Eucaristía, el triunfo de la Iglesia (Un cartón de Rubens)

He presentado ayer una reflexión histórico teológica sobre la eucaristía, desde de una perspectiva bíblica y actual, diciendo que cambia y acaba una etapa, casi siete siglos de Fiesta de la Iglesia.

No es que el cambio me alegre sin más. Tengo ciertos años, vengo del Corpus clásico, celebrado en pueblos y ciudades, al estilo antiguo, con gran procesión de flores, Guardia Civil, himnos militares y cantos de gloria, a partir del Congreso Eucarístico de Barcelona (1952), momento de exaltación patriótico/religiosa del régimen de Franco (que selló su pacto con la Iglesia).

Crecí en aquellos tiempos, y siento nostalgia ante el pasado. Por eso he querido recordar hoy, tras un Corpus casi vacío de fiesta religiosa, un cuadro que Rubens pintó para España, representando su Triunfo: Triunfo de los Austrias, de la Iglesia, de la Eucaristía. Ese cuadro (un cartón par tapiz) representa lo que éramos entonces. Hoy, tras sesenta y dos años, nos parece hermoso, pero ya pasado.

El triunfo de la Iglesia y de la Eucaristía lo vemos hoy muchos de otra forma, como he venido diciendo y presentando con frecuencia en este blog. Pero es bueno recordar el pasado, aprender su lección.

Será conveniente que el lector "lea" por sí mismo el cuadro de Rubens. Al fin de la postal ofrezco un reproducción más extensa. para que puedan observar los detalles. Buen día a todos.



UN CARTÓN DE RUBENS, UNA FORMA DE ENTENDER LA IGLESIA

1. Una época, un cuadro

Rubens pintó este cartón para una serie de tapices alegóricas que la infanta Isabel Clara Eugenia, hija del Felipe II de España y gobernadora de los Países Bajos quiso regalar para el Convento de las Descalzas Reales de Madrid, donde se encuentran. Es pues un boceto de tapiz, muy preciso y detallado, que Rubens pintó en torno al 1622-1625, y se encuentra en el Museo del Prado de Madrid.

Los tapices de las Descalzas Reales representan la gloria de la Iglesia Católica y de la Monarquía de los Austrias, en un momento en el que se luchaba en los campos de batalla por la supremacía de católicos o protestantes en Europa y en el mundo (había empezado la Guerra de los Treinta Años: 1818-1638). Se estaba jugando el futuro del mundo y los cuadros-tapices de Rubens, financiados por Gobernadora de Flandes, formaban parte de la Propaganda de la Iglesia Católica y representaban su visión del mundo y del triunfo de su Eucaristía (cf. http://es.wikipedia.org/wiki/El_triunfo_de_la_Iglesia_(Rubens)

2. Rubens, un pintor, una propaganda

Pieter Paul Rubens (de Siegen, actual Alemania, 1577, muerto en Amberes, actual Bélgica, 1640) es el pintor católico flamenco por excelencia, a diferencia de Rembrandt (1606-1669), que será el holandés protestante. Todo un mundo les distancia, pintando uno y otro a pocos kilómetros de distancia.

En la obra que nos ocupa, la escena se desarrolla ante una columnata salomónica, ante la que dos querubines despliegan el tapiz del cuadro. Rubens representa la contra-reforma católica, el ideal glorioso de los austrias, la Iglesia triunfante… Es el pintor de moda, casi un empresario del arte. Pinta para aquellos que le pagan mejor, en línea “católica”. Es uno de los grandes propagandistas del arte. Esta obra es una obra maestra de su propaganda.

3. Cartón para un tapiz

El mismo cuadro es un tapiz fingid, una escena compleja, de gran simbolismo, con muchas figuras en movimiento (puro barroco), una gran alegoría el sentido y triunfo católico de la vida. Está enmarcado entre dos columnas salomónicas.

Arriba está la cartelera vacía (en el tapiz de las Descalzas pone: Ecclesiae Triumphus, el triunfo de la Iglesia).

Abajo, como saliendo del lienzo, hay un globo de la tierra, con una serpiente que se muerte la cola, que puede ser el signo de la eternidad (el uróboros…), pero que también puede significar el “pecado vencido” (la serpiente de Adán)… o el imperio de los austrias que domina sobre el orbe de la tierra (AEIOU: Austriae est imperare orbi universo). Junto al globo hay tres signos: un timón (buena ruta o gobierno), una palma (victoria) y una rama de roble (fortaleza).

4. Una escena, un cortejo triunfal…

Un cortejo, como el triunfo de los guerreros romanos que venían de conquistar nuevas tierras… Un carro de victoria, como los carros de los viejos dioses y diosas de oriente (la Cibeles de Madrid…), como el carro-merkabá de Dios en Ezequiel 1.

Un desfile de victoria de la Iglesia Católica, representada como mujer, con guirnaldas de frutos y con ángeles fecundos de virtudes, que son la abundancia de la cristiandad católica.

Llevan el carro cuatro caballos blancos (una réplica de los caballos del Apocalipsis). Son cuatro, una cuadriga, todo el mundo… Van precedidos por tres figuras femeninas “que sostienen las riendas o acarician a los caballos”, mientras (de la que sólo vemos la espalda) va anunciando la gran marcha de la Iglesia, va precediendo el cortejo.

5. Cuatro ángeles, al servicio del Papa (de la Iglesia)

Velázquez pintará muy pronto los guerreros reales de las batallas de Flandes (Rendición de Breda, 1634). Rubens no pinta guerreros con picas, ni caballos luchadores… sino ángeles mujeres, figuras femeninas que anuncian la victoria del orden de Dios… Entre los ángeles/doncellas, que son como la gracia de la vida, heraldos del triunfo de Dios (con trompeta de juicio y victoria) destacan éstos:

‒ Ángel de la Victoria. Uno de los ángeles lleva una corona de laurel y una palma, es la Victoria de la Iglesia, representada por el Papa (y por su servidor en la tierra, el rey de España)

‒ Ángel de las llaves de Pedro Papa. Montado a caballo, un ángel efebo (parece masculino) con una corona de laural, llena el conopeo o “sombrilla” del Papa, que servía en principio para protegerle del sol. Aquí protege y da sombra a sus insignias de poder, que son las llaves de oro y plata, que abren las puertas del cielo y de los reinos de la tierra.

‒ Ángel de las riendas, Espíritu Santo. Va sentado ya sobre el carro. Es un ángel niño, un querubín, que lleva las riendas del carro, con la paloma del Espíritu Santo, que vuele encima de él, entre resplandores de ángeles Pequeños. Es el mismo Dios que va en el carro, tras las llaves… El dios misterioso de Ez 1, el Espíritu Santo que guía a la Iglesia católica, a su papa…

‒ Ángel de la Tiara Papal. El Cuarto de los ángeles del gran cortejo de la Iglesia lleva en su mano la tierra papal, de los tres poderes cósmicos e históricos de la Iglesia… Va coronando al Papa, que es la mujer-Iglesia, en el carro de Dios.

6. La mujer iglesia, un Papa Matrona

El signo central es la Iglesia-Matrona, vestida de seda, con manto de púrpura, llevando en su mano la custodia de la Eucaristía, mientras el ángel le corona.

No se sabe qué es más importante, la Custodia de Luz (con la eucaristía invisible)… o la Mujer Visible, que es la Iglesia. Rubens no se ha atrevido a pintar al Papa (que sería Gregorio XV)… y pone en su lugar a la Mujer Iglesia, que vence desde su carro, con la Eucaristía a todas las figuras adversas.

7. La victoria sobre el mal

Nos hallamos en medio de una gran guerra, de católicos contra protestantes (16-18-1638), de católicos contra turcos… Es un momento duro. El pintor anuncia con su cuadro la victoria de la Iglesia que es la eucaristía, que avanza en marcha triunfal y abate a las cuatro figuras oscuras, masculinas, de la parte de atrás, que son el signo de la humanidad perversa. Simbólicamente representan las fuerzas del mal (quien mira el cuadro y piensa sabe que esos "malos" son los protestantes, los turcos, los enemigos de la Iglesia.

Dos están abajo, aplastados por las Ruedas del Carro de Dios: uno es la Ira (con la cabeza ensortijada de serpientes) otro es el Odio (un hombre barbado que gesticula bajo las ruedas del carro). personificando el Odio.

Otros dos están de pie, atados con cuerdas, uno con los ojos vendados (la Ceguera) y el otro con orejas de asno (la Ignorancia); “ambas muestran haber sido dominadas y reconducidas por una mujer que sostiene un candil encendido en lo alto, como personificación de la Verdad”.

8. Un cuadro dogmático, un cuadro que representa la Iglesia como Eucaristía triunfante

Éste es un cuadro de exaltación (y propaganda) católica… Muestras las “virtudes” y poderes de la Iglesia, en su marcha triunfante… Es un cuadro de los Países Bajos católicos (bajo Isabel Clara Eugenia) en contra de los holandeses más protestantes (que se “separaron” de España en 1579).

Es un cuadro en medio de la Gran Guerra (1618-1638), que terminará con la derrota de los austrias, la pérdida de Flandes, el final del Gran Sueño de los Austrias y de la Iglesia Católica. Nacerá la Europa dividida, bajo el poder de las dinastías navieras, de los comerciantes… el “orden” que culmina en el capitalismo actual…

9. ¿Es esto la Eucaristía?

¿Es esto el Corpus, las procesiones del Corpus que se hacían por doquier en España y en el mundo católico, pidiendo la victoria de la Iglesia que no llegó?

Dejo el tema para la discusión de los eruditos y devotos. Yo me siento nostálgicamente cerca de Rubens y del tapiz que le encargó la Princesa Clara, para las Descalzas de Madrid… Pero aquí faltan muchas cosas que son la eucaristía de la Iglesia:

a. Falta la “humildad” de Jesús (Flp 2), falta la Última Cena, falta la Muerte de Jesús… (crucificado por los poderes del mundo). Parece que falta todo el evangelio, de manera que quizá el cuadro es muy eucarístico pero poco cristiano

b. Falta el pan compartido, las multiplicaciones, la misión universal de la iglesia, el perdón… la mesa compartida con los hambrientos. Falta el principio y raíz del Cristianismo. La Eucaristía ha dejado de ser Cena Fraterna, abierta a todos, desde el Cristo, y se ha vuelto estandarte de guerra…

c. Falta el Papa-Hermano, que alienta en la fe… Falta Pedro, la función auténtica de la Iglesia de Roma. Hay demasiadas llaves, conopeos y tiara…

De todas formas, es hermoso el signo del papa-mujer. Quizá se podría empezar por ahí…

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