Jesús aprendió, se equivocó y supo rectificar amando (Carmen)

He venido tratado de la relación de Jesús con el pecado, para admiración de algunos, irritación de otros y búsqueda sensata y reflexiva de una mayoría. Éste es un tema clave de la Navidad: Jesús se hizo hombre para aprender a ser como nosotros. Precisamente porque era Hijo aprendió sufriendo a escuchar (hypakouein, obaudire), es decir, a obedecer de una manera libre.

Me decía un amigo teólogo (B. Lahoz) que Dios es aquel que más aprende: no lo sabe todo de antemano, desde arriba, sino que él mismo aprende, introduciéndose en la realidad, en el gran misterio de la vida que brota de su Vida, en libertad. La Cábala decía que Dios se "encoge" para que surja a su lado lo "no-divino", en libertad. Los cristianos afirman que Dios ha creado el mundo en Jesucristo, queriendo que el mundo (el ser humano) "sea", en libertad. Eso significa que Dios ha de ponerse a la escucha de los hombres, para dialogar con ello, aprendiendo. En esa línea podemos afirmar que Dios es puro aprendizaje, novedad sin fin; Dios escucha y atiende, Dios se deja transformar por la palabra de los hombres (como dije ayer hablando de María y como decía de manera apasionada el Prof. Gesché, de la Comisión Teológica Internacional, en su libro sobre El Destino).

Aquellos que lo saben todo nunca saben, tienen una ciencia muerta y, al fin, sólo violencia y soledad (de tipo verbal o de otro tipo). Ser hombre de verdad (hombre y mujer) es aprender, día a día, hasta la muerte, que es el aprendizaje supremo. Por eso es Navidad: vino Dios a aprender.

Éste ha sido el tema de la tesis de Juaquín Martínez en pasado 19, en Alicante: Nos dijo Juaquín, a lo largo de 1500 páginas, que Jesús fue el más hondo aprendizaje de la historia: aprendió de todos, por eso pudo abrir caminos nuevo, para todos.

Aprende el maestro, enseñando
Aprende la madre, dando vida
Aprende el amigo, amando y dejándose amar
Los que saben todo nunca aprenden, son ya necios (Proverbios)
Aprende la Iglesia, siendo lo que es, Asamblea
Los únicos que no aprenden son los necios o dictadores

En esta línea quiero (desde la perspectiva de Jesús que aprende) situar las reflexiones que me envía Carmen de Almendralejo, para aprender con ella. Buen domingo a todos. Llega la Navidad. Todo lo que sigue es tuyo, Carmen. Y gracias.




JESÚS APRENDIÓ, SE EQUIVOCÓ Y SUPO RECTIFICAR AMANDO


Hay quienes no quieren ver más allá, de esa línea vertical, y ascendente, sin querer mirar esa misma línea, y el flujo que lleva, de abajo hacía arriba o viceversa.

Sin cuestionamientos y hasta el extremo de vaciarnos de esa fe, regalo de la misma Transcendencia a la que el ser humano ha sido convocada, y no tanto porque esta misma fe, llene nuestras expectativas de bienestar y de confort, y sobre todo de una visión acorde con la propia moral con la cual yo vivo y en la cual he puesto el “Pilar” de la propia fe.


Es un toma y daca de la religión para mí, y en la cual debo satisfacerme, así me encuentro como el pez en el agua de una “Pecera” y sin cañas que puedan pescarme, tampoco río revuelto, estar en un ¡hay! ,y ver como zozobramos como aquellos discípulos de Marcos en la Tempestad calmada (Mc 4, 35-41), es una fe, interesada, y chamánica, en la apuesta del mejor postor que corone el palio y el trono de este estado de las religiones de ricos epulones.


Cuanto nos ha llegado y sabemos del Jesús de Nazaret, el histórico, el que transitaba por cualquier barrio de cualquier pueblo, y sin mirar afiliaciones, carnet, cartera, mantel o cuna… es un Jesús que tuvo que aprender de su familia, él no era del grupo tal, y comía y festejaba su fiesta solo en ese grupo guay, y si esto nos hacer ver que no estamos cerca de este Jesús, mal podemos encontrar al Jesucristo de la fe, porque el borrador, el boceto y los esquemas se pasan veinte pueblo del Jesús de Nazaret, y del Jesucristo verdadero.


Y lo que es peor, de todo es la incuestionabilidad y el eretismo y la frontera a la cual no mandan en pos de sus posturas, una linde donde lo hereje es buscar la verdad, sin que nos importe nada la humanidad de Jesús, es más para poder decir, que D*s fue Encarnado por y para la Humanidad en este Ser Humano al cien por cien y divino al doscientos cien tico, porque una vez que alcazas a D*s, formas y parte indiscutible ya de todo su proyecto y de D*s.

Entrañarnos con este Jesús y palparle en la dimensión terrenal, solo nos precipitará hacia el Cristo Ascendente y a toda su Divinidad.

En ese Mesías, profeta que nos fue anunciado desde los tiempo inmemoriales a toda la Humanidad, ¡A nuestra propia humanidad! Y que el mismo efecto se basa nuestra “divinidad” como verdadera sensibilidad y encarnación de D*s, en él y para toda ella.


Y no solo, que le entrañemos, sino que como persona humana le Engendremos, dentro de la propia humanidad de la cual partimos, y de la que él mimo partió, él como ser humano que fue, no nació con prodigios, y ostentaciones, ni colgado de una estrella, ¡No! Fueron estás, las que Caminaron por la vía Láctea del firmamento a dar, “Luz divina y Celestial” a la oquedad de la Tierra, ellas, suspendieron toda “la magia del universo” y la adentraron en un trozo de hendidura de la montaña, como algo primero y inherente a D*s.

¿No está escrito que es lo más antiguo del mundo, y cuando Job cuestiona la sabiduría de Dios el amigo le dice “¿…Acaso tú has nacido antes que las montañas…?” (Jb 15,7). Los Salmos cantan D*s" Antes de que los montes fueran creados, desde siempre tú eres Dios" (90,2)

Jesús ha nacido de Mujer, del útero las entrañas de ella, y dentro de otra entraña ingénito en D*s, le cobija la montaña “Mujer” Jesús nace no en lo alto como Símbolo de D*s, sino como cualquier ser humano desde lo más adentro de la Humanidad el útero de una Mujer.

Y además Nace y no en lo alto de l Montaña símbolo para el pueblo judío de gloria, ni en el Tabor, Sinaí, Moria, Carmelo, ni el Sión, a pesar de las profecías “…el Mesías juzgará a to­das las naciones desde una montaña…” (Za 14,4).

Jesús tuvo que aprender que subir a la Montaña, a la cima donde está D*s, y vivir un “Teología de la montaña” como nos dijera el evangelio de Mateos, dar vida a las Bienaventuranzas, y subir a la montaña, Jerusalén y el propio fin terrenal en otra montaña vil de la Calavera-Gólgota, “Calvario” no hay medias tintas, ni se puede estar en una tibieza, aprende a vencer al mal significa subir a la Montaña Sagrada, y Encumbrarla cuesta propia vida.


Nadie tiene el Magisterio de lo absoluto sobre Jesús, solo D*s, y a D*s nadie le vio, escuchó y por lo tanto cada ser humano es un apuesta por y para la Humanidad misma, somos luz que penetra en la hendidura mísera la cueva…Hoy las estrellas somos cada persona sin mediaciones, y arbitrajes de chamanes, porque D*s nos fue Revelado, dentro de la Humanidad-Mujer, y en la Humanidad Gruta-Tierra.

El Cuerpo físico de Jesús e humano de carne y hueso, sufrió, lloró, enfermó, amó, se confundió, rectificó y aprendió… esta es la imagen y vida, la trayectoria de Jesús donde debemos entrar y descalzarnos, si queremos encontrar al Jesucristo, el Mesías y nuestra propia divinidad, a sabiendas que nunca podremos alcanzarle ¡Nadie tiene el Magisterio sobre la Cristología Verdadera, y aún menos de D*s.



Jesús tuvo que aprender, de la propia madre, María, enseña y le hacer ver a Jesús, de la necesidad del ser humano desde la perspectiva de invitados, asistentes, participadores… y no desde la visión de anfitriones de desposorios y vinculados en ese Matrimonio, unión y perfección con a través de él para Alcazar a ¡D*s, en la humanidad!

Jesús supo convertir el agua, no antes de decir a su madre "¿Qué tenemos que ver tú y yo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora.
Dice su madre a los que servían: "Todo cuanto él os diga, hacedlo (Jn 2, 11) Jesús aprendió a ver más allá de la necesidad de la persona, tuvo que aprender a saber que el agua, quita la sed momentáneamente pero esta vuelve, debió pasar por muchas reflexiones hasta saber que el vino bueno, el que alegra el alma y quita la sed del todo, estaba dentro de la bodega de Él mismo.


La Samaritana, (n 4, 1-22) enseña a Jesús en un dialogo y de tú a tú… Es ella, una mujer y de no buena reputación la que le presenta y pone en la visión de toda Sumaría, fiel reflejo de sus infidelidades a D*s, y las idolatrías las divinidades paganas, esos

cincos maridos eran un fiel reflejo de la Sumaría infiel a D*s, .

Los judíos odiaban a los samaritanos, ¿Por qué Jesús habla con esta mujer, qué nos quiere hacer ver con la actitud de entablar una conversación en público de tú a tú con una mujer y para colmo Samaritana.

Pero esta mujer le religa con sus preguntas, entre que jesús pide agua, ella le pone en evidencia que los judíos no quieren a Sumaría, y que no hay con qué sacar agua y el pozo es profundo… ¿De dónde pues, tienes, ese agua viva?

¿Eres acaso más grande que nuestro padre Jacob?

Es la samaritana, quién pregunta, Le hace ver a Jesús que no le importa saber, que le pongan en dudas en su fe.

Ella requiere saber y conocer, tener conciencia de su sed abre la posibilidad a Jesús, le enseña que Sumaría está abierta y necesitada de un nuevo paradigma y de profetismo, de hacerla participe de la Buena Nueva.

Ahora, ella es la portadora de mensaje a la nueva Sumaría, dirá que ni el pozo, la montaña o el templo está el verdadero D*s…

Y que el tesoro de la ciencia y del Agua Viva ha llegado, él es el Mesías prometido en el A.T y cantado por los Profetas

¿Aprendió Jesús de ella? Por supuesto, es ella la que le hace ver que no es adecuado que un judío pida agua a un samaritano y aún menos con una samaritana, es ella la que habla e interpela y pide la que abre la posibilidad a toda Sumaría, ella le religa con su fe, dentro del A.T persona de fe, diciéndole ¿Eres acaso más grande que nuestro padre Jacob?

Ella, le hace ver la similitud que tiene una mujer con cincos maridos, y la samaria de los cincos dioses (2Re 17, 29-33), su adulterio es cultual

La samaritana, le hace ver que la mujer es Símbolo, "la mujer en la extensión del Reino, un reino de verdad, de justicia, de amor y de paz y generosidad, pues ella comparte con su pueblo cuanto descubrió, es más algo más que aprender de ella, es hacerse y entrañarse con ella lo que le permite a Jesús partir de la realidad de la vida, la situación y la existencia de una mujer samaritana.

Es amándola y respetando la realidad del amor de D*s y le anuncia su palabra: "yo soy el cristo" la samaritana pasa a ser discípula, seguidora, formar parte del discipulado de Jesús, él la hace testigo y anunciadora de la Buena Noticia.

JESÚS Y EL FARISEÍSMO JUDÍO, delante de una mujer, La Mujer Cananea. Jesús al norte de Galilea, buscando un lugar de retiro y reposo para sus amigos discípulos, algo que no habría encontrado en la región de Betsaida (Mc 6:31) y es allí donde le sale al encuentro grito en voz, una mujer.

Ella salió de sus contornos para ver a Jesús y lo hace poniéndose a los pies de él, acercándose lo más posibles a las huellas de Jesús, a sus pasos y pisadas ella alza la voz mirándole e implorándole, grita su dolor y la fe que dispone a los pies de quién ella ha oído hablar, en quien ella solo confia…

La Cananea alza su voz, desde el entrañas de Tiro, provincia romana de Siria, es un lugar extranjero, los de judíos asentados allí decían a sus habitantes “perros” y desde luego jamás se mezclaban con los cananeos. Un lugar con dos puestos puerto, mucha industria y muchas voces que hablan de Jesús… Ella cruza esa frontera a pesar de saber que los grupos de fariseos, monjes esenios y el pueblo en general, excluían a los extranjeros del Reino de D*s, y que Dios también los excluiría.

Sin embargo ella se acerca a los pies de Jesús y pide, no le importa que le puedan negar la curación de su hija y que la echen de una patada. ¿Qué es lo que ella le enseña a Jesús, qué lección es la que Jesús aún no ha extendido para toda la humanidad…

Ella, mujer y sin nombre, solo el gentilicio no idóneo para ser escuchada, alza su voz y confía, se encomienda a ser salvada pese a ser catalogada de persona no grata, y hereje y hace Visible las injusticias y el desamparo que sufre ella y su hija…

Su grito ha sabido traspasar la frontera difamatoria que aquellos otros judíos hacen de D*s. ¡D*s es para y por, del pueblo judío!

Ella le llama Señor, no dice Jesús, dice Señor al igual que podría llamar al “Jesús carpintero” el Jesús humano pero puesta a los pies de Jesús se divisa aún más la Divinidad de este, y de ahí que su boca no calle lo que le dicta el corazón y la fe, va más allá de esas huellas tan próximas a sus manos y dice gritando “Hijo de David” ¡Señor, hijo de David, ten compasión de mí!

Es un título, provocador en la boca de una mujer cananea, pues era mesiánico y rigurosamente judío, sin embargo la Cananea emplea este calificativo expuesta a los pies de Jesús, ella verdaderamente cree en la divinidad de Cristo, lo llama Señor y en su humanidad lo llama “Hijo de David” (Mc 3:8)..

Una mujer anónima, que parte de una realidad de sufrimiento y dolor de madre y que es llamada “La Cananea” de Canaán, ¡Sin nombre propio como tantas otras mujeres de la historia. Ella fue capaz entrar dentro de la Ternura y del Corazón de Jesús, haciéndole ver que el amor lo puede todo y traspasa todo, y que los perrillos, los impuros, desheredados-as son también hijos-as de D*s.

Y que D*s, no hace accesiones según raza, sexo, género o estatus social… No lo absolutiza nadie propiedad de nadie

El grito de la cananea, es el grito de todas la madres y mujeres que sufren injusticias, dolor y enfermedad y que ella supo TRASPASAR LA FRONTERA DIFAMATORIA DE D*S.
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