Argentina, una historia teológica

Acabo de volver de Argentina, y en el avión, entre curiosidad y curiosidad, sueño y sueño, he tenido tiempo de leer un libro ya clásico Marcelo González: La reflexión teológica argentina (1962-2004). Apuntes para un mapa de sus relaciones y desafíos hacia el futuro, Universidad Católica, Córdoba, 2005, 240 págs.


Es un libro importante, por su penetración histórica y por su lucidez teológica, un libro que podría servir de ejemplo para muchos que quieren plantear el tema de la "identidad cristiana" en España.

Desde 2005 han pasado varias cosas…, entre ellas la elección de Bergoglio como Papa, con lo que eso implica de “argentinización” de la Iglesia. Ha crecido también la división entre las clases sociales, con mayor pobreza de una parte de la población…

Ha crecido el escándalo de una injusticia económica y de una fuerte banalización (perversión) de la política, separada de la población real. Pero los temas de fondo del libro pueden y deben estudiarse. Por eso lo resumo y lo presento.

M. González: un tema, un autor, un libro.

Se han escrito y se siguen escribiendo muchos libros sobre el cristianismo y España, desde un punto de vista social, político y moral, como la R. Díaz-Salazar, El Factor Católico en la política española (1945-2005), PPC, Madrid 2006. Pero no existe, que yo sepa, ninguna obra teológica de envergadura que nos sitúe de un modo profundo, equilibrado, ante el problema.

Tenemos ciertamente algunos documentos de la Conferencia Episcopal España sobre terrorismo, política o cultura, pero no han logrado convencer a todos, ni han servido para pacificar al conjunto de los españoles. Pienso que la historia de la "reflexión teológica española" (desde España) está todavía por hacerse... y me gustaría que lo hiciera alguien con la misma autoridad y equilibro de M. González. Las cosas que he leído en esa línea de algunos autores (entre ellos quizá el más lucido sería O. González de C. a partir de su antiguo libro Meditación teológica desde España?, Sígueme, Salamanca 1970) no me han convencido.

Marcelo González nació en Buenos Aires el año 1958 y estudió en Roma donde se doctoró con una tesis sobre La relación entre Trinidad Económica e Inmanente. El axioma fundamental de K. Rahner, Lateranense, Roma 1996. Conocía su trabajo y le pedí su colaboración en la obra colectiva X. Pikaza y N. Silanes, Diccionario teológico. El Dios cristiano, Secretariado Trinitario, Salamanca 1993, 131-138. Su dedicación posterior a los estudios trinitarios sigue siendo notoria, como muestra su trabajo sobre El estado de la situación de los estudios trinitarios, en El misterio de la Trinidad, San Pablo, Buenos Aires 1998, 9-97 y su libro sobre La Trinidad. Un nuevo Nombre para Dios, Paulinas, Buenos Aires 1999. Desde entonces ha colaborado en diversos proyectos teológicos, tanto en Argentina como en España.

Pues bien, M. González ha tenido el "atrevimiento" de interpretar en este libro la historia de Argentina desde la perspectiva de la teología cristiana (y viceversa). Lo ha hecho de un modo ejemplar, detallado, objetivo, cristiana, precisando de esa forma algunos aspectos fundamentales de la vida cristiana y de la vida social en Argentina, en unos años que han sido cruciales para su historia.

(1) El primer capítulo analiza el contexto de surgimiento de la teología argentina de los años 60 a los 74/75; se trata de una teología aún tradicional, aunque abierta ya a las novedades del Vaticano II.

(2) El segundo período se ocupa de la teología en el entorno de la dictadura, entre el 1975 y el 1983. Surgió en ese momento, al lado de la teología más oficial, que pareció favorecer la represión, una “teología argentina del pueblo”, que se opuso a la dictadura y quiso buscar formas de trasformación de la iglesia y de presencia social de los cristianos. Esa teología no logró extenderse en todos los planos de la vida de la Iglesia en Argentina y hubo bastantes eclesiásticos (sobre todo obispos) que secundaron, al menos con su silencio, el golpe militar y que apoyaron su terrible represión, con los desaparecidos que siguen gritando en las calles a través de la voz de sus madres.


Ésta ha sido y sigue siendo una página dura de la historia de la iglesia en Argentina; pero no es la única, hubo otras páginas hermosas, de compromiso humano y de solidaridad con los perseguidos. Sólo reconociendo los errores, las complicidades y los miedos de una parte y las voces y búsqueda solidarias de otra (sin saber muchas veces donde estaba una parte y la otra) se podrá volver al Evangelio y retomar el buen camino de la buena teología en Argentina.

(3) El tercer período expone el despliegue de la teología argentina en los años que siguen a la dictadura, desde el 1983 a la actualidad... Ésta tiene que sr una teología que reconoce los errores pasados y que asume desde dentro el camino del evangelio, en una Argentina cargada con los problemas vinculados a la globalización y a la pobreza de parte de la sociedad. Ésta tiene que ser una teología que acompaña y ayuda a los hombres y mujeres del pueblo, para que descubran desde dentro el potencial liberador del evangelio.

De un modo especial nos importa la última fase de la teología argentina, abierta a las novedades de una cultura de secularización y crisis de los modelos sociales: Argentina es una sociedad múltiple, distinta, con segmentos de pensamiento y vida que se oponen entre sí. Argentina puede convertirse en una sociedad dividida e injusta, con parte de la población en el "primer mundo" y otra parte grande en "tercer y cuarto mundo"...

En ese contexto nos sitúa este libro, que quiere ayudar, desde el evangelio, al conjunto de la sociedad argentina, sabiendo que partes de la Iglesia argentina quieren volver a formas de neo-cristiandad. Se trata de un libro valiente, que nos sitúa ante una teología quizá menos conocida que la brasileña o incluso que la peruana (falta en Argentina un F. Gutiérrez), pero muy atenta a las novedades sociales y teológicas, dentro de un contexto de globalización,

Aquí no puedo recoger todas las facetas de este rico libro, pero quiero y debo evocar los diversos trabajos de M. González, recogidos on line en http://www.san-pablo.com.ar/vidapastoral/?seccion=iautores&autor=2&p=3. Entre ellos hay uno que recoge y despliega de un modo ejemplar las tesis del libro.

Es un trabajo titulado Cátedra de Teología Argentina. Primeros pasos, que está escrito el año 2003. En él se exponen los elementos básicos de la teología argentina de los últimos decenios, con los retos que ella debe asumir en el futuro. El autor pretende crear una cátedra de teología, en la que puedan expresarse “las identidades que conformaron y conforman los diversos rostros de un pensamiento teológico argentino”. De esa forma, la "historia teológica de Argentina" podrá convertirse proyecto teológico para Argentina, un proyecto que puede ser fundamental para el futuro de la cultura y de la vida cristiana en Argentina.

De esa forma, la historia se convierte en "maestra de futuro". Para que Argentina puede seguir recibiendo la aportación del cristianismo, superando los aspectos oscuros del pasado, es necesario preparar un futuro distinto, desde la misma teología. La teología no es todo, hay en Argentina otros problemas muy importantes, políticos y sociales, económicos y culturales... pero el cristianismo puede ayudar a plantearlos.

M. González: Un proyecto de teología argentina

Introducción


La década del ’90 ha traído un incipiente movimiento de recuperación y relectura crítica de la tradición teológica argentina, jalonado por el cambio generacional en la teología nacional, el homenaje a Lucio Gera y la puesta en marcha de la publicación de sus obras seleccionadas, y las muertes de Rafael Tello y Orlando Yorio. Es en este marco que surgió la idea de una Cátedra de teología en perspectiva argentina. Más precisamente, propuse su creación en las Jornadas Académicas realizadas en las Facultades de Filosofía y Teología de San Miguel con ocasión de los 35 años de la formación de la COEPAL y a 30 años de los inicios de la filosofía de la liberación en Argentina (2001). Las autoridades de la facultad de teología acogieron la idea y sugirieron comenzar con un Seminario para la Licenciatura. Este curso fue desarrollado, por primera vez, en el primer semestre de 2002.

1. "Hacia una teología desde la perspectiva argentina: Perfil, autores, corrientes y temas"

El programa del seminario requería plantearse cuestiones de contenido y metodología. Desde las más básicas: ¿existe una teología argentina? ¿Tiene sentido plantear el tema cuando la globalización reconfigura tan radicalmente las identidades nacionales? Hasta las más decisivas teológicamente: ¿Cuáles son sus textos, sus figuras, sus etapas? ¿dónde buscar pensamiento teológico en Argentina? Veamos algunas de las opciones tomadas.

1.1. Teología en y teología desde Argentina

El ministerio teológico ha estado presente de muchas maneras en la vida eclesial y cultural argentina. Existe, en efecto, una larga tradición de teología en Argentina. Personas, corrientes, instituciones, revistas y debates teológicos han acompañado la vida en estas tierras hasta el día de hoy. Pero, aunque todavía no exista ningún trabajo histórico de conjunto sobre la historia de la teología en la Argentina, y por más que este aspecto de la cuestión sea fundamental, nuestra investigación se concentra en otra perspectiva. Busca, más bien, visibilizar, narrar y contextualizar las tramas de un pensamiento teológico desde y para la Argentina. Ensaya descubrir cómo la existencia cristiana vivida en el espacio cultural argentino fue gestando una peculiar inteligencia de la fe, una teología inculturada. Para ello, es necesario estudiar dos procesos principales: la recepción y la creatividad. Por un lado, se trata de analizar cómo se fueron recibiendo en nuestro ámbito los autores, las corrientes, los temas y la metodología de la teología surgida en otros contextos (inicialmente Europa y más recientemente otro países de América Latina, África, o Asia y USA). ¿Qué autores tendieron a recibirse con más intensidad y qué temas teológicos ocuparon el centro de la atención? ¿Cómo se los releyó, aceptó, criticó desde nuestro horizonte cultural? En el proceso de recepción, ¿ha prevalecido la pasividad repetitiva, la selección creativa, la ampliación de lo recibido, o la transposición de temas y autores? Por otro lado, es necesario investigar los aportes originales y creadores de nuestra teología, la emergencia de tradiciones reflexivas, de cauces, corrientes o escuelas locales.


1.2. Aclaraciones terminológicas


La operación de poner juntos los términos teología y Argentina, no significa una toma de postura previa respecto del contenido de ambos, sino una atención a los procesos de influencias recíprocas tal como se dieron y se dan históricamente.

Esto implica, en primer lugar, no usar el nombre "Argentina" como una denominación exclusivamente territorial. Nuestro estudio no puede comenzar ni en 1776 ni en 1810, puesto que numerosos procesos que se investigan no se relacionan con la Argentina en configuración actual. La vida de los pueblos originarios, el período colonial, las culturas que ni ayer ni hoy pueden ser interpretadas adecuadamente desde parámetros nacionales sino regionales y culturales, hacen que use la noción en un sentido amplio y no anacrónico. Tampoco considero a la Argentina como una suerte de esencia a/histórica, fraguada de una vez para siempre e identificada con alguna época de oro. Ni busco aislar una serie de rasgos de carácter o ser nacional inmodificables, a los que luego haya que rastrear en cada época para evaluarlas como altas por su presencia o decadentes por su ocaso. Ni pretendo conocer una suerte de destino manifiesto dispuesto por la historia, por Dios o por los iluminados, que debe guiar los proyectos y las búsquedas. Argentina, por tanto, será considerada como una noción cultural y como un proceso dinámico.

Lo mismo vale para la noción de "teología", que utilizo en su sentido más amplio. Hay teología toda vez que se conjuguen creer y saber, sea cual fuere la modalidad de ambos componentes. Aplicado a nuestro tema las consecuencias son decisivas: la teología en perspectiva argentina no ha de buscarse solamente en sus expresiones académicas e institucionales, sino en todas las figuras en las que se dio y se da. Los pueblos originarios tuvieron y tienen teologías. La teología desde Argentina ha de incluir necesariamente las articulaciones entre creer y saber surgidas de familias eclesiales cristianas de fuerte arraigo en nuestra cultura: anglicana, luterana, calvinista, metodista, etc.; así como las de las de presencia más reciente como las pentecostales. Con su modo peculiar, será necesario considerar las expresiones de la teología judía y musulmanas de nuestro ámbito.

Por fin, habrá que atender al creer y saber de las invisibilizadas comunidades afro-argentinas, hoy en franca recuperación. En otros términos, una teología desde Argentina deberá hacerse, tanto respecto del pasado como del presente, preguntas como estas: ¿cómo se articulan/rechazan y se fecundan/conflictuan recíprocamente las ideas teológicas, sociales, políticas, estéticas y culturales? ¿Hasta qué punto y cómo, las propuestas místicas, ideológicas, celebrativas, y éticas del cristianismo (y de las otras tradiciones) han inspirado acciones, decisiones, agrupaciones y movimientos en nuestro ámbito cultural? Luego de éstas influencias ¿no ha quedado el cristianismo mismo (y las otras tradiciones) impactado en su autoconciencia? En términos más duros, ¿cómo ha "funcionado" y funciona de hecho la reflexión teológica en nuestro medio cultural?

1.3. Lugares y temas de una teología inculturada

El ámbito eclesial y cultural, el lugar social desde donde se desarrolla una reflexión teológica influyen de manera decisiva en su perfil, sus temas, sus enfoques y sus métodos. No es lo mismo hacer teología en la universidad, en el acompañamiento de comunidades eclesiales, en las periferias, en ámbitos contemplativos o en medios populares. La teología ha tenido diversas formas de inserción en la vida de la Iglesia y en el "mundo argentino" y ha sido fecundada por éste de muchos modos. Por consiguiente no se la puede conocer si se la limita a los lugares y modalidades que en otros ámbitos culturales son centrales. La reflexión crítica sobre la fe en Jesús de Nazaret como Mesías se desarrolla, en muchos y muy representativos casos, en contextos vitales y temáticos que no se atienen a las peculiaridades de la academia. Por eso, propongo hablar de ámbitos, matrices y temáticas privilegiadas, como una primera ruta de investigación no excluyente ni definitiva.

La teología inculturada en Argentina se ha desarrollado y desarrolla en, al menos, tres ámbitos. En primer lugar, tenemos una teología académica. Con figuras como Juan Baltasar Maziel, Cayetano Rodríguez, Gregorio Funes, Gustavo Franceschi, Enrique Rau, Juan Straubinger y Lucio Gera. Con centros que se remontan a la universidad de Córdoba y al Colegio San Carlos, pasando por los Cursos de Cultura Católica, hasta llegar a las actuales facultades de teología. Con revistas tales como Bíblica, Ortodoxia, Revista de Teología, Stromata y Proyecto. En segundo lugar, encontramos una teología pastoral y espiritual. Se trata del saber del creer que impulsa, surge y acompaña a las diversas experiencias y propuestas de anuncio del Evangelio, así como la que alimenta y nace de la existencia cristiana de los/as grandes testigos del cristianismo.

En este campo se incluyen temas que van desde el encuentro/conflicto entre la teología guaraní con la que traían los conquistadores y la que anunciaban los evangelizadores; las misiones jesuíticas y franciscanas; el congreso eucarístico del ’34 y la Acción Católica. La pastoral aborigen, inmigrante y popular; los movimientos de la Acción Católica especializada de los ’50 y ’60 y la inculturación de los carismas de la vida religiosa y laical. En la otra vertiente contamos con la existencia teológico/pastoral de personalidades como Mama Antula, el Cura Brochero, Antonia Paz y Figueroa, Enrique Angelelli y Jaime de Nevares. En tercer lugar, descubrimos una teología política, social y cultural. Esto es, la que surge del diálogo/conflicto entre concepciones teológicas y movimientos, ideas y figuras del mundo político, social y cultural argentino. Incluye temas tales como: las relaciones entre revolución de Mayo, Iglesia y teología (teologías políticas, formación de los revolucionarios, posturas del clero y de los laicos, la cuestión del patronato); la confrontación teológico/pastoral con los movimiento liberales, laicistas, socialistas, anarquistas y populares. La teología subyacente en la relación y conflicto entre la iglesia católica y el peronismo.

Las concepciones teológicas de la dictadura militar y de la militancia revolucionaria de matriz cristiana. Con figuras tales como: Francisco de Paula Castañeda, José Manuel Estrada, Pedro Goyena y Miguel De Andrea; Leonardo Castellani, Julio Meinvielle, Hernán Benítez y Orlando Yorio. Y con corrientes como la ilustración católica rioplatense, el colectivo Convivio y el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo.
Por otra parte, en la teología inculturada en la Argentina (especialmente después del Vaticano II pero con muchos antecedentes), se pueden detectar ciertos cauces de reflexión. Se trata de matrices teológicas que se caracterizan por su peculiar acercamiento e interpretación de las fuentes cristianas, por determinadas acentuaciones en la manera de comprender la naturaleza y la misión de la Iglesia y sus relaciones con la sociedad; todo lo cual las llevará a adoptar peculiares posturas ante los acontecimientos eclesiales y sociales. Postulo la existencia de cinco: la renovadora/moderna, la popular, la crítica, la carismática y la tradicionalista; y la emergencia de otras dos: la feminista y la aborigen. Entre ellas se dan flujos, fecundaciones y fuertes conflictos. Incluyen movimientos como la teología argentina del pueblo, el nacionalismo teológico, los Seminarios de Formación Teológica, la revista Criterio y la renovación carismática. Por fin, es posible detectar en la teología desde argentina, una serie de inclinaciones temáticas: las cuestiones de método teológico y el recurso a las más diversas racionalidades y tradiciones teológico/filosóficas. Las relaciones entre teología académica y otras modalidades del creer/saber. La Escritura y los diversos métodos y acercamientos para su interpretación. La teología pastoral. Las temáticas culturales y políticas y la eclesiología.

2. Hacia una Cátedra de teología desde la perspectiva argentina.

Los desarrollos que acabamos de esbozar son el primer paso hacia la creación de una Cátedra de Teología Argentina. Se trata de fundar un espacio que esté en íntima relación con los centros académicos, con la vida pastoral de las comunidades, con las ciencias sociales y la filosofía argentinas, con los movimientos culturales, sociales y populares, con las iglesias cristianas hermanas y las familias religiosas de nuestro país. Para ellos propongo un conjunto de acciones y niveles de trabajo:

a) Crear una red de grupos de trabajo y estudio sobre teología y pastoral argentina en las diversas zonas del país, con especial insistencia en las trayectorias regionales.

b) Poner a punto, tanto a nivel temático como metodológico, un curso introductorio sobre Teología desde la perspectiva argentina, que pueda ser multiplicado y adaptado a los requerimientos de diferentes grupos y zonas del país (licenciatura y bachillerato; actualización pastoral y formación de las comunidades, etc.).

c) Realizar un Seminario Interdisciplinar para profesores e investigadores en orden a problematizar y establecer los contenidos, las etapas y la metodología de una teología inculturada en la Argentina.

d) Crear una biblioteca/archivo de teología y pastoral argentina, donde puedan ser recibidos y puestos a disposición infinidad de documentos, apuntes, materiales de experiencias pastorales, que están desperdigados y son desconocidos.

e) Crear el boletín bibliográfico de teología/pastoral desde argentina, con dos números al año. Se trata de dar cuenta de la producción bibliográfica en estos temas con especial dedicación a lo publicado en nuestro país.

f) La creación de un observatorio sobre la pastoral y la teología argentinas, de acuerdo a la metodología ya colaudada en otros campos científicos, con las debidas transposiciones a nuestro ámbito. Se analizarían: experiencias pastorales en distintos puntos del país, debates, relación con los creadores de cultura en Argentina, aparición de obras decisivas en el campo del pensamiento, conflictos, etcétera.

El proyecto aquí expuesto está, como es evidente, en su etapa de gestación. La figura que adoptará está en directa relación con la recepción que tenga. Por el momento la categoría de Cátedra Libre, parece la más adecuada. Invito a las personas e instituciones interesadas en estas
propuestas a contactarse con marceloteo@arnet.com.ar. (cf. http://www.san-pablo.com.ar/vidapastoral/?seccion=articulos&id=56)
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