Cual vírgenes "necios" (Pedro Zabala y J. M. González)

Se acaba de celebrar en la Iglesia católica el 2º domingo del tiempo ordinario de su año litúrgico. En el evangelio de ese día, se lee el relato del primer signo que hizo Jesús en su vida pública, en el marco de una boda. Precisamente, las nupcias son el símbolo preferido para expresar el amor de Dios por la humanidad. “La alegría que encuentra el marido con su esposa, la encontrará Dios contigo”. Con esa imagen, abundan en el relato evangélico, las enseñanzas sobre el Reino de su Padre. Así la parábola de las vírgenes que esperaban la llegada del esposo, las prudentes con su lámpara encendida y las necias que dejaron apagarla. Pienso que individual y colectivamente, como simples bautizados o como Iglesia, unas veces estamos vigilantes y otras nos comportamos neciamente.
Así:
*SOMOS VÍRGENES NECIAS cuando olvidamos la frecuencia con que en la historia hemos empleado nuestra fe para aplastar a los demás y que sólo en el Vaticano II descubrimos el valor de la libertad religiosa. Y todavía osamos proclamar que nuestro humanismo, el cristiano, es el único verdadero por estar abierto a la trascendencia mientras que otros proyectos antropológicos, por prescindir de Dios, están condenados a derivar en ideologías y utopías totalitarias.
*SOMOS VÍRGENES NECIAS cuando creemos que el Espíritu es nuestro y olvidamos que sopla dónde y cuando quiere. Cuando seguimos aferrados al “fuera de la Iglesia no hay salvación” y despreciamos a las demás religiones, sin reconocer que para sus practicantes de buena fe son caminos para acercarse a Dios y al prójimo.
*SOMOS VÍRGENES NECIAS cuando prescindimos del discipulado de iguales, sin discriminaciones de sexo, condición social o conocimientos que fundara Jesús donde todos sirvieran a todos según sus carismas, para vertebrar en su lugar una comunidad dual, en la que una superestructura machista y jerárquica controlara a ovejas sumisas.
*SOMOS VÍRGENES NECIAS cuando nos afanamos en amurallar y cerrar con candado el aprisco para que no salga la oveja indolente que aún sigue dentro y no corremos a buscar a las 99 que andan por ahí sueltas.
*SOMOS VÍRGENES NECIAS, cuando nos olvidamos del mandato de unidad que nos dió Jesús y andamos divididos en varias Iglesias. Y nuestros afanes ecuménicos son pura fachada, cuando los esfuerzos efectivos en esa dirección se limitan a atraer a lefebrianos anticonciliares y anglicanos tradicionalistas.
*SOMOS VÍRGENES NECIAS CUANDO ENSALZAMOS A LOS “TEÓLOGOS VACUNOS” que repiten mansamente la letra de los conceptos dogmáticos donde hemos querido encerrar conceptualmente la inefabilidad de Dios y sancionamos inquisitorialmente y sin escucharlos a los “teólogos caprinos” que intentan rescatar las semillas de verdad que encierran aquellas viejas definiciones y traducirlas al lenguaje de los humanos de hoy.
*SOMOS VÍRGENES NECIAS cuando elaboramos rígidas y minuciosas normas para los asuntos de bragueta y sancionamos con la exclusión de la comunión a quienes se aparten públicamente de ellas, mientras que tenemos unas tragaderas inmensas para quienes violan derechos humanos y condenan a la mayor parte de la humanidad a la pobreza.
*SOMOS VÍRGENES NECIAS cuando proclamamos la opción preferencial por los pobres de los seguidores de Jesús y los documentos que exponen lo que llamamos enfáticamente nuestra Doctrina Social no se redactan conviviendo con ellos en sus chabolas, sino resguardados en suntuosos palacios donde no nos llegan ni sus lamentos quejumbrosos, ni vemos sus miserias, ni olemos su apestoso olor. Eso sí, allí nos visitan los poderosos responsables de su situación.
*SOMOS VÍRGENES NECIAS cuando vivimos dormidos en el pasado, sin abrirnos al mundo de hoy, encerrados en nuestra rutina, nuestro orgullo y nuestro miedo. Cuando vivimos añorando épocas en que dictábamos las normas al poder político, ungíamos a los gobernantes para legitimar su poder y les amenazábamos con desposeerlos de él, si osaban apartarse de nuestras directrices. Y seguimos sin atrevernos a apearnos de nuestro poder fáctico para bajar a la plaza pública y ofrecer humildemente a nuestros convecinos, en el mundo plural que habitamos, el mensaje que hemos recibido de nuestro Maestro de gratuidad, de moral samaritana, para que sirva con las demás aportaciones de argamasa para la ética común que entre todos debemos descubrir.
*Y SOMOS VÍRGENES NECIAS cuando disentimos de la Iglesia, en vez de disentir dentro, lanzándonos entre nosotros anatemas y descalificaciones, sin reconocer la necesidad que tenemos todos de conversión. Y ofrecemos a los no creyentes la imagen de una comunidad dividida y enfrentada, en vez de ser testigos de la Paz del Señor. “Mirar cómo se aman” era el ejemplo que daban los primeros cristianos, ¿cuándo volveremos darlo, cual vírgenes prudentes que esperan vigilantes al Esposo?.
Añado las Propueta de J. M. González
Comentario por Juan Manuel González [Visitante]
Me parece muy buena la propuesta...
Pero quiero recordar otra forma de leer ésta "marginada" parábola:
¿A qué situación pastoral responde esta parábola?
1. Se trata de controlar a mujeres necias; como a los falsos profetas y a los falsos doctores.
2. Se busca cohesionar la comunidad…
3. El rechazo a las necias, está vinculado con el rechazo de los falsos profetas: “falsos profetas que vienen a vosotros con disfraces de ovejas, pero, por dentro son lobos rapaces” (Mt.7,15). “¡Jamás os conocí; apartaos de mí!” (Mt.7,21-23).
CONTEXTO:
Una disputa sobre doctrina y por las declaraciones de algunas mujeres alegando ser maestras de sabiduría (Lidia, Febe, Priscila, Magdalena, etc).
¿Acaso las cinco necias representan una corriente de profecías y enseñanzas (alternativas) en la comunidad?
Reitero que comparto la propuesta, sólo recuerdo "otra lectura" de ésta parábola "litúrgicamente marginada".
¿Quiénes eran las necias?
1. Desertoras progresistas …
2. Jóvenes inquietas que buscaban ideas teológicas nuevas en los mercados…
3. Eran rivales de los varones a la hora de ejercer su liderazgo profético…
4. Si la mitad se fue, la crisis fue grande…
5. Las mujeres eran –dentro de la comunidad- bastantes activas, lucidas y decididas… Y no miembros pasivos y silenciosos…
6. Ésta parábola nos recuerda el lugar de las mujeres en Mateo: la genealogía de Jesús (Mt.1); la hemorroísa (Mt.9,20-22), la cananea (Mt.15,21-28), las de la cruz y las de la resurrección.
7. Si acompañan al novio, "revisan" la práctica de que los varones los que acompañan al novio; las mujeres tienen el mismo nivel de intimidad con el Novio que los varones; de este modo determinan un nuevo rol de las mujeres…
8. Parecen líderes, pues llevan lámparas…
LAS CINCO VÍRGENES
(Tomás Merton, 1977)
Había cinco vírgenes Escandalosas que llegaron a la boda del Cordero
Con sus motos quemadas y con los depósitos vacíos.
Pero como sabían bailar las invitaron a quedarse sin pensarlo mucho
Así fue: había Cinco vírgenes escandalosas Sin gasolina
Pero auténticamente participando de la emoción
Al final había diez vírgenes en las Bodas del Cordero
¿UN RELATO ALIENANTE?
1. Mujeres que se pelean entre ellas, egoístas: no se ayudan entre sí.
2. Las Sabias les aconsejan a las Necias que vayan al mercado (¿Shopping abierto toda la noche?); en vez de sugerirle que vayan a su casa. Las Sabias las están corriendo a las Necias, que están molestas con ellas, se las están sacando de encima.
3. ¿Parece una fiesta injusta, puede haber verdadera alegría con una parte (el cincuenta por ciento) fuera?
4. ¿Un Novio que no es causa de alegría y que no se parece mucho al Jesús de los trabajadores de la última Hora (Mt.20.1-16).
5. NINGUNA de las mujeres es inteligente, previsora, líder, solidaria, ninguna es protagonista; sólo duermen y obedecen. Ambos grupos de mujeres son pasivas.
6. ¿Por qué la NOVIA no aparece, es molesto? Los varones tienen muchas fiestas religiosas y sociales, donde son protagonistas; la única fiesta dónde se “visibilizan” es la fiesta de bodas; aquí la novia no aparece e...