Emotivo homenaje de Estado a las víctimas del coronavirus "Tenemos la obligación moral de reconocer y respetar siempre la dignidad de los fallecidos"

"Tenemos una deuda moral y un deber cívico que nos obligan y comprometen a todos. Pongamos unidos toda nuestra voluntad, nuestra capacidad, nuestro saber, esfuerzo y empeño para poder mirar hacia el futuro con confianza y esperanza. Y hagámoslo desde el respeto y el entendimiento", pidió el Rey

Por primera vez en la historia, el homenaje oficial no fue un acto religioso o confesional, sino puramente ciudadano. Eso sí, con todos los estamentos representados. También las religiones

Aroa López: "Muchos compañeros tuvieron que dar su propia vida para ello (...). Hemos sido mensajeros del último adiós para personas mayores que morían solos (...). Nos hemos tenido que tragar las lágrimas cuando alguien nos decía 'No me dejes morir solo'"

Hernando Calleja: "La COVID sigue siendo una ejecutora fría, cruel y destructora. Mi dolor se parece al de todos y cada uno de los familiares de las víctimas", subrayó Hernando, quien definió a todos los fallecidos y familiares como "compatriotas". "Padecimos el mismo dolor"

El primer homenaje de Estado 'laico' de nuestra democracia, por las víctimas de la COVID-19 tuvo lugar en la plaza de Armas del Palacio de Oriente. A pocos pasos de la catedral de La Almudena, donde el pasado 6 de julio tuvieron lugar las 'exequias' católicas por los más de 28.000 fallecidos por la pandemia. Por primera vez en la historia, el homenaje oficial no fue un acto religioso o confesional, sino puramente ciudadano. Eso sí, con todos los estamentos representados.

Un círculo de silencio, compuesto por todas las autoridades del Estado, líderes políticos, sociales y religiosos (asistieron representantes de todas las confesiones, por parte católica Osoro y Argüello) acogió la llegada de la Familia Real, y sonó el himno de España. En el centro, un pebetero encendido. Afuera, algunas voces críticas con el Gobierno, que rompieron el escrupuloso silencio con el que se desarrolló el homenaje.

No vamos a olvidar a ninguno de los que perdieron la vida, porque la memoria es un deber, es el mejor homenaje que podemos hacerles. Mantenernos unidos en su recuerdo y compartir con ellos el país que ellos hubieran querido construir

El acto, conducido por Ana Blanco, arrancó con un saludo en todas las lenguas oficiales del Estado, y dio paso al hermano del periodista José María Calleja, Hernando, quien evocó a todas las víctimas, algunas de ellas famosas, como Lucía Bosé, Luis Sepúlveda, Enrique Múgica, Alfonso Cortina... y animó a "honrar la memoria desnuda" de todos los muertos, sobre todo "los muertos silenciosos".

Osoro, en el homenaje a las víctimas

"La COVID sigue siendo una ejecutora fría, cruel y destructora. Mi dolor se parece al de todos y cada uno de los familiares de las víctimas", subrayó Hernando, quien definió a todos los fallecidos y familiares como "compatriotas". "Padecimos el mismo dolor".

"La compasión es un sentimiento que nos hace más humanos", destacó Hernando Calleja, quien pidió a todos "compasión. No vamos a olvidar a ninguno de los que perdieron la vida, porque la memoria es un deber, es el mejor homenaje que podemos hacerles. Mantenernos unidos en su recuerdo y compartir con ellos el país que ellos hubieran querido construir".

Círculo de silencio en la plaza de Armas

Tras él, Aroa López, sanitaria del Vall D'Hebrón, quien reivindicó a nuestros "héroes": los sanitarios, cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, los transportistas, los que se quedaron en casa, los profesores y los niños... "Ojalá yo no hubiera estado aquí pronunciando estas palabras", arrancó la representante de la 'primera línea'

"Esta experiencia nos marcará para siempre. Hemos dado todo lo que teníamos. hemos trabajado al límite de nuestras fuerzas", subrayó. "Muchos compañeros tuvieron que dar su propia vida para ello (...). Hemos sido mensajeros del último adiós para personas mayores que morían solos (...). Nos hemos tenido que tragar las lágrimas cuando alguien nos decía 'No me dejes morir solo'".

¿Quién cuidará de nosotros si la persona que nos cuida no puede hacerlo? No olvidemos nunca la lección aprendida

"Quiero agradecer de corazón aquellos aplausos que nos dedicaba la ciudadanía, y quiero pedir, de corazón, que no se olviden de ellos. Que piensen en los que fallecieron: por favor, que su esfuerzo nunca sea en vano (...). Quiero pedir a los poderes públicos que garanticen la sanidad para todos (...) ¿Quién cuidará de nosotros si la persona que nos cuida no puede hacerlo? No olvidemos nunca la lección aprendida", terminó.

El Rey interviene
El Rey interviene

Antes de que hablara el rey Felipe VI, los representantes de las instituciones, cada uno de ellos con una rosa blanca, que depositaron, en forma de ofrenda floral, junto al pebetero en recuerdo a todos los que murieron, bajo las notas de 'La canción del Espíritu' de Brahms, interpretada por la orquesta de RTVE.

En sus palabras, el Rey dio las gracias a todos por su "presencia y compañía". "Hoy es un día que conservaremos en nuestra memoria, que quedará grabado en nuestros corazones, porque hoy rendimos homenaje a los miles de ciudadanos que han perdido su vida como consecuencia de la pandemia", subrayó Felipe VI, quien resaltó la conducta de miles de ciudadanos, "la mejor razón para nuestra esperanza colectiva".

Recuerdo especial a nuestros mayores

"Quiero recordar a los fallecidos. Todo nuestro afecto y el abrazo más emocionado. No están solos", apuntó el monarca, quien invocó "los mismos principios universales de unidad y solidaridad", y recordó cómo "la mayoría de los fallecidos son personas de edad avanzada", con vidas "que cambiaron el rumbo de nuestra historia". Ellos, nuestros mayores, "construyeron el edificio de nuestra democracia".

Homenaje de Estado a las víctimas del coronavirus

"No los olvidaremos nunca", recalcó. "Esta crisis nos ha puesto a prueba, y nos ha permitido comprobar cómo miles de ciudadanos han puesto su esfuerzo y su trabajo al servicio del bien común", de "entrega a los demás sin reservas". "A esas personas os debemos mucho más de lo que podamos imaginar. Les debemos nuestra salud, nuestra seguridad, los servicios más esenciales".

Esta crisis nos ha puesto a prueba, y nos ha permitido comprobar cómo miles de ciudadanos han puesto su esfuerzo y su trabajo al servicio del bien común", de "entrega a los demás sin reservas

"Ha sido difícil, muy difícil", resaltó el monarca, quien dijo comprender los sentimientos de miedo, preocupación, cansancio, abatimiento, incertidumbre... "Y sin embargo nuestra sociedad ha dado ejemplo de gran valor. España ha demostrado un gran espíritu. Nos hemos dado un ejemplo, una vez más, de civismo, de madurez, de resistencia, de compromiso con los demás".

"Tenemos una deuda moral y un deber cívico que nos obligan y comprometen a todos. Pongamos unidos toda nuestra voluntad, nuestra capacidad, nuestro saber, esfuerzo y empeño para poder mirar hacia el futuro con confianza y esperanza. Y hagámoslo desde el respeto y el entendimiento", pidió el Rey. "Ese será el mejor homenaje que podremos hacer en el mañana a los que hoy reconocemos y honramos".

El acto se cerró con la lectura, por parte de José Sacristán, de un poema de Octavio Paz, 'Silencio', y un minuto -fue más largo- de silencio. Un homenaje emotivo, sincero, laico, a nuestros muertos. Y una llamada a la responsabilidad. De todos. Y a construir el futuro. Por parte de todos.

Volver arriba