotros sé que mi abuela nos está mirando. Ella ha hecho lo que yo soy, la echo de menos y la deuda que tengo con mi familia nunca se podrá pagar. Muchas gracias por el apoyo, siempre os estaré agradecidos". Que nunca está de más hablar de la familia.

En opinión de Barack Obama, las elecciones han demostrado que "200 años después, el gobierno de la gente y para la gente no ha desparecido de la tierra, ésta es vuestra victoria. No lo habeis hecho para ganar las elecciones sino para superar los problemas de la nación".

"Hoy, esta noche, sabemos que hay norteamericanos levantándose en Afganistan arriesgando sus vidas para salvar las nuestras" continuó, haciendo referencia a su compromisó para salvaguardar las economías familiares ante la crisis financiera internacional. "El camino será duro y largo, puede que no lleguemos a la cumbre en un año o en un mandato, pero hoy tengo más esperanza que nunca en que llegaremos a la cumbre de esa montaña".

"Habrá reveses, dificultades y muchos no estarán de acuerdo con mis decisiones, pero siempre seré franco con vosotros y os escucharé para reconstruir esta nación, ladrillo a ladrillo, paso a paso, lo que prometí hace meses no va acabar esta noche de otoño. El cambio será el resultado del nuevo espíritu de servicio y sacrificio, asi que invoquemos un nuevo espíritu en el que todos nos esforcemos y sacrifiquemos, no por nosotros sino por los demás. Resistámonos a la tentación de caer en la avaricia y mezquindad que nos ha perjudicado tanto tiempo, no olvidemos los valores de humildad y decisión de olvidar las heridas que dificultan nuestro progreso. No somos enemigos, somos amigos".

"A los que nos siguen de otros paises decirles que hay un nuevo liderazgo americano" y ofreceremos nuestro apoyo. "Ese es el verdadero espíritu de américa. América puede cambiar".

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