Dios se sirve del rito para fijar su alianza
En la primera lectura de este domingo II de cuaresma observamos cómo Dios hace una alianza con Abrahán y se utiliza el rito como medio de expresión de ese pacto. Dice así el texto:
"En aquellos días, Dios sacó afuera a Abran y le dijo:"
– «Mira al cielo, y cuenta las estrellas, si puedes contarlas».
Y añadió:
– «Así será tu descendencia.»
Abrán creyó al Señor, y se le contó como justicia.
Después le dijo:
«Yo soy el Señor, que te sacó de Ur de los caldeos, para darte en posesión esta tierra».
Él replicó:
– «Señor Dios, ¿Cómo sabré yo que voy a poseerla?».
Respondió el Señor:
– «Tráeme una novilla de tres años, una cabra de tres años, un carnero de tres años, una tórtola y un pichón.»
Él los trajo y los cortó por el medio, colocando cada mitad frente a la otra, pero no descuartizó las aves. Los buitres bajaban a los cadáveres, y Abrán los espantaba.
Cuando iba a ponerse el sol, un sueño profundo invadió a Abrán, y un terror intenso y oscuro cayó sobre él.
El sol se puso, y vino la oscuridad; una humareda de horno y una antorcha ardiendo pasaban entre los miembros descuartizados.
Aquel día el Señor concertó alianza con Abran en estos términos:
– «A tu descendencia le daré esta tierra, desde el río de Egipto al gran río Éufrates»"
Génesis 15, 5-12. 17-18.
En la descripción del rito que Abrahán desarrolla entra en juego una cierta liturgia de los signos y los gestos.
"Él los trajo y los cortó por el medio, colocando cada mitad frente a la otra, pero no descuartizó las aves."
Y Dios mismo confirma la validez del rito participando en él:
"El sol se puso, y vino la oscuridad; una humareda de horno y una antorcha ardiendo pasaban entre los miembros descuartizados."
Dios mismo se hace presente en la acción simbólica del rito. Dios pasa entre las piezas de los animales. De igual modo hoy, Dios sigue haciéndose presente en los ritos que celebramos en la liturgia, Dios pasa, se manifiesta.. nos llena con su gracia, con su presencia salvadora.
Recuperemos la conciencia y la sensibilidad simbólica en los gestos y ritos que vivimos en la acción litúrgica. Dios sigue haciendo alianza con su pueblo, con cada uno de nosotros.
"En aquellos días, Dios sacó afuera a Abran y le dijo:"
– «Mira al cielo, y cuenta las estrellas, si puedes contarlas».
Y añadió:
– «Así será tu descendencia.»
Abrán creyó al Señor, y se le contó como justicia.
Después le dijo:
«Yo soy el Señor, que te sacó de Ur de los caldeos, para darte en posesión esta tierra».
Él replicó:
– «Señor Dios, ¿Cómo sabré yo que voy a poseerla?».
Respondió el Señor:
– «Tráeme una novilla de tres años, una cabra de tres años, un carnero de tres años, una tórtola y un pichón.»
Él los trajo y los cortó por el medio, colocando cada mitad frente a la otra, pero no descuartizó las aves. Los buitres bajaban a los cadáveres, y Abrán los espantaba.
Cuando iba a ponerse el sol, un sueño profundo invadió a Abrán, y un terror intenso y oscuro cayó sobre él.
El sol se puso, y vino la oscuridad; una humareda de horno y una antorcha ardiendo pasaban entre los miembros descuartizados.
Aquel día el Señor concertó alianza con Abran en estos términos:
– «A tu descendencia le daré esta tierra, desde el río de Egipto al gran río Éufrates»"
Génesis 15, 5-12. 17-18.
En la descripción del rito que Abrahán desarrolla entra en juego una cierta liturgia de los signos y los gestos.
"Él los trajo y los cortó por el medio, colocando cada mitad frente a la otra, pero no descuartizó las aves."
Y Dios mismo confirma la validez del rito participando en él:
"El sol se puso, y vino la oscuridad; una humareda de horno y una antorcha ardiendo pasaban entre los miembros descuartizados."
Dios mismo se hace presente en la acción simbólica del rito. Dios pasa entre las piezas de los animales. De igual modo hoy, Dios sigue haciéndose presente en los ritos que celebramos en la liturgia, Dios pasa, se manifiesta.. nos llena con su gracia, con su presencia salvadora.
Recuperemos la conciencia y la sensibilidad simbólica en los gestos y ritos que vivimos en la acción litúrgica. Dios sigue haciendo alianza con su pueblo, con cada uno de nosotros.