La Iglesia como Faro y Estación de salvamento (2)

El pasado 29.05.08 (a las 08:23:41) introduje una parábola tradicional sobre la iglesia como Faro y Estación de salvamento, que va perdiendo su primitiva función y va siendo sustituida por nuevos “faros”. La parábola se cuenta y/o escribe para ayudar a pensar. No resuelve todos los problemas. Por eso, a partir de ella, podemos preguntar: ¿Cuál es la iglesia verdadera? ¿El primer faro o el último? ¿Todos? ¿La única función de la Iglesia es la de ser estación de salvamento? Hubo muchos lectores que fueron introduciendo comentarios. He querido recoger aquí algunos, por su importancia y, sobre todo, para memoria del blog (pues sólo se conservan los últimos comentarios). He realizado una selección, escogieneo aquellos que tratan directamente del tema: “Iglesia faro y estación de salvamento”, sin entrar en las discusiones personales. El diálogo se fue escorando luego hacia otros temas, muy importantes (como la eucaristía), pero que no entraban de un modo directo en la materia de la parábola (en esta línea ibas muchas aportaciones de Carlos y de Eremita, que no recojo). Seguimos gozando del faro y estación de salvamento de la Iglesia, con sus problemas (a veces hay mucho papel, poca sustancia) y con su ancla de esperanza. Mañana vuelvo con otra parábola.

Parábola

La primera estación de Salvamento.

Sobre la costa de un mar peligroso, donde se producían naufragios con frecuencia, había una vez una vez una tosca y pequeña estación de salvamento, el faro para náufragos, con luces de ayuda. El edificio era sólo una choza y en ella sólo había una barca, pero los pocos y fieles miembros de la estación mantenían una vigilancia constante sobre el mar y, sin preocuparse de sí mismos, se dedicaban día y noche, de un modo infatigable, a buscar a los perdidos en el mar. Esta pequeña y maravillosa estación salvó muchas vidas, de formas que ella se hizo famosa. Algunos de aquellos que habían sido salvados y otras personas del entorno, quisieron asociarse a la estación y emplearon parte de su tiempo, dinero y esfuerzo para apoyar aquella obra. Se compraron nuevos botes de salvamento y se adiestraron nuevas tripulaciones. Así creció la pequeña estación de salvamento.

Un club social.

Alguno miembros de la estación de salvamento empezaron a sentirse insatisfechos con el edificio, tan tosco y pobremente equipado. Pensaron que debía construirse un lugar más cómodo como primer refugio para aquellos que fueran salvados del mar. Así reemplazaron los catres de emergencia por camas y pusieron mejores muebles en los edificios agrandados. Desde entonces, la estación de salvamento vino a convertirse en un lugar de reunión social para sus miembros, que la decoraron con gran belleza y la amueblaron de un modo exquisito, pues empezaron a frecuentarla como si fuera un tipo de club social. Fue el palacio del faro,; el már hermoso de los faros y palacios de todas las costas del mundo, club para bodas y bautizos de lujo, para convenciones de políticos y negociantes. Se establecieron honores, se hicieron distinciones y jerarquías y los miembros de la vieja estación de salvamento se convirtieron en señores de la belleza del mar y de sus costas.

Negocio de salvamento

Sólo unos pocos miembros de la estación estaban ya dispuestos a lanzarse al mar para misiones de salvamento, de manera que los jefes del gran faro de la salvación contrataron tripulaciones de pago para realizar esa tarea. Había dinero suficiente, por eso se pagaba a los que debían salir todavía y navegar entre las olas para buscar algún náufrago perdido y así poder decir que se dedicaban a la función de salvación de salvamento. Ciertamente, los motivos de salvamento resultaban todavía dominantes en las decoraciones de este club, y había una habitación especial donde se celebraban las reuniones relacionadas con las iniciativas del club… y se creó una editorial de salvamento (para publicar libros sobre el tema) y se hicieron congresos… Pero los miembros de la clase superior del gran faro de la salvación ya no salieron más al mar... Pero el Club del Faro acabó siendo un negocio muy lucrativo, con canal de televisión para hablar de los peligros del mar... y de los salvamentos heróicos, sin que nadie saliera ya al mar en las noches de galerna.

Que no nos ensucien la casa… Ruptura en el club

Sucedió por entonces que encalló en la costa un barco grande y las tripulaciones contratadas fueron trayendo a la costa sus botes llenos de personas agotadas de frío, mojadas y medio ahogadas. Estaban sucios, enfermos y algunos de ellos tenían la piel negra o amarilla. El hermoso club nuevo se convirtió en un caos y así, el comité de limpieza instaló fuera del edificio una ducha para que las víctimas del naufragio pudieran limpiarse antes de entrar en la casa.

En la reunión posterior hubo una ruptura entre los miembros del club. La mayoría de los miembros eran partidarios de que se cancelaran las actividades de salvamento del club, pues ellas eran poco agradables y constituían un impedimento para el despliegue normal de la vida del club. Ciertamente, algunos miembros insistieron en que la acción de salvamento constituía su primera finalidad, poniendo de relieve el hecho de que el club llevaba todavía el nombre de “estación de salvamento”. Pero ellos, perdieron la votación y se les dijo que, si querían salvar las vidas de las diversas clases de personas que naufragaban en aquellas costas, podían comenzar construyendo su propia estación de salvamento junto al mar. Y esto es lo que hicieron: crearon una nueva estación, dejando la otrA como ornamento en la costa… para reuniones de lujo.

Faros y faros, estaciones de salvamento

Pasado un tiempo, la nueva estación experimentó los mismos cambios que se habían dado en la anterior: ella terminó convirtiéndose en un club; y de esa forma otros fundaron una nueva estación de salvamento. Esa historia se siguió repitiendo y si uno visita actualmente aquella costa, podrá encontrar junto a la playa varios clubes de lujo. Los naufragios siguen siendo frecuentes en aquellas aguas, pero la mayor parte de quienes los sufren se ahogan.

Comentario por Mario Enrique Bruzzone [Visitante]

Muy interesante. La verdad, no conocía esa “parábola”.
Y aún a riesgo de ser considerado “imprudente”, diría que le faltan algunos “detalles”.
Hubiese preferido que relatase también, que el puesto de salvamento fue fundado por un pobre hombre, que vivió siempre humildemente, compartiendo sus vivencias y sus bienes con aquellos que, poco a poco, resolvieron ayudarle en su ímproba tarea salvadora.
Y que no sólo les enseñó ese sistema de vida solidaria, sino que también les explicó que había resuelto desarrollar esa actividad, porque hubo otros que se habían limitado a aprovecharse de quienes de ellos dependían, y habían torcido su obligación de preparar su camino salvador.
Pero les advirtió también, que él consideraba incorrecto imponer su modo de vida, pues toleraba a todos, y simplemente “invitaba” a los demás a acompañarlo en su tarea salvadora.
Finalmente, que pese a eso, el fantástico “club” en que se transformó el faro, distorsionando la idea del fundador pasó a pretender un predominio absoluto no sólo sobre aquellos que salvaban, sino sobre todos los que existen, situación que choca en forma absoluta con la postura del fundador de la estación de salvamento, ya que éste jamás en su vida pretendió dominio alguno.
Y no sólo eso, sino que además lo rechazó expresamente en sus enseñazas.
Y precisamente por esto último suelo insistir en la necesidad de REFLEXIONAR seriamente en las razones que motivaron esa actitud, ya que si no lo hacemos no comprenderemos lo que motivó, el que tantos seres humanos (buenos y correctos en realidad, pues todos ellos, o al menos la inmensa mayoría de los mismos actuaron como lo hicieron de absoluta buena fe) se desviaran tanto del camino marcado por el fundador del faro y estación de salvamento.

Comentario por sofía [Visitante]


Bonita parábola.
La Iglesia sigue teniendo luces. No es un club de lujo, aunque hay habitaciones que sí son lujosas y personas que quieren que todas las habitaciones lo sean.
Sigue haciendo falta salvamento. Sigue habiendo voluntarios, aunque no demasiados. Algunos asalariados debe haber también, pero no creo que muchos, porque el salario es pequeño.
Hay también personas que no soportan las incomodidades del faro y lo abandonan diciendo que no tiene luz, poniendo como pretexto las habitaciones lujosas de unos cuantos. Lo cambian por cabañitas confortables dentro de su sencillez y ponen una luz en la ventana por si pasa alguien.
Otros simplemente quieren demoler el faro, y poner otro distinto en otro lugar de la costa, con una luz más seductora, aunque alumbre menos y conduzca a un terreno diferente. A los que necesitan salvamento en esta zona se les dice que son muy selectivos, que se vayan al otro punto de salvamento como todo el mundo y si se ahogan por el camino mala suerte, porque lo importante es que todos los faros sean idénticos y todos conduzcan al mismo lugar de la costa, y pretender una especifidad, o tener más luz, o brillar con luz propia, es pura soberbia. Después están los contrabandistas a los que les molesta la luz, e insisten en protestar de que los del faro quieran "imponer la luz" en la costa, quieras que no.

Comentario por max kolbe [Visitante]

Muy interesante la parábola. Me han venido a mi mente la frase "las cosas de Palacio van despacio" (y a quién demonios se le ocurrió que nuestra fe y sus servidores necesitaban palacios). También me parecen muy interesantes las aportaciones de Mario Enrique, pero yo atisbo una de Sofía que me parece capital y de la que la parábola adolece: la esperanza. ¿Puede haber cristianismo, vida eclesial, e incluso, crítica eclesial sin esperanza? Cuidado, nos puede pasar que no sean los actores los que matan la razón de ser del faro sinó que sean los guionistas los que no dejen ni una rendija a la luz. No sería la primera vez. Saludos fraternales a todos.

Comentario por Carlos [Visitante]

La Iglesia debería estar pidiendo medidas para sacar adelante a estos pueblos de la miseria y el hambre. Las medidas policiales, aun amparadas en la legalidad de los Estados, no bastan. Se conforman solamente en un brazo represor y defensor de la legalidad que favorece a los que tienen sus almacenes llenos y protegidos. La Iglesia debe también gritar contra el levita, el legislador o leguleyo que legisla insolidariamente. Los levitas eran conocedores de la Ley, pero también pasaron de largo. Pero la Iglesia no debería poder pasar de largo. Algo en su interior se debería conmover hasta llegar a ser el Buen Samaritano, el buen prójimo que fue movido a misericordia. Y, si su acción no basta para acercarse a las fronteras y curar las heridas, debe usar su voz. La voz es el instrumento que se debe usar allí donde las medidas asistenciales resultan insuficientes. La Iglesia debe pararse ante estos apaleados y gritar compadecida.
Llorar con este prójimo que se nos ofrece como colectivo. Yo estoy seguro que la voz de los cristianos y su clamor por la justicia podría cambiar situaciones de despojo en el mundo.
Y una vez ejercido el clamor, todos los que podamos, intentemos curar heridas, hablando desde el punto de vista asistencial. Usemos nuestro aceite y nuestro vino. O sea, además de las asistencias, usemos la fuerza del Espíritu Santo, que se puede representar en ese aceite, para que nos dé palabras de denuncia y de destrucción de las estructuras que, injustamente, empobrecen a tantas personas. La Iglesia tiene que ser este buen prójimo que se compadeció de su hermano apaleado y tirado al lado del camino. Y si la Iglesia sigue entre sus ritos y no clama por justicia a estos débiles del mundo, habrá perdido la meta. Y, cuando piense que ha llegado al final, lo que pasará es que simplemente ha perdido el camino.
Donde nacemos no es algo casual. No lo elegimos nosotros. Tan extranjero es un nórdico como un latinoamericano. Sin embargo aceptamos lo primero y rechazamos lo segundo. La única diferencia entre ellos es que uno viene de un país rico y otro de uno pobre. Non nos damos cuenta de que nosotros podríamos estar en la misma situación. Nosotros no hicimos nada para nacer donde nacimos. No es un mérito nuestro ser españoles ni un menoscabo de ellos no serlo.
¿Qué nos dice la Biblia al respecto? La actitud global que deberíamos tener para los inmigrantes es: tratadlo como un nativo entre vosotros, un peregrino más con vosotros: lo amareis como a vosotros mismos, porque peregrinos fuisteis también vosotros en Egipto.

Comentario por Mario Ernique Bruzzone [Visitante]

Me parece muy bueno muchas de las cosas que se dicen aquí.
Pero también creo que, además de gritar, reclamar, y hasta ayudar, quienes aseguran haber optado en sus vidas por seguir con mayor cercanía al fundador del faro y el puesto de salvación, TAMBIÉN DEBERÍAN DAR BUEN EJEMPLO con la forma de vida que llevan.
Y con eso no sólo me refiero a lo que hace a la humildad, la pobreza y otras cosas por el estilo que deberían signar sus vidas, sino porque también creo que no lo hacen actuando despóticamente, o aplaudiendo a quienes lo hacen (o hicieron) ya que es obvio que no es ese el camino que marcó el fundador, dado que es más que evidente que el fin no justifica los medios.

Comentario por sofía [Visitante]

La Iglesia hace tiempo que clama por todo eso, desde Mater et Magistra y Populorum progressio. Seguro que deberíamos clamar con una voz más potente. Pero desde luego, no es una voz adormilada con ritos, sino potenciada en los sacramentos que otros llaman ritos, posiblemente porque para ellos lo sean.
Hay otros que también luchan por la justicia, bien, pues unamos fuerzas, respetando la fe de cada uno.
Yo sólo sé que entre la gente que conozco, la mayor parte de las personas que trabajan por el tercer mundo están relacionadas con esa "Iglesia de los ritos", así que tan mala no será.
En cuanto a lo del nórdico y el latinoamericano, no sé en tu mundo, pero en el mío se considera más cercano al latinoamericano. En otros tiempos muchos de esos países han sido receptores de inmigrantes españoles, y no al contrario. Aunque sólo fuera por eso, ya habría buenas razones para acoger a todo el que venga.
En cuanto a las pateras vienen de Africa, y es allí donde hay que poner los medios para acabar con el hambre, el sida, las guerras, y la inmigración ilegal.
No es otra la política de la Iglesia, que yo sepa.
Aunque desde luego los laicos deberíamos implicarnos más en la búsqueda de soluciones justas para la globalización de la economía, que sólo globaliza lo que conviene al Capital.

Comentario por ruso [Visitante]

De repente algunos miembros, que en teoría habian sido entrenados para salvar a los náufragos y a todos aquellos que navegaban a la deriva, decidieron que también la vida en el mar era "interesante", que lo importante no era llevar a los náufragos a la estación de salvamento. Unos solo se dedicaron a llevar provisiones a los náufragos, sin ni siquiera hablarles de la estación de salvamento, dejando que continuasen navegando a la deriva, otros se preguntaron si la estación de salvamento, era el mejor sitio para todos los demás, pese a lo peligroso que era ese mar, e iniciaron diálogos entre ellos, sobre como debía ser la estacion y con los náufragos sobre su navegación, mientras criticaban duramente, a aquellos que continuaban llevando a los naufragos a la estacion de salvamento.


Comentario por JMS.- [Visitante]


Veo que los comentarios están parabólicos, reivindicativos y debatibles. Contagiado por la corriente, quiero poner mi estrambote. Cuando decimos todas esas cosas de la iglesia, de los unos y de los otros, creo que no estaría de más fijarnos en qué persona (accidente verbal) usamos. Usar la tercera persona es una manera de excluirse. Usar la primera, buscando pasar del singular al plural, es tan saludable como meditar con los haikus.

Comentario por Arco-Iris [Visitante]

Creo que no es necesaro extrapolar tanto el tema .
Vamos a comenzar POR MOSOTROS ,PRIMERO Y PRINCIPALMENTE ...hemos nacido para ser FAROS ,primero de NOSOTROS ,pues malamente se puede hacer o pedir nada SIN COMENZAR "cuidandonos y exigiendonos" para ESTAR PREPARADOS ....en LA ACOGIDA Y RECIBIMIENTO .....no somos los primeros en ir "convirtiendo nuestra propiedades ,nuestras personas ,nuestro sentimientos ,nuesta generosidad ,justicia ...EN CLUBES DE LUJO ?????'
Tocante a otras INSTITUCIONES O CLUBES DE LUJO ......pues la verdad que DEBERIAN TENER MUY PRESENTE .....que en muchos casos LES HEMOS ELEGIDO NOSOTROS ....por tanto SI DEJAN DE SER FAROS DE LA SOCIEDAD .....pues facil
En la IGLESIA ...pues ,estoy cansada de decir que no me gusta EL ESTADO DEL VATICANO ....NO COINCIDE CON EL MENSAJE DE JESUS ..........pero ,de acuerdo con SOFIA ,que de ELLA ( o más bién de comunidades religiosas ?SE ESTA HACIENDO BIEN LO POCO O MUCHO QUE SE HACE
Desde CARITAS (que quizá deberia dejarse de llamar así )NO SE DA CARIDAD A LOS EMIGRANTES (al menos lo que yo conozco ) se le va ABRIENDO CAMINO (que no es siempre es facil,por papeles etc...)primero para que puedan ESTAR LEGALES Y DESPUES ENCONTRAR UN TRABAJO ETC......no quiero entrar a otros temas que EMPAÑAN LA LUZ DEL FARO .....tapujos injusticias ,bobadas de los MANDATARIOS ,QUE DAN IMPORTANCIA A LO QUE NO LA TIENE ,OLVIDANDO LO QUE VERDADERAMENTE ES IMPORTANTE .......seguiria hasta escribir un libro ,pero no estoy dotada para ello .

Comentario por ruso [Visitante]

Alfonso, Jesus no pidio a todos sus seguidores que lo dejasen todo para seguirle, solo a algunos de ellos y respetando la libertad de cada uno, hoy en dia sigue haciendolo.
"CONSAGRADOS A DIOS ESTAMOS TODOS", vale, pero a unos les pide una entrega mayor que a otros y quienes la siguen, son quienes se consagran a Dios totalmente, si no entiendes la diferencia, yo no puedo explicartela tampoco.
Con respecto a la Iglesia, es quien esta dando el mayor testimonio a favor de los emigrantes y la pobreza, su mision no es luchar por la justicia social, por otro lado no pienso caer en tu "trampa" carlos, de que quien cuida los ritos, no se preocupa de los demas, cuando en muchisimos casos de nuestra Iglesia, es justo al reves, se ven muchos religiosos que claman por los pobres y no hacen nada, viviendo mejor que un diocesano, mientras otros que siguen ritos y normas, a su vez dedican su vida a los demas, el tiempo que se dedica a Dios, no es tiempo perdido.

Comentario por samaritano [Visitante]

La canción la casa de mi amigo de R.Cantallapiedra, trata tambien el mismo tema. esto ha ocurrido en la iglesia muuchas veces ,y cuando surgen formas nuevas de espresar el amor al proximo ,en la epoca de Jesucristo los crucificaban, en otras se han utilizado otras torturas, cuando sehapensado que no ivan a ninguna parte, como FRANCISCO DE ASIS ha resurgido de nuevo la VIDA en la iglesia. Ahora se va a dejar que surjan brotes nuevos, o se va a morir el arbol.

Comentario por iruña [Visitante]

La parábola se puede aplicar a cualquier institución, que por el hecho de serlo,se necesita siempre volver a los orígenes y desenpolvarse del lodo del camino.
Sin embargo, no creo que la Iglesia como tal sea un club de lujo y menos hoy. Hay muchísimos cristianos que desde el anonimato viven con honradez su entrega y vivencia de la Fé en Jesús. No debemos ofuscarnos por algunos signos de contradicción.De cualquier forma me pregunto por qué debiendo ser la Iglesia un ámbito de libertad, gozo y esperanza compartidos; sin embargo, se visualiza con frecuencia tanto signo negativo en sus miembros. Creo que el problema de fondo es que confundimos Fé con ideología y pensamos y actuamos en cristiano en un plano ideológico y no de Fé en Jesús y gozo en el Espíritu. Esta es la razón por la cual solemos convertir a la Iglesia en un club de dimes y diretes y de no poca mediocridad. Es mi opinión.

Comentario por Antonio Belmar [Visitante]

Sois muy torpes todos.El faro es Dios que ilumina las aguas del mundo y del universo con su inmensa luz de neutrinos y de estrurcias verdaderamente inmanentes.
La Iglesia es la barca que salva naufragos y los lleva a la orilla de un mundo feliz, como es su santa misión y obligación.La Iglesia( hombres al fín¡¡) tambíen se rompe alguna vez(cismas)y se divide y multiplica de nuevo.Se rompe otra vez (hombres al fín¡¡)-Lutero- y de nuevo se multiplica otra vez y así alguna vez más.Pero queda siempre Pedro protegido por el Santo Espíritu de Dios ("estaré con vosotros hasta el último día").Si no creis en Pedro, solo creeís en vosotros mismos.Sois espesos y municipales.
Pero que torpes y necios sois todos.
Respetar a Pedro y a su cuenta corriente; sus palacios de oro viejo,de turquesa,amatista y malaquita y todo su poder y liturgia,vieja y nueva."Sin mi no podeís hacer NADA",dice el Señor.Arrepentíos de vustros pecados.
Y no sabeís la suerte inmensa que teneís acogiendo en este Blog a Eremita Tormiz(no dejeís que se vaya¡¡).Yo veo y leo todo y escribo raras veces.Lo leia en la Cigueña de la Torre y es verdaderamente portentoso y genial(algunas veces tiene mal genio).Me ha encantado encontrarle hoy por aquí.Sois muy afortunados.Un lujo para cualquier Blog de internet.
Buenas noches.

Comentario por Alberto [Visitante]

Preciosa parábola y difícil cuestión por cuanto tiene de limitante toda comparación.
El Reino y la Iglesia no coinciden. ¿Han coincidido alguna vez? ¿Deberían coincidir?
La casa de Pedro ha crecido en los últimos veinte siglos. Ha adquirido poder, en cierto modo necesario, aunque no sé desde qué magnitud puede haber comenzado a ser excesivo.
De todos modos, más que la estructura y la jerarquía, lo que falla es la base. ¿Cuál es el motor de esta Iglesia? Y los que se consideran parte del Reino, ¿son súbditos de Dios o de sí mismos y de su orgullo humanista?

Comentario por el último de la fila [Visitante]

Me enseñaron que la I.Católica es el único faro del mundo , fuera de la cual no hay salvación, que Jesús la hizo tal como es hoy bajo el poder del R. Pontífice y que esa Iglesia ha creído siempre lo que creían los primeros cristianos, todos unidos según los Hechos.
Pero luego leí libros y me enteré de que lo que dijo Jesús tiene poco que ver con esto en lo que se trasformó la Iglesia. Los primeros cristianos eran judíos que creían en Jesús Mesías exaltado por Dios. Los helenistas añadieron nuevas creencias, divinizando a Jesús Salvador, de modo que entre los primeros cristianos había una gran diversidad hasta que la doctrina helenista se hizo oficial . Aparecieron los obispos y la Iglesia quedó dividida en Clérigos-sacerdotes que mandan y laicos que obedecen. El cristianismo perseguido se transformó en I. imperial y los concilios definieron los dogmas ayudados de la filosofía griega . .Los obispos de Roma fueron adquiriendo cada vez mayor poder sobre las demás iglesias hasta que en la Edad M. el Papa se puso por encima del Emperador. Hubo el cisma de oriente porque los obispos orientales no aceptaron estar bajo el Papa pues eso no había ocurrido nunca. Vino el cisma protestante porque muchos cristianos no aceptaban la decadencia de la I. medieval y querían volver a la pureza del evangelio. La I. católica, ya romanizada , reaccionó con el Concilio de Trento y después el Vaticano I haciendo del Papa el centro de la Iglesia. El C. Vaticano II fue una tímida apertura al mundo y vuelta a las fuentes , pero se cometieron algunos abusos y se produjo una reacción de vuelta al pasado. Y en esas estamos.
Sigue existiendo el viejo Faro, pero para muchos no es esta Iglesia.


Comentario por cristina [Visitante]

El Reino y la Iglesia no coinciden se ha escrito por este blog,¿ Y que coincide? El Reino de Dios. dice Dios en el salmo 40,7 tu no quieres sacrificios...Hebreos 10,6 No has aceptado holocaustos ni sacrificios expiatorios,8...ni victimas por el pecado. Por esto no entiendo el cuerpo de Cristo.
Marcos 7,8 Dejais el mandamiento de Dios y os aferrais a la tradicion de los hombres.Romanos14,17...el reino de Dios es justicia,paz,amor,y gozo en el Espiritu Santo.lucas16,8...Y es que los que pertenecen a este mundo,son mas sagaces,con su propia gente,que los que pertenecen a la luz.
Asi que veo el sacrificio de la Eucaristia como una desobediencia a Dios.
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