Nueva Teología Política Europea (curso)



Fotografía de Bonhoeffer
en la portada del libro
Cristianismo y Secularidad
Francisco Margallo Bazago

Capítulo Octavo

La división de clases rompe la unidad de Dios

5. La doctrina social de la Iglesia
(Cont.

Según el profesor Galindo, "el pensamiento social cristiano sostiene que si con el capitalismo se indica un sistema económico que reconoce el rol fundamental y positivo de la empresa, del mercado, de la propiedad privada y de la consiguiente responsabilidad por los medios de producción, del libre crecimiento humano en el sector de la economía, la respuesta a la pregunta sobre un modelo de economía y de sociedad ideal que fomente el progreso moral y económico le sería favorable.

Pero si por capitalismo se entiende un sistema en el que la libertad en el sector de la economía no está encuadrada en un sólido contexto jurídico que lo ponga al servicio de la libertad humana integral, la respuesta sería negativa".

Evidentemente, este presupuesto no se da en el capitalismo democrático de los Estados Unidos, donde se dan grandes bolsas de pobreza, un número considerable de personas en paro y una contratación laboral bastante precaria. A pesar de todo la religión política neoconservadora burguesa, analizada en el capítulo precedente, no ha dudado en presentar a este país como "nueva tierra de promisión" donde se está realizando el reino de Dios.

Semejante pretensión no deja de ser una idolatría y, ciertamente, la religión que sirve de base al neoconservadurismo norteamericano no es el Cristianismo.

Trasladándonos a España, considerada mucho tiempo reserva del catolicismo por su fidelidad a la Santa Sede, el mismo profesor Angel Galindo le reprocha su carencia de conciencia social, es decir, de no conocer la doctrina social de la Iglesia y de no actuar en coherencia con ella. Lo cual se traduce en individualismo y escasa solidaridad, como ponen de manifiesto los ocho millones de pobres censados por Cáritas Nacional, el gran número de parados y la evasión fiscal en las capas altas de la sociedad.

Describiendo el sujeto de la conciencia social, el profesor afirma que la preocupación social responde a la esencia de la persona: "persona y solidaridad son correlativas, no podemos separar al hombre de su exigencia de convivencia solidaria". La misma vocación trascendente del hombre exige esta solidaridad, puesto que su plenificación como hombre se realiza no sólo en su relación con Dios, sino también con los otros hombres sus hermanos.

La tesis del profesor Galindo es coincidente con la de Juan Alfaro, para quien la existencia humana no se agota en su dimensión personal. En la conciencia del propio "yo" el hombre está remitido constantemente a los "otros yo". El hombre no es solipsista; su dimensión comunitaria es tan esencial como su dimensión personal, sin ella no puede lograr la plenitud a la que por naturaleza aspira .

Tenían, pues, mucha razón Bonhoeffer y Leonardo Boff al decir que Cristo no trae una nueva religión, sino que trae a Dios y un hombre nuevo. Su mensaje, en efecto, es un mensaje de vida y él mismo asumió hasta sus últimas conscuencias la vida de los hombres, apareciendo así como el gran secularizador de la religión.

Más recientemente Torres Queiruga ha escrito: en Cristo se encuentra la máxima afirmación del hombre, no hizo otra cosa que defenderle, sobre todo al más negado por los otros hombres. Jesús se opone frontalmente a los que en nombre de cualquier otro valor, particularmente religioso, convertían al pobre, al enfermo o al pecador en no-hombre: "conoceis la obra del amor de Nuestro Señor Jesucristo, que siendo rico se hizo pobre por vosotros, para que vosotros os hiciérais ricos con su pobreza" (1 Cor 8, 9) .

Todo esto nos da pie para concluir que la venida del reino de Dios y su justicia tiene que seguir en nuestro tiempo secularizado los caminos abiertos por la nueva teología política y de la liberación. A continuación vamos a ver cómo la economía, de cuyo desarrollo depende en buena medida la instauración del reino de Dios en el mundo, adquiere un rango teologal.

Bibliografía
A. Galindo, "El Magisterio de la Iglesia y el capitalismo", en Moral socioeconómica BAC 1996; Id. "Conciencia social en España", Salm 120 1989.
J. Alfaro, "La esperanza intramundano y la esperanza cristiana", Conc 39, 1974.
A. Torres Queiruga, Creo en Dios padre, Sal Terrae 1992.

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Cristianismo y Secularidad
Manual de Nueva Teología Política Europea
Ed.Tirant lo Blanch, Valencia 2007
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