VIII SÁBADO DEL TIEMPO ORDINARIO/ CICLO B/2-06-2018
VIII SÁBADO DEL TIEMPO ORDINARIO/ CICLO B/2-06-2018
EVANGELIO DEL DÍA: Mc 11,27-33.
En aquel tiempo, Jesús y los discípulos volvieron a Jerusalén y, mientras paseaba por el templo, se le acercaron los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos y le preguntaron: «¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te ha dado semejante autoridad?»
Jesús les respondió: «Os voy a hacer una pregunta y, si me contestáis, os diré con qué autoridad hago esto: El bautismo de Juan ¿era cosa de Dios o de los hombres? Contestadme.»
Se pusieron a deliberar: «Si decimos que es de Dios, dirá: "¿Y por qué no le habéis creído?" Pero como digamos que es de los hombres...» (Temían a la gente, porque todo el mundo estaba convencido de que Juan era un profeta.)
Y respondieron a Jesús: «No sabemos.»
Jesús les replicó: «Pues tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto.»
COMENTARIO:
Celebramos el VIII Sábado del Tiempo Ordinario. Decía Madre Teresa de Calcuta que “el fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio. El fruto del servicio es la paz”.
En el Evangelio de este Sábado de la Octava Semana del Tiempo Ordinario leemos el Evangelio de San Marcos. Jesús tiene una controversia con distintos representantes de la autoridad judía, y, preguntado sobre su derecho a actuar como lo hace, les pone a su vez en un aprieto: “el bautismo de Juan, ¿era del cielo o de los hombres” (Mc 11,27-33).
Ante el gesto profético de Jesús al expulsar a los mercaderes del Templo, las autoridades, alborotadas por un gesto tan provocativo, envían una delegación a pedirle cuentes de con qué autoridad ha hecho eso. Su respuesta es una pregunta, que desenmascara sus faltas intenciones.
¡Oh, Señor, con Tomás te invocamos: "Señor mío y Dios mío". Con la mujer Cananea acudimos diciendo: "Señor, ayúdame". Y con Pedro en el lago: "Aparta de mí, Señor, que soy un gran pecador". ..Y con el Centurión: "¡Verdaderamente éste era el Hijo de Dios!". Amén.
www.marinaveracruz.net
EVANGELIO DEL DÍA: Mc 11,27-33.
En aquel tiempo, Jesús y los discípulos volvieron a Jerusalén y, mientras paseaba por el templo, se le acercaron los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos y le preguntaron: «¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te ha dado semejante autoridad?»
Jesús les respondió: «Os voy a hacer una pregunta y, si me contestáis, os diré con qué autoridad hago esto: El bautismo de Juan ¿era cosa de Dios o de los hombres? Contestadme.»
Se pusieron a deliberar: «Si decimos que es de Dios, dirá: "¿Y por qué no le habéis creído?" Pero como digamos que es de los hombres...» (Temían a la gente, porque todo el mundo estaba convencido de que Juan era un profeta.)
Y respondieron a Jesús: «No sabemos.»
Jesús les replicó: «Pues tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto.»
COMENTARIO:
Celebramos el VIII Sábado del Tiempo Ordinario. Decía Madre Teresa de Calcuta que “el fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio. El fruto del servicio es la paz”.
En el Evangelio de este Sábado de la Octava Semana del Tiempo Ordinario leemos el Evangelio de San Marcos. Jesús tiene una controversia con distintos representantes de la autoridad judía, y, preguntado sobre su derecho a actuar como lo hace, les pone a su vez en un aprieto: “el bautismo de Juan, ¿era del cielo o de los hombres” (Mc 11,27-33).
Ante el gesto profético de Jesús al expulsar a los mercaderes del Templo, las autoridades, alborotadas por un gesto tan provocativo, envían una delegación a pedirle cuentes de con qué autoridad ha hecho eso. Su respuesta es una pregunta, que desenmascara sus faltas intenciones.
¡Oh, Señor, con Tomás te invocamos: "Señor mío y Dios mío". Con la mujer Cananea acudimos diciendo: "Señor, ayúdame". Y con Pedro en el lago: "Aparta de mí, Señor, que soy un gran pecador". ..Y con el Centurión: "¡Verdaderamente éste era el Hijo de Dios!". Amén.
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