Camino neo-catecumenal. Kiko Argüello y su obra I

El Camino Neo catecumenal es una de las grandes experiencias de la Iglesia Católica de los últimos decenios. Quien quiera conocer su origen y presencia en la Iglesia y el mundo puede acudir a http://es.wikipedia.org/wiki/Camino_Neocatecumenal. Allí se comienzan dando los siguientes datos:

El Camino Neocatecumenal es una institución católica que, según sus estatutos1 aprobados por la Santa Sede, es autodenominada como itinerario de formación católica o fundación de bienes espirituales.2 Sus iniciadores son los laicos españoles Francisco José Gómez de Argüello3 (más conocido como Kiko Argüello) y Carmen Hernández. Ellos, junto con el sacerdote italiano Mario Pezzi, forman el Equipo Responsable Internacional.

El Camino Neocatecumenal fue iniciado en la década de 1960 en el barrio de Palomeras, en las afueras de Madrid, y se ha extendido por todo el mundo. En la actualidad,[¿cuándo?] tiene presencia en 6.000 parroquias de 106 países, con 3.000 sacerdotes, 1.500 seminaristas y 78 seminarios Redemptoris Mater.

En un primer momento, sus Estatutos fueron aprobados de forma temporal por cinco años ("ad experimentum") el 29 de junio de 2002, por el papa Juan Pablo II. Posteriormente, a comienzos de 2008, se expidió el decreto en el cual los Estatutos se aprueban definitivamente, y el 13 de junio del mismo año, el cardenal Stanisław Ryłko, presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, entregó el decreto de la aprobación definitiva de los Estatutos del Camino Neocatecumenal junto con su texto final, en cuanto perteneciente a la Iglesia católica.

El 20 de enero de 2012, el Pontificio Consejo para los Laicos publicó un decreto con el que se aprobaban las celebraciones contenidas en el Directorio Catequético del Camino Neocatecumenal.5


Su portal oficioso es http://www.camino-neocatecumenal.org/neo/camino_neocatecumenal.htm. Allí podrán encontrarse los textos y datos básicos sobre el movimiento.

No he formado parte del “Camino”, pero he venido siguiendo con enorme interés su itinerario, desde los primeros tiempos, y puedo ofrecer una versión externa o feed-back que ayuda a entender el Movimiento dentro de la Iglesia. Lo haré siguiendo algunas reflexiones anteriores, en dos momentos.

1. En el origen. “Kiko” Arguello y su obra

El movimiento nació de la experiencia religiosa de Francisco José Gómez ARGÜELLO (1939- ), conocido popularmente como Kiko Argüello, pintor y activista católico, y ha venido a convertirse en uno de los grupos con más peso en la iglesia católica de la actualidad.

En su primera juventud, F. J. Gómez Argüello perteneció a diversos movimientos sociales, contrarios a la dictadura de Franco y se inició a la vida cristiana en los Cursillos de Cristiandad, para acabar fundando el año 1964 el movimiento neocatecumenal, para la renovación personal y social de la vida cristiana, en Palomeras Altas, un barrio marginal de Madrid.


Al principio, K. Argüello trabajó en Palomeras Altas, con grupos de marginados, especialmente gitanos, a quienes quiso transmitir su experiencia radical cristiana, con la ayuda de su guitarra y de sus cantos, entre las chabolas y las casas de los “expulsados” sociales, en los años del Concilio.

Se puede afirmar que su experiencia fue paralela a la de Jesús de Nazaret que, después de haber estado un tiempo con Juan Bautista, después de un proceso de “conversión” (interiorización y superación de las tentaciones, según Mt 4 y Lc 4), inició su misión entre los marginados de Galilea: Enfermos y prostitutas, locos, hambrientos etc.

En su contacto con los marginados, K. Argüello fue conociendo los problemas de la vida humana, en su vertiente más dura, hasta descubrir el papel radical del evangelio, como principio de transformación humana. Vio la necesidad de ayudar a los marginados (gitanos, pobres, enfermos…), pero descubrió, al mismo tiempo, la exigencia de crear comunidades cristianas, que fueran capaces de recorrer el camino integral del evangelio.

Tuvo la impresión por lo que yo sé, que era necesario trabajar entre los marginados de Manoteras y de otros lugares semejantes, pero no para quedarse con ellos, sino para ayudarles, creando comunidades de vida cristiana, que fueran capaces de recorrer el camino del evangelio y de la Iglesia, en su integridad. Parece que tuvo la impresión de que había que “trabajar” a favor de marginados y gitanos, pero que era imposible crear comunidad con ellos y entre ellos.

Así se produjo el gran salta, el paso de Palomeras, suburbio urbano, a una zona de recio cristianismo, como es Zamora, en el centro de Castilla-León. Allí fue Kiko y allí estuvo por un tiempo, en la parroquia de San Frontis, creando una comunidad neocatecumenal, de cristianos que fueran capaces de estabilidad personal y social, para recorrer todo el camino del evangelio.

Allí surgió la primera comunidad, madre de todas las comunidades. Lo que era inserción entre los pobres vino a convertirse en creación de grupos cristianos que retomaran el camino de las primeras comunidades cristianas, revitalizando la vida de las parroquias, pero desde el interior.

Este paso de Manoteras a las parroquias de honda vida cristiana… para vitalizarla creando comunidades neo-catecumenales ha marcado la historia del movimiento de K. Argüello, a quien se unió pronto Carmen Hernández, que ha sido también “alma” de la gran transformación litúrgica y espiritual del movimiento.

2. Elementos básicos del Camino Neocatecumenal

A través de los años, el Movimiento Neocatecumental ha ido cambiando, aunque pueden destacarse algunas constantes:

a. Es un movimiento “parroquial”, es decir, vinculado a las parroquias, a las que se quiere renovar, con un fuerte camino de conversión…

b. Es un movimiento neo-catecumenal: Quiere renovar y recrear el catecumenado de la Iglesia antigua (siglos II-V), recorriendo así el camino bautismal. Se trata en el fondo de recrear y revivir el bautismo a través de unos hondos procesos de conversión.

c. Es un movimiento que se ha ido estructurando en forma muy intensa… pasando del período anarquista del principio (en Palomeras) al período de intenso discernimiento y vinculación a las parroquias y después a la Gran Iglesia. Estos son algunos de sus rasgos:


1. Descubrimiento de la propia identidad. En el fondo del pensamiento de K. Argüello hay una experiencia de conversión, que se debe traducir en la transformación interior y en la fidelidad personal a un proyecto de Dios entendido como poder de salvación. La base del movimiento carismático e institucional de K. Argüello es una antropología pesimista de tipo agustiniano e incluso protestante (que podría compararse con la de Jansenio). A su juicio, en un primer momento, la vida del hombre se encuentra sometida al poder del pecado.

2. Experiencia de gracia. Los creyentes (y de un modo especial los que recorren el camino catecumenal) han de asumir y desarrollar una experiencia de gracia, por la que Dios aparece como creador de una vida renovada, en aquellos que le acogen. La misma certeza anterior del pecado, con la experiencia posterior de conversión, transforman al creyente/catecúmeno en alguien que es capaz de seguir la directrices de una gracia que aparece expresada en normas fuertes de conducta, conforme a una visión muy estructurada del evangelio.

3. Fidelidad a la Iglesia institucional. Tras unos primeros momentos de relativa independencia respecto de la jerarquía (que se reflejan en los primeros cuadernos fotocopiados de las “conferencias” de K. Argüello, que se utilizaban en la comunidades), el proyecto neocatecumenal ha optado por inscribir su dinámica dentro de una Iglesia entendida de un modo muy estructurado y jerárquico, como portadora de salvación. Algunos han podido pensar que los seguidores de K. Argüello han renunciado a la autonomía del propio pensamiento cristiano, para ajustarse a unas directrices que ellos reciben de fuera.

4. Un retorno a los valores objetivos del mundo cristiano. Ese retorno se refleja de un modo especial en la obra pictórica de Kiko Arguello, que es quizá la más significativa de sus aportaciones culturales. Son muchos los que discuten (e incluso niegan) los valores artísticos de esa pintura. Pero ella recoge y actualiza un tipo de experiencia simbólica, de tipo bizantino, en la que se vinculan los aspectos personales e institucionales de la vida cristiana, en línea de fidelidad a una tradición clásica, que no acepta las posibles aportaciones de la Ilustración.

El ideario de Kiko Argüello se ha expresado básicamente en sus pinturas y el despliegue del Camino Neocatecumenal (cf. Estatuto del Camino Neocatecumenal, Bilbao 2003), más que en obras editadas públicamente. Sin embargo, las catequesis de Kiko Argüello, que se vienen transmitiendo de un modo privado (desde el principio del “camino”), repetidas en miles de comunidades, para cientos de miles de personas, constituyen uno de los documentos más influyentes del pensamiento y de la vida cristiana de comienzos del siglo XXI.
Volver arriba