En torno a la guerra de Gaza (2): “Razones” del islam en Palestina

Presenté ayer las tres religiones monoteístas (judaísmo, cristianismo, islam) desde una perspectiva general. Hoy insisto en la historia y razones del islam. Mañana expondré en ese contexto el camino de diálogo y pacificación de las tres religiones

UNA TIERRA DE TRES NOMBRES.

El nombre más antiguo y neutral es de Canaán,  tierra de comerciantes y tejidos de purpura, entre el monte Hermón y Egipto.

El nombre Israel proviene los “conquistadores israelitas” que vinieron de Egipto (Éxodo) y del Noroeste (tierras arameas de los patriarcas) para tomar posesión de la zona montañosa, desde Galilea y Samaría hasta Judea   (desde el siglo XIII-XI a.C.). Éste es el nombre que los judíos actuales, creadores del Estado de Israel (1948)  

El nombre Palestina proviene de los filisteos (=pilistim) que se apoderaron de la franja costera (desde Asdod a Gaza), casi al mismo tiempo que los israelitas (siglo XIII-XI a.C.). Éste es nombre que los musulmanes han dado a la tierra. Ello se consideran herederos de los filisteos/palestinos y de otros pueblos de raza/lengua aramea y árabe, que son anteriores a la conquista de Israel y que quieren recuperar la raíz abrahámica del “din” o religión universal musulmana, anterior a la religión judía

TIERRA Y HERENCIA DISPUTADA ENTRE LOS HIJOS DE ABRAHAM  

‒ Los judíos piensan en principio que esta tierra es suya… israelita pues el mismo Dios se la concedió por derecho divino…

- Pero la Biblia recuerda que en el fondo de Israel siguieron estando siempre siete pueblos cananeos, a los que ellos nunca echaron ni expulsaron del todo, a pesar de lo que tiende a decir una tradición posterior (hititas, jebuseos, arameos, amorreos, gegeseos, heveos…).

Además de esos siete pueblos cananeos en el interior y en el entorno de la tierra de Canaán… siguió habiendo otros pueblos Q ue reclamaban también un derecho divino  sobre la tierra…: Los fenicios y arameos, amonitas, idumeos/amalecitas, árabes/nabateos, egipcios  y filisteos del entorno…

 ASÍ CUENTAN LA HISTORIA LOS ISRAELITA

Abraham tuco dos hijos principales: Por Sara nace Isaac (el legítimo para los judíos. Por medio de Sarah) y nace Ismael (el legítimo y principal para los musulmanes Árabes, por Agar)

De Isaac, por Rebeca nacen dos gemelos: Esaú/Edom/Amalec… el fuerte… que vendió la primogenitura) y Jacob el débil y listo que llevó la herencia… Toda la historia de Israel es una lucha fratricida contra los idumeos/amalecitas. Todavía actualmente, e presidente Natanyahu de Israel identifica a los idumeos/amalecitas con los de Gaza… proclamando contra ellos la guerra santa… (aplicando de un modo equivocado o parcial la historia de Saul que luchó contra los amalecitas… y las profecías de Abdías y de la tradición posterior, que identifican a Edom/Amalec con el “demonio·.

De Jacob nacen las doce tribus…, centrada en tres grupos:

  1. Los del sur, de la tribu de Juda/Benjamin, en el sur, como los auténticos… israelitas, que son los judíos, representados por David, por Jerusalén y por el templo
  2. Los del centro (de José/Efraim)… que fueron al principio los principales, pero que al fin se separaron de los judíos y crearon la “tendencia samaritana
  3. Los del norte (Tribus de Zabulón, Benjamin y Gad… Que se separaron pronto de Israel, para unirse después… De esa tierra nace Jesús, en galilea.

 En esa línea, según la tradición oficial del judaísmo, solos los hijos de la línea Abraham-Isaac-Jacob y las doce tribus (centradas en Judá Jerusalén) son auténticos judíos... Fuera quedan los otros hijos de Abraham (Ismael, árabes) y de Isaac (lo idumeos, amalecitas etc).

ARGUMENTO MUSULMAN. TODOS SON HIJOS DE ABRAHAM...

Los musulmanes aceptan el parte la razón israelita…pero lo completan e invierten con tres matizaciones.

La herencia de Abraham por Sara e Isaac es buena, pero es mejor y más universal la herencia abrahámica por Ismael y Agar, que se ha conservado en la Meca Jerusalén es un buen santuario abrahámico… Pero el santuario universal de Abraham es el de la Meca. Por eso, para ser verdaderos hijos del “din” (justicia de Abraham) los judíos tienen que poner Jerusalén al servicio de la religión universal de la Meca.

Conforme a la visión de los musulmanes, los judíos no han desarrollado bien la herencia abrahámica…, se han encerrado en una rama parcial de esa herencia. No han aceptado a los otros pueblos de la tradición de Abraham

Mundo | Israel quiere reconstruir el Templo de Jerusalén, destruido ...

HISTORIA DE ISRAEL Y LOS CRISTIANOS, DEL SIGLO I AL VII d.C.

Siglo I. Del árbol israelita nace el cristianismo, como una interpretación universal de la vida y muerte de Jesús… Los musulmanes afirman que el evangelio de Jesús forma parte de la revelación de Dios, en la línea de Abraham, pero no han logrado universalizar el judaísmo, ni recuperar la raíz universal monoteísta de Abraham, sino que han complicado la verdad original del monoteísmo con doctrinas humanas que provienen de los griegos y romanos.

Siglo I-II d.C. Los cristianos no logran convertir a los judíos… y por otra parte, os romanos destruyen el templo de Jerusalén y dispersan a judíos y cristianos… Eso significa que la raíz abrahámica de los judíos y de los cristianos no logra triunfar en el mundo. Ciertamente, los cristianos tienen muchos valores, pero en su sentido más hondo han fracasado…

5.Siglo III-VI d.C. El año 313. Constantino toma el poder en Roma y el imperio romano se hace cristiano con Teodosio (380).  Parecía que podía haber triunfado, pero no lo ha hecho, en parte porque ha olvidado sus raíces (su monoteísmo abrahámico) y en parte porque ha tendido a convertirse en una especie de nuevo paganismo orgulloso. Los hombres se han divinizado a sí mismo, han olvidado a Dios.

   Los cristianos bizantinos se extienden por oriente, pero no logran transformar la vida de los grandes pueblos de su entorno, ni en Egipto, ni en Siria y Persia. 

DE LA ERA BIZANTINA A LAS CRUZADA. PRIMER PERÍODO MUSULMAN

El año 638… A los ocho años de la muerte de Mahoma, los musulmanes toman Jerusalén, con Palestina… y todo el entorno  geográfico (Siria, Egipto). Elementos básicos:

En principio los judíos reciben con gozo a los musulmanes… Les reciben como aliados, en contra de lo que había pasado con los cristianos. La toma musulmana de la tierra de Israel resulta para los judíos positiva.

Pero los musulmanes quieren presentarse como los auténticos judíos, herederos del templo de Jerusalén. Los cristianos habían respetado las ruinas del templo de Jerusalén… por respeto a los judíos y quizá por orgullo: El templo estaba en ruina, el centro de la revelación de Dios era la Basílica de la crucifixión y resurrección… Los cristianos no quieren sustituir a los judíos… Los musulmanes, al mando del calina Omar conquistaron Jerusalén el año 638… y oraron en honor a Abraham, en el lugar donde él ofreció el sacrificio del cordero, pero no construyeron al principio una mezquita…

La mezquita de la Roca, el primer templo: Los musulmanes reedifican  sobre las ruinas del antiguo templo de Salomón la Mezquita más antigua del Dios de Abraham. Al principio no quisieron construir en el lugar del templo una mezquita musulmana, como recuerdo del Dios de Abraham… Pero  tarde, con el califa Abd al-Malik entre los años 687 y 691, los musulmanes construyeron la “mezquita de la Roca”, mezquita de Omar en Al Quds, la ciudad santa…  recordando dos hechos de fe:

(a) Abraham iba a sacrificar allí a su hijo Isaak, pero Dios se le mostró, diciendo que no lo hiciera…, pues él estaba elegido para ser padre de todos los creyentes. Antes que templo de David/Salomón, aquel lugar era “adoratorio” sagrado de Abraham-Isaak.

(b) Conforme a unos textos básicos del Corán, Mahoma vino a Jerusalén (en la noche de la visión), para retomar la historia de Abraham… Desde Jerusalén subió al Cielo, tras haber recuperado los elementos básicos de la religión de Abraham y del mismo Cristo, quien a su juicio debía (y debe) volver un día a Jerusalén… para instaurar el auténtico pueblo de Dios

JERUSALÉN, CIUDAD DE LAS TRES RELIGIONES, SIMBOLIZADAS EN TRES LUGARES SANTOS:

La roca de Abraham/Isaac y del templo de Salomón… Los musulmanes creen ese Templo/adoratorio es de ellos y así lo mantienen como lugar santo. Los judíos protestan y quieren recuperarlo… Ese templo/adoratorio es motivo de lucha entre musulmanes y judíos (no se sabe lo que los judíos harían recuperando ese lugar-templo. ¿Cómo podría ser lugar de oración para musulmanes, judíos y cristianos, cumpliendo la palabra de Jesús: Mi templo será casa de oración para todas las naciones, con cita de Isaías.

Los judíos oran en el muro occidental del templo de Salomón/Herodes (sobre unas ruinas… ante unas ruinas…). Este es el escándalo para los judíos: ellos lloran y se lamentan (muro de las lamentaciones) en las ruinas exteriores del antiguo templo… mientras los musulmanes cantan y se postran arriba como triunfadores…

Los cristianos oran en el sepulcro de Jesús (lugar de su muerte y resurrección)… a unos 500 metros del templo…

RECONQUISTA CRISTIANA”: LAS CRUZADAS.

- Los cristianos toman Jerusalén el año 1099, imponiendo el “orden” cristiano de los latinos/francos… y lo mantuvieron durante casi cien años (hasta la “reconquista” de Saladino, el año 1187”.

Fue un siglo de gloria de los “francos” (romana)… pero en forma de violencia contra los musulmanes y los cristianos ortodoxos… Los cruzados occidentales no lograron ofrecer una paz cristiana universal, ni a los ortodoxos/bizantino y ortodoxos/sirios (que prefirieron en general a los musulmanes) ni a los judíos…  Fue una opción equivocada…

NUEVO DOMINIO MUSULMAN (1187-1918)

En la base del mensaje de Mahoma y de la experiencia musulmana, desarrollada por la tradición posterior, late una mística radical de sometimiento a Dios, que así aparece como aquel que es y hace Todo. Este Dios superior acoge de un modo especial a los humildes y pequeños pero de tal forma que, en realidad, ante su Juicio superior, terminan siendo iguales ricos y pobres, opresores y oprimidos.

Pienso además que los musulmanes han insistido e insisten en algunos aspectos valiosos de la religión que el cristianismo ha resaltado menos: La Trascendencia de Dios, el monoteísmo radical, la oración cotidiana, la igualdad entre todos los creyentes… Posiblemente, al lado de esos valores, algunos musulmanes (sobre todo en circunstancias políticas adversas) han desarrollado elementos menos positivos, como cierta intolerancia, un tipo de imposición y una forma de militancia (yihad) que hace difícil la convivencia con ellos allí donde son dominantes.  

Dejo la cuestión puramente política a un lado, pero debo advertir desde el principio que la solución al problema de la paz en Palestina no está en proclamar una nueva cruzada, ni en acusar o despreciar a otros creyentes, sino todo lo contrario: hay que empezar bendiciendo a Dios por la fe de los musulmanes, dialogando con ellos en respeto y libertad.

Monoteísmo y globalización

 Dos tipos de suras: de la Meca y de Medina. En el fondo, el verdadero Islam quiere ser religión de suma tolerancia: Dios sólo exige que nos sometamos a él, pues él tiene toda justicia y derecho y nada de lo que hagamos le puede influir, ya que él es quien nos hace, actuando por nosotros. Pero, en otro plano, hay cierto Islam se ha vuelto intolerante, pues piensa que la voluntad de Dios, revelada en el Corán, puede y debe extenderse (incluso con fuerza), sobre todo el mundo. En ese fondo distinguimos dos períodos de la vida de Mahoma.

‒ Período mecano: mensaje universal, sin guerra (612-622 d.C.). En las suras antiguas, que son la raíz del Corán, Mahoma se muestra más cercano a las tradiciones pacificas de judíos y cristianos. No apela al Yihad o guerra santa, no establece una comunidad militante, sino que va construyendo una comunidad pacífica de sometidos a Dios, en medio de un entorno crecientemente hostil de politeísmo mercantilista de La Meca. 

En ese momento, los signos primordiales de la revelación de Dios son la superación de la idolatría, la sumisión a la única divinidad y de justicia social, que se expresa en la ayuda a los pobres. Como prueba de su mensaje, Mahoma apela al juicio futuro de Dios. Éste es el Primer Corán o Islam, sin poder político ni sometimiento social. 

Período de Medida. Hégira y guerras “santa”: Sumisión a Dios y violenciamilitar (622-632). Pero cuando su grupo fue perseguido, Mahoma “recibió” de Dios un mensaje de ruptura y recreación miento social, que se tradujo en la creación de una comunidad liberada de creyentes (Hégira 622 d.C., año 1 de la era musulmana). 

En vez de dejarse matar o de seguir anunciando el Mensaje de un modo no violento, Mahoma y los suyos emigraron a Medina, donde respondieron con violencia a la violencia de los enviados del «sistema comercial» politeísta de la Meca. En este contexto se sitúa la intolerancia musulmana, proclamada el Yihad o guerra santa contra los paganos de la Meca, que se expresa en la muerte de los judíos de Medina que no aceptaban su mensaje y en la toma posterior de la Meca[1].

 La mayoría de los musulmanes actuales no ven diferencia básica entre esos dos períodos. Otros pensamos que esa diferencia existe, no sólo en un plano histórico y literario, sino también teológico y social, y que ella define la renovación del Islam futuro. 

Las dos alas del Islam. Todos los monoteístas comparten la fe en un solo Dios. Pero se distinguen en la forma de entender su Presencia, que los judíos vinculan a un éxodo nacional, los cristianos a la cruz de Jesús y ellos, los musulmanes, relacionan con la Hégira. Por eso, la forma de entender la Hégira en la historia musulmana resulta esencial.

‒ Un Islam fundado en las doctrinas (suras) del período mecano será tolerante: religión de personas marginadas, que apelan a Dios desde su pobreza, buscando un orden futuro de Justicia, abierto al juicio apocalíptico. Este es el Islam de los que pueden mantenerse y vivir en un tipo de exilio político‒social, sin imponerse por la guerra, insistiendo en pacificación personal, en la vinculación con Dios, en un tipo de vinculación pacífica entre todos los pueblos, sin tomar el poder con violencia, dialogando siempre con los hombres y mujeres del entorno. Éste es el Islam de las “masas pobres”, de los creyentes que confían en Dios en medio de las tribulaciones de la vida, abriendo su mano (su fraternidad) a todos los hombres, musulmanes o no.

‒ Un Islam más centrado en las suras de Medina será más impositivo, de tal forma que los creyentes pueden defender (e incluso imponer) su religión 'verdadera' y su forma de vida social apelando a la guerra, no sólo contra los infieles o paganos exteriores, sino contra los disidentes interiores, defendiendo ante todo los «derechos» de Dios. Ciertamente existe y puede actualizarse el primer Islam (mecano) abierto a la paz universal, a través de la Palabra, sin necesidad de una Hégira violenta. Pero, en un sentido histórico (o por lo menos simbólico), parece imponerse un tipo de imposición política y militar como la simbolizada Hégira, es decir, en la ruptura con La Meca (año 622 d.C.) y en la guerra hasta reconquistarla e imponer allí el Islam (año 630 d.C.). 

UN ISLAM FUTURO DE PAZ UNIVERSAL 

Sobre la base de las suras mecanas, antes de la Hégira debería desarrollarse el futuro del Islam, centrado en un mensaje no militar ni estatal de pacificación abierta a todos los hombres y mujeres, desde el sometimiento a Dios. En esta línea puede situarse la inspiración básica de Mahoma y del Islam, como don de Dios y camino de pacificación humana. Pero aquella inspiración tuvo que «adaptarse» a causa de la intolerancia de las autoridades de la Mesa que, en los últimos años de este período mecano (618-622), fueron persiguiendo cada vez más a los «sometidos», hasta que la situación se volvió insostenible. Mahoma y los suyos pudieron haber optado por el martirio, como hizo Jesús, que murió fracasado en Jerusalén, sin oponer una nueva violencia militar a la violencia de sus acusadores y asesinos. Pero no lo hicieron sino que, en medio de la persecución, optaron por mantener su identidad y expandirse de un modo militar, iniciando una ruptura social y militar (año 622), que marca la identidad musulmana posterior, ratificada por la conquista de la Meca (año 630).

Aquí se sitúa quizá la mayor diferencia entre el Islam y el Cristianismo. El Islam es la religión de los que descubren a Dios a través del Corán de Mahoma y, de un modo especial, a través de la Conquista de la Meca, para imponer allí el Islam. En esa línea, una mayoría de musulmanes añora y/o espera la conquista político/social del mundo entero, para imponer así el Islam a todas las naciones y personas. En contra de eso, el Cristianismo es la religión de Jesús que entra en Jerusalén desarmado, anunciando la llegada del Reino de Dios sin armas ni dinero, siendo allí crucificado, de forma que su menaje sólo se puede extender de otra manera, en línea pacífica, de resurrección.

 RECUPERAR LA TRADICIÓN JEROSOLIMITANA DE MAHOMA EN CLAVE DE PAZ RELIGIOSA

Los musulmanes asumen expresamente la herencia de Abrahán (Ibrahim) en sus dos gestos centrales:

- Vino a la Roca de Jerusalén…. Para venerar al Dios de la vida y de la muerte, que le mandó no matar a su hijo, no matar hombre. Este es el recuerdo clave de la mezquita de Omar… y aquí podemos vincularnos musulmanes, judíos y cristianos. Sería esencial que el “adoratorio” de la Roca de Jerusalén, lugar de la memoria de la “aquedah” judía  y musulmana (y cristiana) de Abraham/Isaac fuera principio de nuestras religiones…

El centro de la religión es no matar a los hombres (no matar a los hijos de Dios), compartiendo el cordero como alimento de gozo y comunión.

Esta es la fiesta de muharram… la más importante del calendario musulmán, el fin del mes de ayuno (ramadán)…

Es una especie de eucaristía pascual musulmana, con el cordero que se mata y come, no por la pascua de la salida de Egipto, sino por la pascua  de la celebración de la vida de los hijos…

- Acompañado de su hijo Ismael, Abraham  habría peregrinado hasta la Meca para orar ante la piedra sagrada de la Caaba. Ratificando el gesto del patriarca, para imitar su fe y expandir su herencia, los fieles musulmanes se comprometen a peregrinar también hasta la Meca, una vez en la vida, si es que pueden. 

En ese camino de fe y adoración, se confiesan herederos y garantes de la auténtica tradición de Abrahán, fijada según dicen en el monoteísmo musulmán y en la piedad que se centra en la Meca. Así se creen herederos del gran patriarca hanif, devoto de Dios, monoteísta, en la línea de una tradición religiosa que se había manifestado ya desde el principio (por Adán, Noé y el resto de los profetas). Mahoma completó de esa manera y culminó lo que habría iniciado Abrahán: superó el politeísmo de la Meca, vinculó a los creyentes en la verdadera adoración.

- Los musulmanes mantienen un monoteísmo cercano al judío. Por eso rechazan la Trinidad cristiana lo mismo que la Encarnación de Dios en Cristo. Dios se presenta para ellos como el Señor siempre transcendente que dirige desde arriba el curso de la historia, de una forma que parece ya predestinada de antemano. De tal modo destacan el poder y acción de ese Dios que tienden a dejar en segundo plano la libertad del hombre. Jesús es para ellos un profeta excelso, hijo María, nacido de forma virginal, predicador del evangelio para los judíos. 

Pero estos no le recibieron y por eso quisieron matarle, cayendo de esa forma en gran pecado. Posteriormente, traicionando su mensaje, los cristianos divinizaron a Jesús, cayendo en gran pecado, por introducir la división en Dios y por confesar que un humano es divino.

Monoteísmo coránico, religión del Libro. El Dios lejano y poderoso (cuya acción parece imponerse de forma avasalladora) se ha revelado a través de Mahoma, su profeta, y su palabra ha sido fijada en el Corán, el libro que recoge su más honda experiencia.   De esa forma, en un sentido estricto, podemos afirmar que el principio de identificación de los musulmanes es el mismo Libro sagrado que ocupa para ellos el lugar que en el judaísmo tiene el pueblo elegido y en el cristianismo Jesús. 

El judaísmo es la religión de un pueblo particular, de manera que sigue esperando la llegada del tiempo mesiánico, pues sólo entonces podrá darse la unificación (globalización) religiosa y profunda entre los hombres. Por el contrario, el movimiento islámico ha empezado siendo árabe (en árabe ha revelado Dios su Corán a Mahoma), pero ha querido ser muy pronto universal: una revelación religiosa y un modo de vida que se ofrece a todos los hombres y mujeres, vinculados por el mensaje del Corán.

Los musulmanes defienden una pacificación intrahistórica de la humanidad, vinculada a la expansión del Islam (la religión originaria y verdadera) y al establecimiento de la Umma o comunidad de los creyentes. En ese sentido, para ellos resulta esencial el universalismo “histórico”, ya en este mundo. No existe, por tanto, un mesianismo posterior, sino que el tiempo mesiánico ha llegado ya por medio de la revelación del Corán, que puede y debe unificar a todos los hombres. 

Ciertamente, la unidad sagrada de la Umma se ha roto pronto y los musulmanes se han dividido en grupos a veces enfrentados. Pero todos ellos siguen añorando el cumplimiento de la unidad sacral islámica que debe extenderse a los pueblos (estados) de mayoría musulmana, expandiéndose luego hacia todos los humanos, ofreciéndoles (y a veces imponiéndoles) la paz (islam significa pacificación) a través del cumplimiento de la voluntad de Dios. En ese aspecto, el Islam implica cierto mesianismo: los musulmanes esperan extenderse un día a todos los países de la tierra, para establecer de manera universal el orden sagrado de su (la) religión verdadera.

Globalización por sumisión, por sometimiento. La esperanza de globalización cristiana se expresa en forma de evangelio, es decir, de seguimiento de Jesús, no por ley, sino como camino de liberación en amor. Por el contrario, el Islam tiende a unificar a los hombres a través de un proceso de sometimiento a Dios, tal como se legisla en la sharía o legislación sagrada que debe regular la vida de los musulmanes. 

Por eso es necesaria una misión islámica, en línea de globalización. En principio, los musulmanes quieren respetar a los creyentes de las religiones del Libro (judíos, cristianos) y piensan que sólo pueden convertir por fuerza a los paganos. Pero allí donde ellos son mayoría procuran adueñarse de los resortes de la administración judicial, política y económica (como lo pide su misma sari'a), para así ofrecer a todos los humanos la "plenitud sagrada", que consiste en el sometimiento a Dios, en la forma musulmana.

En ese aspecto, en el fondo del islam sigue habiendo un tipo de presión violenta, sin verdadera separación entre el plano religioso y social (y político). Por eso los mismos estados musulmanes se sienten obligados a proteger y expandir las normas de la vida musulmana, queriendo que la globalización del mundo de la vida (la construcción de la Umma) se realice a través de la sharía o ley musulmana.

El Islam es la religión del sometimiento profético. Su gesto de sumisión responde a la voluntad creadora de Dios, a la que deben asentir todos los hombres y mujeres de la tierra, respondiendo a la Palabra o Libro eterno de Dios (Corán). Dios se manifiesta a través de esa palabra, formando una comunidad abierta a todos los humanos, a quienes invitan a someterse a la voluntad de Dios, según el Corán. No hay pueblo escogido, en el sentido judío del término. No hay tampoco encarnación de Dios (ni en Cristo ni en Mahoma, ni en María o un profeta de otro tiempo). Pero Dios ha revelado su Palabra por Mahoma a todos los pueblos de la tierra, suscitando así el Islam, término emparentado con shalam/shalom que significa, al mismo tiempo, sumisión (a la voluntad de Dios) y pacificación (culminación de la historia, reconciliación entre los humanos). Desde ese fondo se pueden comparar y distinguir la confesión de fe cristiana y la musulmana

            Así, a modo de resumen, se puede afirmar que los judíos creen en Dios y en el pueblo judío; los cristianos creen en Dios en (por) Jesucristo. Por su parte, los musulmanes universalizan y simplifican la confesión de fe judía. Así atestiguan en su sahada o credo básico que no hay Dios fuera de Allah y que Mahoma es el profeta (enviado) de Allah, de manera que todos los que creen en Dios y se someten a su palabra, según el Corán, son musulmanes.  

Según los musulmanes, Dios ios ya no tiene un nombre especial (como Yahvé en los israelitas); tampoco aparece vinculado al amor de Jesús, que regala su vida por los hombres en la Cruz. El Dios musulmán es simplemente Dios y, siendo transcendente, habla (revela su Corán/Libro eterno) a su profeta o enviado que es Mahoma. Esto es confesar la fe para un musulmán: someterse a Dios y aceptar su manifestación por medio de Mahoma.

Los modelos quedan claros. Para el judaísmo es determinante la vinculación entre Dios (Yahvé) y su pueblo histórico (mesiánico). El cristianismo ha extendido la confesión de fe en forma teológica: son creyentes aquellos que acogen y despliegan la vida de Dios en su Hijo Jesucristo. Los musulmanes han condensado la fe de una forma profética y universal, a través del Corán de Mahoma y del surgimiento de la Umma o comunidad de creyentes que acogen y cumplen su palabra. Islam significa sumisión y pacificación. 

Durante muchos siglos, los países musulmanes (en Egipto y los Balcanes, en Turquía y el Oriente Medio), desde su propia situación de supremacía no amenazada, han mantenido dentro de su seno valiosas minorías de cristianos y judíos. Pues bien, en estos últimos decenios, la casi totalidad de las minorías judías (y cristianas) han tenido que emigrar hacia Israel o hacia otros países. Con un tipo de modernización, en muchos lugares islámicos ha crecido la intolerancia, el deseo de imposición y una especie de resentimiento intenso en contra de la presencia de otros grupos sociales y religiosos.

El mundo musulmán se encuentra al menos parcialmente, decidido a rechazar y expulsar de su seno a los cristianos y judíos que aparecen como injerencia de occidente, oponiéndose así a un tipo de globalización religiosa que no sea la suya (la del triunfo del Islam sobre las otras religiones). 

Nota 

[1] Mahoma/Muhammad se sintió heredero de la tradición de Israel, vinculada estrechamente a la tierra de Palestina, donde Abraham y los patriarcas, los profetas y Jesús habían desarrollado su misión, de manera que a los pocos años de su muerte (632 d.C.), los guerreros musulmanes conquistaron Jerusalén y consideraron propio el templo judío, donde alzaron su Mezquita o cúpula sagrada, donde oran hasta hoy (en gesto que a muchos judíos les parece la mayor de las ofensas).

En esa línea, hay un Islam impositivo, que se cree capaz de dominar sobre judíos y cristianos, queriendo que al fin desaparezcan todas las restantes religiones, y que sólo queden ello, los musulmanes, como herederos de todas las restantes religiones. Cf. G. Keppel, La Yihad. Expansión y declive del islamismo, Península, Barcelona 2001; M. Rodinson, Mahoma, Península, Barcelona 2002;   J. Vernet, Mahoma-Muhammad, Planeta, Barcelona 1995; W. M. Watt, Mahoma, profeta y hombre de estado, Labor, Barcelona 1968.

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