Antonio Ceballos ya tiene su cuadro en el Obispado El último obispo de la colección
Al cumplir los 75 años dijo Antonio Ceballos en una entrevista concedida a Diario de Cádiz que seguiría siendo obispo de Cádiz y Ceuta incluso después de que llegara su sucesor. Y así va a ocurrir, al menos, en las paredes de los pasillos de la sede del Obispado. A la espera de que la Santa Sede nombre un nuevo obispo para la diócesis, Ceballos tiene ya un retrato que lo recordará como máximo representante de la Iglesia gaditana. Lo cuenta Pablo-Manuel Durio.
El cuadro le fue entregado la pasada semana en el transcurso de una copa navideña que el obispo ofrece al clero y a los religiosos establecidos en la diócesis. Y consiste en un retrato de medio cuerpo en el que se incluye el escudo del obispo en la parte superior y una leyenda con los datos biográficos de Ceballos en la inferior. La obra, de 100x70 centímetros, es de la retratista madrileña Carmen Alonso, siguiendo el modelo del resto de obras que cuelgan actualmente de las paredes del pasillo principal del seminario de San Bartolomé, en la calle Compañía.
El vicario general de la diócesis, Guillermo Domínguez Leonsegui, explica que al residir la retratista en Madrid y ser "complicado" que el obispo se trasladara a la capital periódicamente para posar, la obra se ha compuesto a través de fotografías que se han ido enviado a Carmen Alonso y de posteriores impresiones o detalles que se han ido añadiendo o realizando al cuadro conforme avanzaba su ejecución por parte de dos o tres sacerdotes de la ciudad.
Una vez en Cádiz y entregado al obispo, el retrato de Antonio Ceballos pasará a englosar la colección que posee el Obispado y que pone cara a los prelados que ha tenido la diócesis desde el mandato del cardenal Zapata (entre 1587 y 1596). Desde entonces hasta la actualidad en ese pasillo principal del seminario se conservan los retratos de todos los obispos que han pasado por aquí, nada menos que 37 contando con el actual. Curiosamente, en esta particular colección sólo faltan dos obras, las correspondientes a los retratos de los dos anteriores obispos: Antonio Añoveros Ataún y Antonio Dorado Soto. Domínguez Leonsegui comenta al respecto que diversas circunstancias llevaron a que tras la marcha de los dos obispos no se hicieran los respectivos retratos; aunque aseguró que este 'incidente' va a quedar pronto resanado porque es intención del Obispado encargar las dos pinturas que completarían la colección.
Además, otro proyecto que tiene en mente la Iglesia es trasladar la ubicación de las obras. Así, en lugar de ocupar el pasillo central del seminario, la treintena de retratos se quiere exponer en un futuro en la sede del Obispado, en el edificio de Hospital de Mujeres, al entenderse que es un lugar más apropiado. Este deseo casaría a la perfección con el proyecto de futuro de este inmueble, que se quiere rehabilitar y acondicionar como espacio de estudio e investigación además de expositivo, incluyendo esta segunda rama los retratos de todos los obispos que han pasado por Cádiz desde el año 1587 hasta, de momento, el año 2010.