Mis encuentros con mis hermanos terroristas ( y VI)

(JCR)
La ultima vez que acudí a un encuentro con los rebeldes del LRA fue en Juba (capital del sur del Sudan) en julio de este ano que termina, 2006.
El 14 de julio comenzaron las conversaciones e paz entre el LRA y el gobierno de Uganda, que todavía siguen y que representan la mejor esperanza para terminar esta guerra que mpezó en 1986.

Se me hacia extraño acudir a una reunión en un hotel con aire acondicionado, después de los encuentros anteriores, en plena selva y bajo grandes riesgos.

Solo estuve tres días, como miembro del equipo de observadores compuesto por líderes religiosos y tradicionales del Norte de Uganda. A algunos de los miembros de la delegación del LRA les conocía de algunos encuentros anteriores.

Una lección que aprendí en este último encuentro es que es muy importante compartir momentos informales con personas que han matado y que nos han hecho sufrir. Creo que el mensaje que les damos con nuestra actitud de tratarles como hermanos a pesar de todo el mal que nos han hecho les hará reflexionar. Pero sobre todo es Dios quien puede cambiar los corazones de las personas. Y también puede cambiar el corazón de un terrorista.

Hace ya varios meses que estoy al margen del proceso de paz, pero tengo la gran satisfacción de saber que por fin el gobierno de Uganda, que tantas resistencias puso a entrar en un proceso de dialogo, esta llevando las cosas a cabo de manera seria.

Me encuentro actualmente en Gulu, donde me dispongo a celebrar la Navidad con las personas que viven en los campos de desplazados. Muchos de ellos empiezan a volver a sus casas lentamente. Será un proceso largo, pero por lo menos han empezado.

Durante los próximos días estaré en lugares del África profunda donde no hay acceso a Internet y las líneas telefónicas fallan.

A todos nuestros lectores les deseo una Navidad muy feliz,
Tan feliz como la mía.
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