Abusos en el colegio del Opus El profesor acusado de abusos en el caso "Gaztelueta" declara este martes
El próximo martes, el profesor procesado por cometer, supuestamente, abusos sexuales sobre un alumno en el colegio de Gaztelueta, deberá prestar declaración ante la Audiencia Provincial de Bizkaia. Después, la justicia establecerá los siguientes pasos a seguir. Lo cuenta M. H. en Noticias de Gipuzkoa.
El docente (J. M. M.), que era el preceptor del estudiante, se enfrenta a una condena por abusos sexuales tipificada en tres artículos del Código Penal -en relación con un delito continuado, concurriendo la circunstancia de haberse prevalido de una relación de superioridad manifiesta-.
Además, como los hechos son juzgados por la vía sumarial, en lugar de por el camino abreviado, el educador cumpliría una pena de prisión superior a seis años, en caso de ser considerado culpable. "Cuando mi abogada nos transmitió que el juez había dictado un auto de procesamiento me dio un subidón", admite el padre de la presunta víctima, que ahora tiene 20 años.
No obstante, los hechos denunciados se retrotraen a cuando el joven tenía solo 12 y 13 años. "Durante las múltiples entrevistas entre preceptor y preceptuado, este le preguntó por su vida sexual, le mostró fotografías de mujeres tanto desnudas como en ropa interior y le preguntó si se masturbaba, al tiempo que realizó tocamientos con ánimo erótico, ordenándole que se sentara encima de sus rodillas para enseñarle las notas académicas en el ordenador, con el propósito de provocar su propia erección. En otras ocasiones, le indicó que llevara acciones tales como quitarse la camisa y bajarse los pantalones, con ánimo de satisfacer sus deseos sexuales".
Esta es solo una parte de la descripción de los sucesos que ofrece el auto de procesamiento -del pasado 17 de enero-. Pero esta resolución y los demás documentos oficiales de las diligencias previas reflejan detalles más graves de los hechos imputados.
El acusado, que ha permanecido en silencio durante todo este tiempo, decidió hablar a finales del mes pasado a través de una carta al director del centro educativo, Imanol Goyarrola. "Yo no soy el culpable y no entiendo qué motiva las acusaciones. Aunque me tranquiliza la certeza de mi inocencia, con frecuencia siento tensión y angustia", afirmó. "La carta es totalmente inadecuada, extemporánea, hipócrita, victimista... Me parece lamentable", opina el padre del joven.
Las recomendaciones médicas llevaron a la familia a no denunciar al maestro hasta pasados casi cinco años desde los presuntos abusos, ya que el estado de salud del entonces menor le impedía afrontar un proceso judicial. Además de iniciar un cauce en los tribunales, los padres, con anterioridad, escribieron una carta al papa Francisco explicándole la situación. El propio pontífice les respondió de puño y letra el 29 de diciembre de 2014 y ordenó abrir una investigación canónica, que terminó archivando el caso. La Congregación para la Doctrina de la Fe entendió que los sucesos "no han sido probados y, en consecuencia, se debe restablecer el buen nombre y la fama del acusado". Los progenitores del joven aseguraron que ese procedimiento estuvo "plagado de irregularidades".
Las diligencias practicadas fueron avanzando hasta que un auto judicial del 11 de mayo de 2016 certificó prácticamente su conclusión -quedaba el periodo de presentación de recursos- y ordenó entrar en una vía sumarial ordinaria. Durante esas fases previas de indagación, los magistrados escucharon testimonios como el del psiquiatra que trataba -y que sigue haciéndolo- al estudiante. Él mismo, Iñaki Viar, sostuvo en este periódico que "es simplemente inconcebible" que "los hechos que narra este muchacho sean una mentira construida y sostenida durante años" y que "los síntomas que ha sufrido sean una falsificación".
Asimismo, el exalumno de Gaztelueta se sometió a un examen por parte de médicas forenses y psicólogas del Instituto Vasco de Medicina Legal. Ese informe pericial acreditó la versión del denunciante. Todas las pruebas y las declaraciones de los testigos motivaron que el juez continuara con un proceso que divisa ahora un momento clave.
"Hay dos versiones contrapuestas, y, por eso, seguimos pensando que lo mejor es que haya un juicio para que se esclarezcan los hechos denunciados. Nuestra colaboración va a ser total con la justicia, como ha sido siempre. Somos, junto con todos, los primeros interesados en saber qué ha ocurrido y cuanto antes se aclare, mejor". Esas son palabras del director de Gaztelueta, Imanol Goyarrola, en la antesala de la declaración del profesor. A él ya le tocó hablar ante el juez en las diligencias. "Me sentí muy liberado al contar lo que hemos hecho desde el colegio", comenta. Goyarrola señala que las familias del centro "agradecen muchísimo la transparencia y la información" que la dirección les ha aportado del caso.
